Chile: ¿Es posible salvar el idioma rapa nui?

Chile: ¿Es posible salvar el idioma rapa nui?

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«Casa de Lengua Rapa Nui» dice el letrero que tiene Viki Haoa en su hogar en Isla de Pascua. La profesora sabe que la única manera de conservar un idioma es usándolo. «Yo implanté que aquí se hablara sólo rapa nui para que por lo menos este entorno fuera en nuestra lengua», dice en estrevista con DW.

Viki Haoa ha sido testigo de la dramática disminución de hablantes rapa nui y el creciente dominio del español en esta isla chilena, ubicada a 3.700 km del continente. Hoy, de 62 años, recuerda que en su infancia casi sólo se oía rapa nui: «En la escuela, todos los niños hablábamos, jugábamos y peléabamos en rapa nui, pero al entrar al aula sólo estaba permitido el español y, como nadie sabía, no volaba ni una mosca». Poco y nada entendían los alumnos. Los que, como ella, viajaron a continuar estudios escolares y universitarios al continente, enfrentaron una dura adaptación al idioma oficial de Chile.

Al regresar cada año para las vacaciones fue notando el paulatino avance del español. Los abuelos y padres trataban de hablarle ese idioma a los niños, buscando facilitarles la vida a futuro. Las oficinas públicas, la llegada de la televisión, los medios de comunicación, el turismo y los matrimonios mixtos aceleraron el proceso. Hoy, la mayoría de los niños crecen con el español como lengua materna.

Una encuesta de la UNESCO y el Ministerio de Educación de Chile mostró que entre los 3.500 habitantes de Isla de Pascua la lengua nativa cuenta con un alto prestigio y valoración social, incluso entre quienes no la hablan, pero hay pocas oportunidades para aprenderla fuera de la familia.

Los miembros mayores de la comunidad todavía hablan rapa nui en sus familia, pero en la escuela y la calle se usa mayoritariamente el español. En la imagen: Viki Haoa.Los miembros mayores de la comunidad todavía hablan rapa nui en sus familia, pero en la escuela y la calle se usa mayoritariamente el español. En la imagen: Viki Haoa.

Más del 70 por ciento de los mayores de 65 años tiene un nivel alto de competencia lingüística, pero a medida que disminuye la edad, esta competencia es menor. Sólo un 16,7 por ciento de los niños de entre 8 y 12 años domina el idioma. Su uso está reservado al ámbito privado, familiar, social y de actividades tradicionales. El español, en cambio, prevalece a nivel público.

En una escala de 0 a 5, el estudio ubica a la lengua rapa nui en el nivel 3, esto es, «claramente en peligro o amenazada». Si bien los mayores todavía saben el idioma, la transmisión a las nuevas generaciones es mínima.

IDIOMA EN CRISIS

«Si dejamos de hablarle en rapa nui a nuestros niños es como ir archivando nuestro idioma. Sería fatal que la comunidad perdiera esta riqueza. Es nuestra identidad basada en nuestra lengua, toda la información de nuestra cosmovisión, nuestra historia, forma de ser y los sentimientos que significa hablar nuestro idioma», dice Viki Haoa.

Falta de conciencia y de recursos económicos y humanos han dificultado la inmersión del idioma en la educación. «Hoy estamos en un precipicio. Cada vez tenemos menos hablantes. La generación de 30 años preferentemente habla español. Y como menos del 60 por ciento de los adultos le hablamos a los niños en rapa nui, si ellos no lo aprenden, tampoco lo transmitirán», lamenta.

Según un estudio de la UNESCO y el Ministerio de Educación de Chile la lengua rapa nui se encuentra claramente en peligro o amenazada.Según un estudio de la UNESCO y el Ministerio de Educación de Chile la lengua rapa nui se encuentra claramente en peligro o amenazada.

Más de dos décadas trabajó Viki Haoa en un colegio promoviendo la educación bilingüe. Junto con otros miembros de la comunidad creó la Academia Rapa Nui de la Lengua, que impulsa nuevos proyectos. Han ayudado a traducir textos, a crear un diccionario y una guía que recupera nombres de lugares. Además desarrollaron una escritura con letras prestadas del español, más otras siete nuevas para sonidos únicos de esta lengua.

Actualmente, algunas instituciones públicas, como el hospital, cuentan con letreros bilingües, y en colegios se desarrollan talleres de oralidad y cantos rapa nui. Pero no es suficiente. Viki Haoa está convencida de que esta lengua se debe aprender desde la cuna, como primer idioma. Por eso con un grupo de la comununidad inició el año pasado el programa Nido de Idioma, con 15 niños desde un año y medio de edad. Ahora sumarán un segundo grupo de 3 a 4 años.

REVITALIZAR EL RAPA NUI

¿Está el rapa nui condendo a desaparecer? «Los números apuntan a que si no hay acciones radicales, que se enseñe en todos los colegios, que esté presente en las instituciones, haya conciencia en los hogares y se ponga al mismo nivel que el idioma español, es lo que puede ocurrir», dice con preocupación Viki Haoa.

En su afán por proteger y estudiar el idioma, la profesora todavía recurre a fuentes como los trabajos del sacerdote misionero alemán Sebastian Englert (1888-1969), cuyo nombre lleva el museo de la isla. Englert vivió aquí sus últimos 30 años, estudió la cultura y la lengua, escribió un diccionario y una gramática. «Él hizo un gran aporte. Hay muchos conceptos que hoy se han dejado de usar y de vez en cuando uno echa mano del diccionario que él elaboró con los informantes de esa época, para rectificar o ratificar algo», indica.

Nuevas perspectivas se abren con un proyecto de revitalización de la lengua rapa nui, lanzado por el Ministerio de Educación con apoyo de la UNESCO y que se extenderá hasta el año 2021. Se trata de un trabajo conjunto con la comunidad para crear materiales pedagógicos y formar a los docentes que promuevan la preservación del idioma. Esto podría darle nueva vida a este centenario idioma.

Ese es el sueño de los representantes de la etnia rapa nui, como Viki Haoa: «Este es un idioma único, propio de este lugar, lleno de memoria de nuestro pasado. Esa riqueza de siglos y siglos no puede perderse así como así. Hay una lectura de la naturaleza, del entorno y una manera diferente de resolución de problemas, que le da una riqueza enorme a nuestro idioma, además que es la lengua que nos transmitieron nuestros padres y con él, el afecto, que no se puede dejar guardado o botado como si no tuviera valor alguno. Es el alma de este pueblo». (Por Victoria Dannemann, DW)

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