“Compañeras, compañeros. Soy Ana María Gazmuri, y quiero contarles que he decidido renunciar tanto a mi rol como consejera política nacional como a mi militancia a Revolución Democrática”. Así parte la carta que la actriz envió a la colectividad para anunciar su salida de la tienda.
“La exigencia que el actual escenario plantea en defensa de la salud, la dignidad y la seguridad de miles de pacientes, no me permite seguir destinando energías en un escenario partidario plagado de traiciones y manipulaciones, medias verdades y ambiciones personales”, sostiene otra parte de la misiva.
El paso al costado de la actriz se da en el marco de la división que ha causado en Revolución Democrática la ley de cultivo seguro de cannabis, proyecto que modifica el Código Sanitario permitiendo que la receta médica sea una herramienta válida e idónea para la plantación, cultivo y cosecha de plantas sin la posibilidad de detención o incautación. Mientras Ana María Gazmuri, dirigente del partido, es la principal promotora de la iniciativa, el dirigente del Colegio Médico (Colmed) y también militante de la colectividad, Carlos Cuadrado, se opone al proyecto, desatando una tensión dentro del partido.
Sin embargo, a la disputa entre los adherentes de cada una de las posturas dentro del partido, se suma la preocupación que existe en un sector de RD porque exista un eventual conflicto de interés por parte de Gazmuri, quien es fundadora y directora ejecutiva de la fundación Daya, cuestión que ella negó.
La renuncia que se hizo efectiva hoy ante el Servel, fue empujada en parte por esta pugna interna. “Les libero de entender que hay cambios que se vienen que no solo tienen que ver con el uso medicinal de una planta milenaria, sino que se trata de un cambio de paradigmas que afectará a la sociedad”.
Este martes La Tercera PM informaba respecto a la pugna que Gazmuri tenía al interior de la colectividad y que la mantenía tensionada.
También renunció ayer al partido el escritor Pablo Padilla, tras seis años de militancia señalando a través de una misiva a la militancia que “las disputas internas han terminado por consumir más energía que ninguna otra cosa”.
La Tercera
