En una entrevista con la emisora radial Cadena Ser, el presidente en funciones del Gobierno español, Pedro Sánchez, dio por rotas este lunes (15.07.2019) las negociaciones con Podemos, una decisión inesperada que deja en el aire su elección como jefe del Ejecutivo, una votación que se realizará la próxima semana en el Congreso.
El político socialista acusó al líder de Podemos, Pablo Iglesias, de romper la negociación de manera «unilateral”, al convocar el pasado viernes una consulta «trucada” a su militancia sobre los acuerdos antes de que estos se cerraran, con el propósito de justificar su voto negativo, que coincidirá con el de «la extrema derecha”, afirmó. Sánchez da por sentado que Podemos no lo apoyará en la votación.
El mandatario en funciones reveló que el jueves pasado, en una conversación telefónica, ofreció a Podemos la incorporación de personas calificadas que militen o sean parte del entorno de esa coalición, una propuesta que no se había hecho nunca «en 40 años de democracia” a un partido «que salió cuarto» en las elecciones. La respuesta negativa de Iglesias, y el posterior calificativo de «idiotez” que usó para la idea, pusieron la lápida a un posible acuerdo entre las principales fuerzas de la centroizquierda española.
NUEVO ESCENARIO
Si la próxima semana el Congreso rechaza la candidatura de Sánchez, algo previsible a la luz de los hechos, expira el encargo que le hizo el rey de formar gobierno, por lo que el monarca tendría que iniciar de nuevo una ronda de consultas con los partidos para ver el apoyo que darían a un candidato. En este nuevo escenario, las fuerzas políticas «tendrían que hacer movimientos», afirmó Sánchez.
Poco después de conocerse las declaraciones del mandatario en funciones, fuentes internas de Podemos expresaron su sorpresa con lo ocurrido. Los socialistas (PSOE) ganaron las elecciones generales del 28 de abril con 123 escaños, pero no tienen mayoría suficiente en la Cámara (tiene 350 diputados) para que Sánchez sea investido presidente del Gobierno, por lo que necesita el apoyo de otros grupos. Desde los comicios, El PSOE ha considerado a Podemos como «socio preferente”, sin suerte hasta el momento. (DW, El Mundo, EFE)
