El Gobierno del Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aprobó la venta millonaria de aviones de combate F-16 a Taiwán, un programa al cual se opone China y que ahora será revisado por el Congreso estadounidense.
El Pentágono indicó que el programa, por un valor de 8.000 millones de dólares y que incluye la instrucción de pilotos y el mantenimiento de los aviones, pasa ahora a revisión de los comités de Relaciones Exteriores del Senado y de Asuntos Exteriores en la Cámara de Representantes.
El trámite continúa mientras Taiwán busca fortalecer su capacidad de defensa de cara a la creciente expansión militar de China, al tiempo que continúa acentuándose la disputa comercial entre Estados Unidos y China.
La aprobación por parte del Departamento de Defensa coincide con las protestas en Hong Kong, una región semiautónoma de China, y la preocupación porque Beijing ordene una represión militar en la antigua colonia británica.
«Esta venta propuesta apoyará la política exterior y la seguridad nacional de Estados Unidos ayudando a mejorar la seguridad y capacidad defensiva del (país) receptor, que ha sido y continúa siendo una fuerza importante para la estabilidad política, el equilibrio militar y el progreso económico en la región«, sostuvo el Pentágono.
El Gobierno de Taiwán indicó este viernes que comprará hasta 66 aviones de combate F-16V. siendo esta la primera vez desde 1992 que Estados Unidos vende a la isla aviones de este tipo.
La nueva versión de los F-16, llamada Viper, puede portar una amplia gama de misiles aire-tierra de corto y medio alcance, y se le considera mucho más capaz de contrarrestar la amenaza de los aviones de cuarta generación de China, como el Su-35 y el J-10.
A fines de julio, legisladores demócratas y republicanos dijeron que la Administración Trump estaba demorando la venta de los aviones de combate fabricados por Lockheed Martin para no molestar a China, y que usaba la transacción como pieza en la negociación de asuntos comerciales.
El Ministerio de Defensa Nacional de Taiwán había pedido en marzo los aviones F-16 para demostrar su «determinación y capacidad» de defensa, según una declaración entonces del viceministro de Defensa, Shen Yi-ming.
Taiwán también mostró su interés en la compra de aviones F-35B, aparatos de combate supersónicos de quinta generación que tienen la capacidad de despegar en pistas muy cortas y de aterrizar verticalmente.
El senador republicano Marco Rubio, de Florida, elogió la decisión del Pentágono y señaló, en un comunicado que es «un paso importante de apoyo para los esfuerzos de autodefensa de Taiwán».
En julio, el Departamento de Estado aseguró que EE.UU. vendería a Taiwán armamento por valor de 2.200 millones de dólares, en un paquete que incluye tanques Abrams 108 y 250 misiles tierra-aire Stingers. (Emol-EFE)