La máxima autoridad de Carabineros de Chile, Mario Rozas, informó este jueves (12.12.2019) que hay 856 investigaciones sumarias en curso y que «en algunas se ha llegado a la certeza administrativa que hay responsabilidad de carabineros involucrados».
Rozas se refirió explícitamente a casi una decena de casos como el del Liceo 7, donde dos alumnas de secundaria resultaron heridas por disparos de escopetas antidisturbios en el interior de un instituto público, o el del carabinero que utilizó a una menor como escudo humano durante las protestas.
Rozas informó que se aplicarán sanciones de carácter disciplinario desde dentro de la institución que van desde la expulsión del cuerpo policial hasta anotaciones negativas que tendrán impacto en la calificación de los carabineros involucrados.
El general informó también sobre la instauración de una mesa de trabajo con el objetivo de llevar a cabo la modernización de la institución a través de la actualización de los recursos humanos y logísticos y anunció la incorporación de nueva tecnología de armas no letales. La Policía «va a sufrir una optimización que va a afectar la estructura, el funcionamiento y la incorporación de nuevas tecnologías», agregó.
La Fiscalía de Chile entregó a finales de noviembre un balance con 2.670 investigaciones abiertas por violaciones a los derechos humanos solamente entre el 18 de octubre y el 10 de noviembre, menos de la mitad del transcurso del estallido social, que cumple este jueves 56 días.
La crisis social en Chile deja ya al menos 24 fallecidos y 3.449 personas heridas, de las cuales 1.982 habrían sido por disparos de bala, balín, perdigones u objetos no identificados, según datos del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH).
Además, organismos internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos humanos (CIDH) y organizaciones como Amnistía Internacional (AI) y Human Rights Watch (HRW), señalaron directamente la represión de Carabineros como la situación más preocupante en cuanto a presuntas violaciones a los derechos humanos durante las protestas.
DADOS DE BAJA
El tránsito de Carabineros durante la crisis no ha sido fácil. Ha recibido una serie de críticas por su labor en el control del orden público y ha iniciado más de 800 sumarios por situaciones irregulares. Los principales cuestionamientos en esta área recayeron en las unidades de Fuerzas Especiales (FF.EE.) y este jueves el superior de este grupo abandonó Carabineros, en el marco del primer cambio de mando liderado por el general director Mario Rozas.
Si bien durante la mañana de este jueves el jefe policial anunció cambios operativos y estructurales en FF.EE., durante la tarde el oficial adoptó una medida aún más radical: llamar a retiro a cuatro generales, entre ellos el jefe de la Zona de Control y Orden Público, el general Jorge Ávila.
Este cambio era esperable. Había que tener un “fusible”, aseguraron fuentes policiales, y como se anunciaron profundas modificaciones en estas unidades, la salida de Ávila era un paso que se veía venir.
El general Ávila estaba hasta este jueves a cargo de FF.EE., Radiopatrullas y el Grupo de Operaciones Especiales de Carabineros a (Gope).
Sin embargo, en Carabineros también tomaron nota de la existencia de “espaldarazos”. Por ejemplo, se mantuvo en sus funciones al jefe de la Dirección de Orden y Seguridad Nacional, general Ricardo Yáñez. Es el máximo representante de las fuerzas de orden, encargado de los planes preventivos y operativos. Es un nombre clave para el mando.
El otro respaldo, según fuentes de la institución, fue al jefe de la Dirección de Investigación Criminal, general Esteban Díaz. El oficial está a cargo de los departamentos OS-7, OS-9 y el SEBV, unidades que están trabajando en casos ligados a la contingencia y, además, han obtenido resultados investigativos en otras causas, como el fraude en la institución y el caso bombas.
Los otros tres generales que salieron fueron el jefe la Primera Zona Tarapacá; general Rodrigo Vicenci; el jefe de Magallanes y Antártica, general Roberto Machuca, y el director de Planificación y Desarrollo, general Rodrigo Ramos.
Otro cambio importante ocurrió en la Dirección de Inteligencia, repartición reducida en 2017, cuando el entonces general director Hermes Soto intervino esta unidad, tras el escándalo de la Operación Huracán.
Esta vez, el general que estaba a cargo, Patricio Escobar, fue removido para asumir funciones en la Dirección de Planificación y Desarrollo. Su cargo será ocupado por Luigi Lopresi, quien ascendió a general.
Este cambio sería clave, cuentan tanto en Carabineros como en el gobierno. En La Moneda llamó la atención su trayectoria, pues gran parte de su carrera la pasó antes en Inteligencia.
CAMBIO ACOTADO
El próximo domingo el general Rozas cumplirá un año como jefe de Carabineros. El oficial asumió en medio de otro escándalo: la salida de Hermes Soto por el caso Catrillanca.
Cuando salió Soto dejaron la institución otros 10 generales y antes, entre diciembre de 2017 y diciembre de 2018, pasaron a retiro 30 generales. Eran los efectos del fraude, Huracán y Catrillanca. Antes, en 2016, salieron 11 generales.
Según fuentes de Carabineros, este es el cambio más reducido, al menos, desde hace cinco años. Explican los policías que tiene que ver con que este generalato es joven, recién asumido y no está mal evaluado en términos generales.
Para Lucía Dammert, académica de la Universidad de Santiago, “el llamado a retiro fue puntual y responde a que actualmente la institución tiene un alto mando muy joven”.
El senador PPD Felipe Harboe indicó que “la crisis en Carabineros es muy profunda; es muy importante que se mejoren los controles internos y se privilegien los oficiales operativos”.
En tanto, para el diputado RN Gonzalo Fuenzalida, “creo que FF.EE. ha sido sobrepasada y requiere ser rediseñada para poder usar la fuerza sin pasar a llevar los derechos humanos”. (DW, efe, afp, La Tercera)