“Obviamente que no es lo mejor para el Frente Amplio, porque no va a ser pro Frente Amplio”. Con esa frase resume un dirigente del bloque la incertidumbre que se ha generado en algunos sectores de la coalición, ante la aplastante victoria en las primarias de gobernador regional de Valparaíso del independiente e histórico dirigente de Modatima (Movimiento de defensa por el acceso al agua, la tierra y protección del medioambiente), Rodrigo Mundaca.
El activista e ingeniero forestal -quien fue apoyado por RD y por el alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp– se impuso ante las cartas de Convergencia Social, Nataly Campusano y del Partido Liberal, Juan Carlos García, con un 63,92%. Y, además, fue la candidatura más respaldada de toda la coalición, al obtener 18.147 votos, superando a la ganadora de las primarias del bloque de la Región Metropolitana, Karina Oliva (Comunes).
Sin embargo, su victoria provocó diferentes reacciones entre los frenteamplistas e, incluso, un dilema frente a una de las “banderas de lucha” del bloque: la incorporación de independientes y movimientos sociales a la política institucional. En algunas colectividades del Frente Amplio transmiten que existe cierto temor de que, dado que Mundaca no pertenece a las orgánicas del bloque, en el futuro se desligue de las definiciones que adopte la coalición.
En ese sentido, según las mismas fuentes, si bien reconocen que hoy Mundaca es un “fenómeno electoral” para el Frente Amplio, aseguran que se podría convertir en una relación “difícil”. “Ese es un problema que va a tener que ver RD”, dice un parlamentario del bloque.
Asimismo, desde partidos como Comunes -colectividad que apoyó institucionalmente a Campusano- y Convergencia Social, aún resienten las críticas al Frente Amplio que lanzó el dirigente durante la campaña. “No somos parte del consenso elitario del FA. De hecho, somos una candidatura que ha molestado, ha provocado tensión y tácticas bastante impropias de algunos conspicuos del FA, que han intentando mañosamente bajar nuestra candidatura”, dijo Mundaca en noviembre, apuntando a una supuesta intención por parte de los diputados de Convergencia Social, Gabriel Boric, Diego Ibáñez y Gonzalo Winter. Cercanos a los parlamentarios, no obstante, desmintieron esa afirmación.
A su vez, en el bloque aseguran que el candidato a gobernador tiene una relación compleja con algunas colectividades, mientras que desde el Partido Liberal sostienen que no serían “cercanos” al activista. Y un punto que habría marcado esos vínculos, dicen, fueron las declaraciones que realizó Mundaca respecto de la relación de pareja de su adversaria de Convergencia Social con el senador de RD, Juan Ignacio Latorre, las que provocaron la molestia de los frentes feministas.
De hecho, en ese entonces, desde Convergencia Social enviaron una comunicación a sus pares de RD en la región, en las que le expresaron su malestar por las palabras del candidato.
Pese a todo esto, en otros sectores del bloque, especialmente en RD, aseguran que Mundaca representa un logro para el Frente Amplio y que sería la única carta del conglomerado que ahora tendría posibilidad para derrotar a la Unidad Constituyente en alguna gobernación. Asimismo, en los sectores más a la izquierda de la coalición sostienen que la victoria del activista simboliza una de las principales “banderas” de lucha del FA, respecto de que los movimientos sociales compitan dentro de la política institucional.
En ese sentido, algunos dirigentes aseguran que Mundaca representa “lo que el FA debe apostar a representar”.
“Vemos con buenos ojos que un dirigente social de la lucha medioambiental como Rodrigo Mundaca trabajen junto al FA y disputen la institucionalidad, porque si bien existieron roces propios de la campaña, que damos por superados, estamos enfocados en que el FA gane en Valparaíso y en todo Chile de la mano de las organizaciones sociales”, sostuvo la presidenta de Convergencia Social, Alondra Arellano.
A su vez, consultado al respecto, Mundaca aseguró que “durante la campaña se plantearon algunas hipótesis o se levantaron algunas etiquetas como, por ejemplo, decir que nosotros si ganábamos íbamos a ser ingobernables. Y que bueno que se mantenga esa incertidumbre. Si la gobernabilidad significa hoy no impulsar las transformaciones que se requieren, no impulsar aquellas demandas que están anidadas en el pueblo de los trabajadores, si la gobernanza significa eso, nosotros vamos a ser ingobernables, sin duda”.
Y agregó: “¿Nuestra primera responsabilidad con quién la tenemos? No la tenemos con los partidos, la tenemos con el pueblo trabajador, con el pueblo que nos apoyó en las elecciones”. (La Tercera)
