Si la semana pasada eran mayoría en el oficialismo y el Gobierno los que pensaban que la salida del ministro de Obras Públicas era inminente, luego que en sus declaraciones judiciales los dueños de Penta reconocieran el pago al secretario de Estado para saldar deudas de campaña, el escenario al parecer habría cambiado radicalmente estos días. En La Moneda se evalúa no sumarlo al cambio de gabinete que debería hacer la Presidenta Michelle Bachelet los próximos días, por considerar que con ello solo se legitimaría la lógica del empate que ha tratado de imponer la UDI para sortear el infierno político que vive por las boletas ideológicamente falsas.
La semana pasada los jerarcas de Penta, Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín, afirmaron ante los fiscales del caso –Carlos Gajardo y Pablo Norambuena– que un cercano a Undurraga les pidió ayuda financiera debido a que la figura DC había terminado con deudas con la fracasada carrera senatorial por Santiago Poniente. Los dueños del holding reconocieron que no habían usado el estudio –“Estadísticas comunales de empresas por tramos de la Región Metropolitana”– que se le compró por un monto de 4 millones de pesos a la Fundación Ciudad Justa, que lideraba el ministro.
Al conocerse el contenido de dichas declaraciones, abundaron los rumores de una renuncia de Undurraga, alimentada por la opinión generalizada en el oficialismo, incluyendo a autoridades de Gobierno, que consideraban que políticamente estaba en un muy mal pie y sin salida posible. Es más, se insistía en que “Helia Molina salió de su cargo por mucho menos”, aludiendo a la salida de libreto de la ex ministra de Salud cuando habló de los abortos en “clínicas cuicas”.
Es más, en La Moneda se sabía y comentaba que había una suerte de orden presidencial de tener a Undurraga “lejos” de la Mandataria, lo que en términos prácticos había significado que el ministro no estuviera en pautas con la Presidenta. Pero eso cambió el fin de semana, Bachelet decidió llamar al secretario de Estado y sumarlo a la gira por Puerto Williams y Porvenir que hizo entre este domingo 11 y el lunes 12 de enero, lo incorporó en todas las actividades en terreno que allí realizó e, incluso, en cada una le decía públicamente “ministro, levante la mano para que lo conozcan”.
El mismo domingo, el ministro de Obras Públicas se refirió a su situación en la gira y reiteró que “aquí hay un estudio que se vendió, que se realizó y que todo se ha hecho de manera correcta y legal”.
A todas luces, reconocen en el Gobierno, eso fue una señal de respaldo a Undurraga. “Está afirmándose”, agregó un dirigente de la DC, mientras que en Palacio se reconoce que considerando que jurídicamente el ministro no tiene ningún problema con el caso Penta, es “altamente probable que no lo saquen en este cambio de gabinete”.
En el Ejecutivo y en el oficialismo afirman que Undurraga puso su cargo a disposición la semana pasada, pero que no se le aceptó y en la DC acotan que también habló de dar un paso al costado con el timonel, Ignacio Walker –para “no ensuciar al partido ni al Gobierno”–, quien también habría descartado dicha opción.
Agregan que el ministro conversó “a solas y de manera muy franca” con la Presidenta Bachelet –lo que coincide con las versiones que lo vieron la semana pasada ingresar y salir de La Moneda por el subterráneo– y que lo mismo habría hecho aparte con el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo.
“Los tres lo apoyan”, precisó un asesor de Palacio que conoce de dichas conversaciones. Se reconoce que el ministro fue poco hábil políticamente cuando recién estalló el Pentagate y que La Moneda “se desayunó” en un par de ocasiones con información que desconocía, pero que “ha ido reparando esos errores”.
En el Ejecutivo coinciden en que Bachelet sería reacia a sacar al ministro de Obras Públicas, porque lo considera “un error”, que se habría convencido de que si lo hace “dejaría al Gobierno a la par de la UDI, al mismo nivel” y que no está dispuesta –recalcan– a que su administración ni la Nueva Mayoría “paguen costos políticos” junto con el gremialismo en el marco del caso Penta.
Asesores de Palacio precisan que la salida de Undurraga implicaría ceder en bandeja al gremialismo la estrategia del empate político y que “sería más importante eso que el desfile gremialista por los tribunales”, dado que varias de sus figuras más relevantes están jurídicamente en las cuerdas, la que no sería, a su juicio, la situación en la que se encuentra el ministro.
El viernes de la semana pasada, cuando llovían los rumores de una eventual renuncia de Undurraga, el senador DC Andrés Zaldívar salió públicamente a respaldarlo. En entrevista conCNN dijo que tenía “plena confianza en la honorabilidad y en lo que ha sido la conducta política de Alberto Undurraga (…) me quedo más que nada con las declaraciones que ha hecho en el sentido que él no desconoce que se ha hecho un aporte, o se contrató un estudio a una fundación a la que él pertenecía. Sin embargo, él mismo ha dicho que había dejado de pertenecer a esa fundación y que la información que tiene de parte de quienes son parte de esa fundación es que el estudio se ha hecho. Ahora, hay una declaración de la gente de Penta que dice que no se habría ocupado, bueno, ese es un tema que tiene que precisar el tribunal”.
La performance del histórico senador es coincidente con lo que señalan en la DC acerca de quienes están respaldando a Undurraga, entre los que se encuentra Zaldívar, además de varias figuras del “principado” de la falange, como el Intendente Claudio Orrego, la alcaldesa de Peñalolén, Carolina Leitao, y los diputados Sergio Espejo y Jaime Pilowsky.
La cercanía del ministro DC con Walker hace casi obvias las gestiones que ha realizado el timonel, que según cuentan han sido “conversaciones informales con La Moneda sobre este tema”.
Sin embargo, en la falange recalcan que no todo el partido está cuadrado con Undurraga, que “solo los príncipes” lo respaldan, pero que el resto de la colectividad “lo soltó” y consideran un riesgo mantenerlo en el gabinete, ya que si uno de los fiscales decide llamarlo a declarar, quedaría en una compleja situación como secretario de Estado.
Afirman que, a pesar de todo, Undurraga mantiene su cargo a disposición, que está a la espera de lo que resuelva La Moneda, mientras que desde la DC recalcan que no sacarlo “es un riesgo que debe tomar el Gobierno, no el partido”. (El Mostrador)