“Esta será nuestra nueva normalidad. Y los efectos que estamos viendo del cambio climático son la crisis de nuestra generación”, dijo a CNN el domingo la directora de la Agencia de Estados Unidos para el Manejo de Desastres (FEMA), Deanne Criswell, luego de que una serie histórica de tornados matara a decenas de personas en Kentucky y otros estados y dejaran pueblos en ruinas a lo largo del medio oeste del país.
“Estamos haciendo muchos esfuerzos en la FEMA para trabajar con las comunidades para ayudar a reducir los impactos que estamos viendo de estos eventos climáticos severos y ayudar a desarrollar proyectos en todo el sistema que pueden ayudar a proteger a las comunidades”, señaló Criswell, quien destacó que la gravedad, duración y magnitud de las tormentas a estas alturas del año “no tienen precedentes”.
Un día antes, el Presidente Joe Biden dijo que era demasiado pronto para saber el efecto específico que tuvo el cambio climático en las tormentas de esta semana, si bien aseguró que el calentamiento global provoca que los fenómenos meteorológicos sean cada vez “más intensos”. El demócrata aseguró que le pediría a la Agencia de Protección Ambiental (EPA) una evaluación al respecto.
Los meteorólogos, apunta el diario El País, han resaltado lo sorprendente de su virulencia en una época del año en la que estos fenómenos atmosféricos son muy raros. Es durante los meses de abril y mayo cuando los tornados recorren los estados del medio oeste americano, en cantidades entre los 220 y los 260, respectivamente. Apenas se dan una veintena de ellos en diciembre, según cifras de la agencia de meteorología estadounidense. Tampoco eran habituales las temperaturas que se vivían el pasado viernes y sábado en Kentucky, cercanas a los 25 grados centígrados.
Sin duda, señala el periódico, se trata de una anomalía, por la época del año, la longitud asolando comunidades y la fuerza destructiva de la serie de tornados que afectó a Kentucky, Tennessee, Arkansas, Illinois, Mississippi y Missouri. Datos de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) muestran que cada año alrededor de 1.200 tornados golpean el país.
El Servicio Meteorológico Nacional de EE.UU. recibió el viernes informes de 37 tornados en Arkansas, Illinois, Kentucky, Missouri, Mississippi y Tennessee. Según la BBC, el más devastador de los tornados de este fin de semana fue bautizado como el Quad-State, que atravesó Arkansas, Missouri, Tennessee y Kentucky. Los reportes indican que tenía 1,2 km de ancho y viajó por más de 402 km, considerablemente más lejos que la distancia de Londres a París.
Si esto se confirma, dijeron científicos al diario The Wall Street Journal, podría romper un récord de la trayectoria de tornados más larga que se estableció en 1925, cuando un solo tornado viajó 352 km a través de partes de Missouri, Illinois e Indiana. En promedio, los tornados tienen 45 metros de ancho y viajan solo unos pocos kilómetros, según el Servicio Meteorológico Nacional de EE.UU.
Si bien la cadena británica destaca que se han registrado muchos más tornados en los últimos 20 años que en los 20 anteriores, admite que parte de esto se debe a un mejor seguimiento. A medida que han mejorado los métodos de recopilación de datos, se han detectado tornados menos severos de manera más consistente.
“Para un ojo inexperto, puede parecer que estamos teniendo más de estos eventos, pero en realidad lo que está sucediendo es que tenemos herramientas mucho mejores para identificar tornados relativamente más débiles”, dijo a la BBC la Dra. Jana Houser, profesora de meteorología en la Universidad de Ohio.
Sin embargo, los grupos de tornados -cuando seis o más comienzan con seis horas de diferencia entre sí- son cada vez más probables. Y aunque ahora hay menos días con tornados -en promedio alrededor de 100 en comparación con 150 en la década de 1970- hay más tornados en estos días, señala el medio británico.
La creciente cantidad de cúmulos de tornados “claramente implica que los patrones de la atmósfera han cambiado”, dice Harold Brooks, investigador del Laboratorio de Tormentas Severas de la NOAA en Norman, Oklahoma. “Esto puede estar relacionado con el cambio climático, pero no podemos llegar a una conclusión completa”, indicó a la BBC. “Es plausible, pero no tenemos todos los eslabones de la cadena para hacer la conexión”, comentó el científico a The Wall Street Journal.
En un informe sobre el calentamiento global publicado a principios de este año, el Panel Intergubernamental de Cambio Climático de las Naciones Unidas predijo que el aumento de las temperaturas como resultado de las emisiones de gases de efecto invernadero desencadenaría eventos climáticos extremos, como huracanes más poderosos y lluvias intensas. Pero en ausencia de datos confiables, el panel se negó a atribuir cualquier cambio en la frecuencia o gravedad de los tornados al calentamiento global, consigna el diario estadounidense.
El Presidente Biden, quien declaró la noche del domingo el estado de “desastre mayor” en Kentucky, anunció ayer que viajará a ese estado el miércoles para inspeccionar los daños causados por los tornados allí. El gobernante había calificado las inclemencias como “una de las peores series de tornados” en la historia del país.
El mandatario viajará primero a Ft. Campbell para recibir un informe sobre las operaciones de rescate, informó la Casa Blanca. De allí se dirigirá a dos localidades afectadas por el desastre: Mayfield y Dawson Springs. El demócrata aclaró que está en consultas con los responsables locales para asegurar que su presencia no entorpezca las labores de emergencia.
El balance de muertos que dejó una histórica serie de tornados en Estados Unidos subió a 79 ayer. Las mayores consecuencias se registraron en el estado de Kentucky, donde el gobernador, Andy Beshear, informó que hasta el momento han sido confirmados 65 fallecidos, mientras que 105 personas siguen desaparecidas. “Pueden pasar semanas antes de que tengamos un conteo final tanto de muertes como de niveles de destrucción”, lamentó el gobernador. En la cadena CNN, Michael Dossett, coordinador de ayuda de Kentucky, había comparado la situación con “la visión de una zona de guerra”.
En tanto, entre el viernes y el sábado pasados se registraron al menos 14 muertes en otros cuatro estados vecinos: Tennessee, Illinois, Missouri y Arkansas, informó France Presse. En la ciudad de Edwardsville, en el sur de Illinois, seis personas fallecieron en una planta de la gigante Amazon donde estaban en el turno de noche procesando pedidos antes de Navidad. (La Tercera-Reuters)