El próximo lunes, la Fiscalía Oriente liberará el expediente que incluye las declaraciones que los controladores de Penta, Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín, realizaron el 5 y 6 de enero pasados.
Las revelaciones contenidas en la carpeta -que fueron decretadas secretas por 20 días tras los interrogatorios efectuados por más de ocho horas cada uno- generan inquietud al interior de la UDI.
En los últimos días, integrantes de la mesa, parlamentarios y abogados ligados al partido han cruzado información que circula en torno a las afirmaciones de ambos ejecutivos.
Existe conciencia entre los involucrados de que los dueños de Penta revelaron al fiscal el detalle de las irregularidades tributarias y en los aportes a campañas políticas, -“con nombres y apellidos”, como retrata un alto personero UDI-, apuntando a conseguir atenuantes en caso de optar a juicio abreviado.
En ese sentido, para enfrentar lo que sigue del caso, la directiva comandada por Ernesto Silva activó una nueva etapa en su estrategia, suponiendo que la próxima será una de las semanas más complejas de la crisis.
En la mesa asumen casi con certeza que Silva no aparece involucrado en las declaraciones. Sin embargo, temen que su debilitamiento al mando del partido se vea agudizado por la confirmación y la divulgación de detalles sobre eventuales ilícitos que involucran a figuras relevantes del partido.
Por ello, la UDI insistirá en separar a la colectividad de las responsabilidades individuales de cada uno de los involucrados. “A medida que avanza la investigación, los procesos se tienen que canalizar cada vez más en la institucionalidad y menos en la arena política”, afirma el secretario general UDI, Javier Macaya, respecto de lo que enfrentará el partido en los próximos días.
Varias versiones al interior del partido afirman que el fiscal Carlos Gajardo ahondó en ambos interrogatorios en las afirmaciones del ex gerente Hugo Bravo, quien aseguró haber entregado para la campaña presidencial de Pablo Longueira una suma cercana a los $ 140 millones en dinero en efectivo.
Según versiones que se manejan al interior de la UDI, Délano y Lavín habrían admitido aportes y una transacción financiera para destinar recursos a la campaña del ex candidato. Délano y Lavín habrían asegurado, sin embargo, que Longueira no habría solicitado los aportes y que nunca se le entregó, como aseguró Bravo, dineros para que “viviera después que se bajara como candidato”.
El tono de las declaraciones -que para varios podría derivar en una citación de comparecencia a la fiscalía del ex ministro aunque, aunque sin efectos jurídicos relevantes-, es uno de los escenarios comunicacionales complejos que por estos días prevé la UDI.
Del mismo modo, las revelaciones en torno a la figura de Jovino Novoa -quien fue citado a declarar por supuesta triangulación de fondos para campañas desde su sociedad Inversiones y Mandatos- es otros de los conflictos que se avizoran. Según explican personeros, Délano y Lavín habrían confirmado y detallado la manera en que Penta y el ex senador destinaban fondos a campañas. Novoa necesita conocer esas declaraciones para prepapar su defensa. “Voy a prestar declaración ante el fiscal una vez que tenga conocimiento completo del expediente”, dijo la semana pasada. (La Tercera)