Cámara de Regiones sin lista de atribuciones llega a borrador de nueva...

Cámara de Regiones sin lista de atribuciones llega a borrador de nueva carta

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El pleno de la Convención Constitucional rechazó la mayor parte de los artículos que esbozan el diseño del Congreso de Diputadas y Diputados, una parte fundamental de la propuesta, y aprobó en cambio la existencia de la Cámara de las Regiones.

El artículo visado establece que «la Cámara de las Regiones es un órgano deliberativo, paritario y plurinacional de representación regional encargado de concurrir a la formación de las leyes de acuerdo regional y de ejercer las demás facultades encomendadas por esta Constitución. Sus integrantes se denominarán representantes regionales».

Esta logró 104 votos a favor, 42 en contra y 6 abstenciones.

Unos momentos después se rechazó la norma que determina la integración de esta Cámara, y la prohibición de esta de fiscalizar actos de Gobierno. Previamente, el pleno rechazó por solo un voto el artículo que enumeraba las materias de ley que la Cámara de las Regiones podrá tramitar.

En cambio, no alcanzaron los votos para aprobar la definición del Congreso -un órgano «deliberativo, paritario y plurinacional que representa al Pueblo»– (102-31-18), ni la regla de paridad para este (89-40-22), ni su composición, que es no inferior a 155 miembros (73-62-15), y tampoco pasaron la vara las atribuciones exclusivas que tendría esta nueva Corporación (88-46-16).

En el caso de las atribuciones, no estuvieron los votos de Vamos por Chile, tampoco del Colectivo Socialista, cuyos miembros se abstuvieron o rechazaron; ni del Colectivo del Apruebo, ni de algunos INN y otros convencionales de la Coordinadora Plurinacional.

Lo único que logró aprobarse y llegó al borrador de nueva Constitución sobre el Congreso de Diputadas y Diputados (104-42-2) es la norma que consagra que este tendrá por función «fiscalizar actos del Gobierno», para lo que puede adoptar acuerdos o sugerir observaciones y transmitirlas al Presidente, solicitar antecedentes y crear comisiones especiales investigadoras a pedido de al menos 2/5 de los congresistas en ejercicio.

No obstante, aún resta votar todo el articulado sobre el proceso de formación de la ley, que entrega más detalles del rol que tendrá cada una de las instituciones en el Poder Legislativo.

JACKSON: «UNA PARADOJA»

El ministro de la Segpres, Giorgio Jackson, calificó como una «paradoja» que el Pleno de la Convención Constitucional rechazara la mayor parte de los artículos que esbozan el diseño del Congreso de Diputadas y Diputados y aprobara la existencia de la Cámara de las Regiones, destacando al mismo tiempo que aún queda trabajo por hacer para que se pueda llegar a acuerdos.

El secretario de Estado que estaba en el Congreso participando de la discusión del proyecto alternativo al denominado «quinto retiro» dijo que «se da una paradoja la verdad, porque se aprobó la Cámara de las Regiones, pero se rechazó la Cámara de Diputados y Diputadas, no alcanzó los votos».

«Entonces para que la gente igual lo entienda, vuelve a la comisión para que se le puedan hacer los ajustes para después volver al Pleno, es parte del procedimiento», agregó.

El ministro Jackson sostuvo que la «paradoja» radica en que se dio el escenario contrario al que se había conversado, pero «eso refleja que no significa que se acaba acá el proceso, probablemente falta ajustar algunas piezas para que se lleguen a acuerdos y yo me imagino que cada vez han ido convergiendo hacia una propuesta que refleje la mayor amplitud posible».

ELIZALDE: «NO CUMPLE ESTÁNDAR DE REGULACIÓN COHERENTE»

Durante la tarde de este miércoles, el presidente del Senado, Álvaro Elizalde (PS), cuestionó la aprobación en la Convención Constitucional de la existencia de la Cámara de las Regiones, entidad que supondría el fin de la Cámara Alta.

«Yo he dado a conocer mi punto de vista en torno a la necesidad de que existan contrapesos necesarios propios de una democracia, más aún cuando en la Convención se ha construido una mayoría para mantener un régimen de carácter presidencialista y en ese contexto hemos insistido en que la existencia de una Cámara que represente a los ciudadanos, y a su vez una que represente a los territorios, es una forma adecuada para que exista un contrapeso que permita que siempre se respeten de manera irrestricta los derechos, como corresponde a toda democracia», comenzó señalando al respecto.

Sin embargo, manifestó que «la verdad es que con lo aprobado hoy día, más allá de la propuesta original, cuesta formarse una opinión de fondo, toda vez que se aprobaron retazos de la propuesta original, no del todo coherente y con muchas materias que no están del todo reguladas. No se establecen cuáles son las competencias que le corresponden a las distintas cámaras, hay norma respecto de su composición que tampoco fueron aprobadas».

En ese sentido, señaló que «si bien esta es una discusión preliminar, da una señal de alerta respecto de cómo se está llevando adelante este proceso, y por cierto que lo que hoy se aprobó no cumple con el estándar mínimo de ser una regulación coherente para tener un adecuado sistema político conforme corresponde a nuestra democracia».

En la misma línea, el también senador José Miguel Insulza (PS) expresó que «el problema que se está planteando hoy va más allá de si hay Senado o no hay Senado. La pregunta es si habrá una forma de gobierno o no, porque la mayor parte de los artículos han sido rechazados».

«Efectivamente hay un artículo aprobado que dice que se crea una Cámara de las Regiones, hay un artículo aprobado que dice que la Cámara tiene facultades fiscalizadoras, pero al mismo tiempo está rechazado el artículo de la Cámara y esto da cuenta de una situación complicada (…) aquí no se está creando ninguna forma de gobierno. Me parece muy evidente que esta Convención no tiene una idea clara respecto de la forma de gobierno. Este es su segundo fracaso consecutivo y ya debería empezar a preocuparnos», añadió.

Asimismo, expuso que «a mí me preocupa lo que está pasando en el país, porque si dicen que va a haber una sola Cámara y está bien, si dicen que dos, también, pero aquí no hay ninguna. No se ha aprobado ninguno de los artículos relativos a la Cámara (…) El tiempo está corriendo y quedan pocos meses y aún se sigue en la misma discusión. Creo que ha llegado el momento de reflexionar en el país respecto de la forma en que estamos organizando nuestro Estado«.

Desde la oposición la senadora Paulina Núñez (RN) sostuvo que se trata de «una mala noticia para Chile, es un retroceso en nuestra institucionalidad, un golpe a la democracia y una mala utilización del regionalismo que tanto hemos defendido sin colores políticos en este Congreso Nacional y precisamente en el Senado».

Enfatizó que «eliminar el Senado es dejarnos sin contrapeso, más allá de quien esté gobernando y difícilmente vamos a poder avanzar con acuerdos si ese gobierno que está de turno va poder hacer y deshacer porque se va encontrar con sólo una cámara con la cual entenderse y porque una eventual mayoría circunstancial puede rápidamente modificar su opinión en el marco de una negociación».

Por su parte, el presidente de RN, Francisco Chahuán, subrayó que «el Senado ha sido institucionalmente el lugar donde mejor se han representado a las regiones, a diferencia de la Cámara de Diputados y Diputadas, que es esencialmente política» y por eso «hacemos el llamado a que impere la racionalidad para que tengamos una institucionalidad democrática fortalecida«.

«No se trata de reinventar Chile cada cuatro años por mayorías circunstanciales, sino de fortalecer nuestra democracia. No estamos defendiendo nuestros trabajo (en mi caso estoy de salida), sino la tradición republicana del país de 200 años, que ha permitido mejorar nuestra institucionalidad democrática y un sistema de contrapesos que es esencial en los regímenes presidenciales», concluyó.

Mientras que el senador Kenneth Pugh cuestionó que «al eliminarse el Senado las regiones van a perder todo su poder para influir en leyes nacionales, como las relacionadas con seguridad, inmigración, pensiones, salud, empleo y educación, que son las prioridades nacionales. Por primera vez el senado tiene 50 senadores y senadoras, de los cuales solo 5 son de Santiago y el 90% hoy son de regiones. Por lo tanto, con esta medida el poder se va a concentrar en Santiago y será absoluto, relegando a las regiones a ser insignificantes políticamente». (Emol)

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