Las autoridades chinas preparan un recorte en las tasas de interés, aumentarán la liquidez y tolerarán cierta debilidad del yuan para asegurar que la economía crezca cerca del 7% este año.
Así lo revelaron fuentes cercanas al ejecutivo chino, que tomará estas medidas mientras intenta combatir la deflación y mantener el empleo lo suficientemente fuerte como para seguir impulsando reformas.
Un crecimiento cercano al 7%, que se espera sea oficial como el objetivo para 2015 en marzo cuando se reúna el Parlamento, es considerado como el mínimo necesario para evitar que suba el desempleo.
Se trata de un importante objetivo político mientras los líderes acostumbran a la gente a una «nueva normalidad» de crecimiento más lento pero sostenible.
Pese a que los máximos dirigentes chinos descartan en público la puesta en marcha de grandes medidas de estímulo, dejar que la economía pierda más impulso podría generar un aumento del desempleo e impagos de deuda de gobiernos locales y empresas.
CRECIMIENTO SOSTENIBLE
El gobierno quiere imprimir un ritmo más sostenible a la economía animando a que el capital se aleje de las compañías estatales y acuda al más eficiente sector privado, reformando el sistema fiscal y liberalizando las tasas de interés.
El recorte en las tasas busca reducir el costo del crédito, así como aminorar aún más la cantidad de dinero que los bancos deben mantener en reserva, con el objetivo de añadir más fondos al sistema financiero.
Economistas familiarizados con el proceso esperan para este año uno o dos recortes más de tasas, así como otros cuatro encajes bancarios, para ayudar a compensar la reducción de fondos en el mercado por salidas de capital. (Pulso-Reuters)
