Recriminaciones públicas enfrentan al diputado independiente Gabriel Boric con sus pares de la Nueva Mayoría y con el Gobierno a propósito de la tramitación de la reforma laboral impulsada por el Ejecutivo.
El martes por la tarde la Comisión del Trabajo de la Cámara de Diputados, de la que forma parte Boric, votó y aprobó en general el proyecto de reforma laboral; el «Proyecto que Moderniza el Sistema de Relaciones Laborales».
La sesión contó con la presencia de la ministra del Trabajo y Previsión Social, Javiera Blanco, y su par de Hacienda, Alberto Arenas.
En la votación se manifestaron a favor los parlamentarios oficialistas presentes: los socialistas Osvaldo Andrade y Denise Pascal, el comunista Lautaro Carmona, los PPD Tucapel Jiménez y Cristián Campos, y los DC René Saffirio y Patricio Vallespín; mientrasvotaron en contra los UDI Ramón Barros, Felipe de Mussy, Patricio Melero y Nicolás Monckeberg, además de Boric.
En conversación con El Diario de Cooperativa la ministra Blanco destacó esta mañana la aprobación en general de la iniciativa, asegurando que este proyecto «tuvo un trabajo prelegislativo bien intenso» y se presentó «habiendo escuchado a todo el mundo».
«Éste es un proyecto que, por cierto, reescribe el Libro IV (del Código del Trabajo, referente a la negociación colectiva). Estamos hablando de 111 artículos escritos de nuevo, de una política pública que impacta un tema súper importante, que es cómo los trabajadores y empleadores se entienden en el mundo de la negociación colectiva.Cuando uno habla de un proyecto de esa envergadura, es obvio que la gente va a tener opiniones y observaciones, y muchas veces diferencias en algunos puntos. Bueno, eso es parte del proceso«, dijo Blanco antes de lamentar que «muchas veces la gente quizás extrema un poco la postura, (…) entonces pareciera ser que hay un rechazo».
En dicho sentido, Blanco llamó a «diferenciar a aquéllos que hacen observaciones para mejorar y avanzar, y otros que hacen las críticas para detener. Aquéllos que quieren detener tendrán que explicar entonces que lo que ellos quieren es quedarse con una ley que fue dictada en dictadura, en 1979, hace 35 años».
«Aquí lo único que no puede pasar es que alguien diga: ‘No quiero hablar de este tema, quiero cerrarle esta puerta a los trabajadores’. Eso, lamentablemente, ocurrió con el diputado Boric y con los parlamentarios de la derecha«, aseveró la secretaria de Estado.
La ministra destacó que, en contraste, «los parlamentarios de la Nueva Mayoría dijeron: ‘Aprobemos la idea de legislar y avancemos, mejoremos’. Gracias a los siete votos de los parlamentarios de la Nueva Mayoría vamos a poder entrar al debate particular y tomar esas observaciones e incorporarlas».
«No hay que tener susto a mejorar las cosas, (pero) mejorar y avanzar en relación con el proyecto que está presentado«, subrayó, aseverando que el Gobierno ha «escuchado al mundo sindical».
«Sólo el primer paso»
Lo dichos de la ministra del Trabajo coinciden con lo que planteó tras la sesión elpresidente del Partido Socialista, Osvaldo Andrade, quien afirmó que «se puede estar en contra de algunos puntos de esta legislación, pero lo que no puede pasar es que se esté en contra de debatir el proyecto».
«En Chile hay dos formas de evitar que no exista reforma laboral. La primera, es eludir la discusión del tema y, la segunda, es votando en contra del proyecto en general. Por eso,es lamentable que existan parlamentarios que se nieguen al debate (…) Uno puede entender que algún parlamentario encuentre que este proyecto es insuficiente, pero para eso está el Parlamento, para debatir e intentar seducir con las ideas que uno quiere que contenga el proyecto. Pero no puede pasar que se nieguen de plano a la discusión«, insistió Andrade, ex ministro del Trabajo.
«Si alguien estima que sólo se ha escuchado a los empresarios y entiende que esta reforma no los satisface, tiene tiempo para trabajar en el proyecto. Si este es sólo el primer paso«, indicó el timonel PS.
UNA BOFETADA
La intervención de Gabriel Boric en la sesión estuvo marcada por su emplazamiento a los ministros Arenas y Blanco. El ex líder estudiantil afirmó que el Gobierno «no ha escuchado a los trabajadores», sino sólo a los gremios empresariales y centros de estudio de la derecha.
«Yo creo, ministra y ministro -y lo digo enojado, pero de buena fe (…)- que están demasiado acostumbrados a la política binominal. Sólo discuten con la derecha, sólo discuten entre ustedes, entre amigos, pero a la hora de discutir con propuestas que no han venido de esos sectores, de los sectores tradicionales de la política, sencillamente (muestran) sordera», expresó Boric.
«Lo que yo quiero plantear es que el debate no es solamente entre ustedes. Sus exposiciones, ministro Arenas y ministra Blanco, son una bofetada a quienes, desde el sindicalismo y también desde posiciones de izquierda -que son legítimas- hemos planteado visiones diferentes sobre el tipo de reforma laboral que necesitamos«, declaró el ex presidente de la FECh.
«Yo me pregunto, después de escucharlos hablar: ¿Vino acá José Luis Urgarte? ¿Vino acá la CUT? ¿Estaban presentes cuando vino la CUT? ¿Escucharon los asesores del Gobierno cuando vino la CUT, cuando vino la Fundación Nodo XXI, lo que planteó la Fundación Sol? Porque de nada de esos planteamientos –que son una visión diferente de la del empresariado y diferente de los centros de estudios de derecha- se hace cargo el Gobierno. Los únicos que defendieron la reforma tal como está planteada fueron ustedes», espetó el diputado por Magallanes ante los titulares de Trabajo y Hacienda.
Boric presentó ante la Comisión una declaración firmada por más de 40 asociaciones sindicales de todo Chile, además de Nolberto Díaz, vicepresidente de la CUT, que rechazan la iniciativa de La Moneda.
El texto -suscrito por el propio Boric y el también independiente Giorgio Jackson – acusa «restricciones a la negociación colectiva, criminalización del derecho a huelga y poco espacio» para que los sindicatos contribuyan al desarrollo de la ley.
En su intervención Boric recordó también la exposición de María Ester Feres, que fue directora del Trabajo durante el Gobierno de Ricardo Lagos ante la instancia parlamentaria: «María Ester Feres dijo explícitamente que éste era un proyecto ‘pro empresarial’. ¿Dónde se hacen cargo de esa crítica?«.
Recordó también que «el vicepresidente de la CUT (Nolberto Díaz) dijo textual: ‘El proyecto laboral, tal como está, es un retroceso, y sin cambios esta reforma profundiza el Plan Laboral (de José Piñera)'», mientras «el secretario general de la CUT (Arturo Martínez) dijo que este proyecto es ‘un amarre al movimiento sindical'».
«(En el Gobierno) dijeron que iban a escuchar las propuestas, pero no respondieron ninguna que no fuera de los empresarios, salvo el tema de las prácticas antisindicales cometidas por los trabajadores. En el fondo nos entregan un candy para que después algún sector de la CUT salga aplaudiéndolos y nosotros digamos: ‘Ah, escucharon a los trabajadores’. Yo no me compro eso, porque acá no se ha escuchado a los trabajadores (…) Los trabajadores organizados no están de acuerdo con este proyecto», manifestó Boric.
«Ministro, no nos vengan con cuentos, por favor, porque el Gobierno no está dispuesto a hacer cambios sustantivos (…) Van, al final del día, a pasar la máquina«, agregó el parlamentario momentos antes de anunciar su voto contrario.
«Voy a votar en contra, porque creo que no hay disposición del Gobierno a realizar cambios significativos, y me parecería una deshonestidad que alguien dijera que no quiero hacer una reforma laboral o que no quiero legislar sobre una reforma laboral, pero ésta no es la que quieren los trabajadores, y ojalá que el PC –Lautaro (Carmona), te lo digo a ti– responda a esto y recoja lo que han planteado los trabajadores«, finalizó el dirigente de la Izquierda Autónoma. (Radio Cooperativa)