A principios del año pasado, Juan Luis Ossa (41) tomó su celular y llamó a Evelyn Matthei (70). Sin mayores rodeos, le explicó que estaba interesado en postular como candidato al segundo proceso constituyente y que le solicitaba su apoyo, ya que en el proceso anterior había quedado fuera de la Convención por la regla de paridad.
La respuesta fue positiva. Y fue el inicio de una relación de trabajo que hoy tiene al historiador como uno de los hombres clave del círculo de la candidata mejor aspectada de la centroderecha de cara a la presidencial 2025.
Hablan todas las semanas, se reúnen en sus respectivas casas, han viajado juntos a regiones -Los Lagos y Antofagasta- y Matthei le encargó a Ossa coordinar el trabajo programático de Chile Vamos para las elecciones regionales y municipales, como primera fase. Y la plataforma presidencial, en una segunda. Para eso, a fines de febrero Ossa dejó su cargo como investigador en el Centro de Estudios Públicos (CEP) y se radicó en Horizontal, ligado a Evópoli, desde donde tendría mayor libertad para trabajar en política.
Muchos políticos, entre ellos, el expresidente Sebastián Piñera, habían manifestado cierta preocupación al ver que la alcaldesa de Providencia no tenía equipos programáticos trabajando, e incluso le habría ofrecido poner a disposición su aceitado engranaje de colaboradores, lo cual no se habría concretado.
El plan programático acordado por Matthei y los partidos de la coalición -y que Ossa se encuentra ejecutando desde fines de marzo- fue convocar a los principales centros de estudios del sector -Fundación Jaime Guzmán, Horizontal, Idea País e Instituto Libertad- para elaborar una batería de propuestas, a partir de cuatro ejes: seguridad pública, reactivación económica, calidad de vida y transparencia.
Esta fórmula de colaboración con los think tanks les permitiría trabajar en conjunto con la UDI, Renovación Nacional y Evópoli -a pesar de que estas dos últimas colectividades aún no deciden oficialmente su apoyo presidencial-. La idea es sumar a otros centros de pensamiento, como Libertad y Desarrollo, que esperará el resultado de las primarias o la primera vuelta antes de embarcarse en una candidatura.
“La decisión es que los centros de estudio tengan un rol preponderante en la generación de propuestas que unan al sector. Solo vale aplaudir que estén los cuatro trabajando juntos y pensando en aportes en el corto, mediano y largo plazo. Esperamos que se vayan sumando más”, afirma Ossa.
Como la definición estratégica de la experimentada política y su círculo es ejercer su rol de alcaldesa hasta el último día y no exponerse como candidata, la palabra “presidencial” está prácticamente prohibida en las conversaciones.
En una reciente visita a Antofagasta -donde apoyó al candidato a alcalde Sacha Razmilic (Evópoli), y a la gobernación, Carlos Cantero (ex RN)-, Matthei aseguró que estas visitas a regiones no tenían un objetivo electoral presidencial. Incluso, rebatió una de las grandes máximas políticas que siempre han rodeado a las municipales. “Hay gente que dice que estas elecciones son un predictor de la presidencial. Yo nunca lo he creído. Esta es una votación mucho más local, personal, y hay alcaldes que pueden obtener un 70% o un 80% de los votos y ningún candidato a diputado, senador y presidente los podría obtener”, dijo.
Al igual que a sus padres, abuelos y antepasados, a Ossa siempre le atrajo la política. Sin embargo, su carácter introvertido y su timidez no calzaban con la dureza y personalidad avasalladora de los políticos -la mayoría de la derecha- que, desde muy joven, vio entrar y salir desde su casa.
El hijo de la historiadora Lucía Santa Cruz y el exdiputado Juan Luis Ossa Bulnes optó por estudiar Historia y a través de esta vía canalizar su gusto por la política.
No participó en ninguno de los dos gobiernos de Piñera, como sí lo hizo su único hermano, Juan José -quien fue ministro de la Segpres en su segunda administración-, y se concentró en el mundo académico.
Entre 2011 y 2018 fue director ejecutivo del Centro de Estudios de Historia Política de Chile de la Universidad Adolfo Ibáñez. Y entre 2019 y fines de 2023 fue investigador en el CEP.
Ello no le impidió generar una red de contactos con empresarios y hombres de negocios, que hoy también se encuentra ampliando desde otra vereda.
Cuando fue candidato a constituyente por Puerto Montt, en 2021, los grupos empresariales más ricos del país apoyaron su campaña, entre ellos, la familia Hurtado Vicuña, Camus, Matte Larraín, Solari, Larraín Matte, Lucy Ana Avilés y Juan Sutil -según información del Servel-.
“Lo conozco desde antes de que midiera un metro”, señaló hace unos años el expresidente de la CPC y accionista de Concha y Toro, Rafael Guilisasti, en una entrevista donde contaba un proyecto que realizaron en conjunto.
“Juan Luis es un intelectual muy competente, que le gusta trabajar en equipo y hará un gran trabajo programático”, señala Juan Sutil, también expresidente de la CPC, quien hoy tiene una ascendente influencia en Chile Vamos y una especial cercanía a Matthei.
“Chile desde las comunas” es el nombre de la plataforma programática, cuyos coordinadores –Jorge Jaraquemada (FJG), Juan José Obach (Horizontal), Christian Stewart (Idea País) y Luis Pardo (Instituto Libertad)- se reúnen todos los lunes en la mañana, turnándose en las distintas sedes. Siempre en un ambiente -asegura uno de ellos- completamente distinto al que rodeó la compleja negociación municipal que concluyó el viernes y dejó a varios heridos en el camino.
La idea, cuenta otro de sus miembros, es emular lo que fueron los grupos Tantauco en la primera campaña de Piñera, que llegó a contar con cerca de 1.200 profesionales y técnicos, divididos en 37 comisiones, que dio lugar a un programa de gobierno que luego fue enriquecido con los aportes de los partidos.
Se escogió el color naranja -con verde- para toda la parte gráfica, buscando transmitir confianza, éxito y generosidad, y ya existe una orgánica y un organigrama, pensando, por ahora, en los comicios de octubre próximo.
Luego viene una estructura de muchos investigadores jóvenes que coordinan Carolina Neumann (FJG), Alfonso España (Horizontal), Magdalena Vergara (Idea País) y Constanza Castillo (IL), que apunta a sumar caras nuevas y liderazgos frescos, otro de los sellos que Matthei busca darle a su campaña. A fines de abril, por ejemplo, la alcaldesa asistió al tradicional encuentro anual que realizan los chilenos que cursan un posgrado en Estados Unidos -que esta vez se realizó en Chicago-, donde conversó en público y en privado con los estudiantes.
Cada equipo trabaja en forma independiente. Calidad de Vida, en temas de Vivienda y Urbanismo, lo lidera el arquitecto Ricardo Abuauad; la exsubsecretaria Paula Daza, en Salud -quien pese a su cargo de presidenta de RedSalud continúa trabajando-, y Raúl Figueroa, en Educación.
El equipo de Seguridad está a cargo del actual alcalde de Lo Barnechea, Cristóbal Lira, quien trabaja en paralelo a otra comisión que prepara propuestas de políticas públicas para enfrentar la delincuencia y el crimen organizado a nivel nacional.
Algo parecido ocurre con el equipo de reactivación económica, integrado por Francisca Dussaillant y Carolina Torrealba, enfocadas en propuestas locales. Paralelamente, la edil conversa con el exministro de Hacienda Ignacio Briones, el expresidente del Banco Central (BC) Rodrigo Vergara y el economista Sergio Urzúa y, por supuesto, con su marido, Jorge Desormeaux.
El cuarto team, Tolerancia cero a la corrupción, hoy es liderado por miembros de la FJG.
Se agrega un quinto equipo, encargado de calcular el costo de las medidas y su tiempo real de concreción, a cargo de Cristina Torres, exdirectora de Presupuestos, y Max Pavez, exsubsecretario de la Segpres -ambos en Piñera 2-.
La estructura incluye, además, talleres en distintas comunas del país para alimentar las propuestas.
En agosto de 2021, Ossa se encargó del relato que tendría la campaña presidencial de Sebastián Sichel, quien había ganado sorpresivamente las primarias, provocando un fuerte golpe al lavinismo y la UDI.
Ese material, que el doctor en Historia Moderna en la U. de Oxford ha compartido con su actual jefa, está siendo usado como insumo en la construcción del sustento conceptual y estratégico de su candidatura. También están sobre la mesa los programas de los otros candidatos que compitieron en las primarias de Chile Vamos en 2021 -Briones, Mario Desbordes y Joaquín Lavín-.
Ossa busca explotar el perfil más bien liberal de Matthei en temas valóricos y sociales, y al mismo tiempo su visión más conservadora en temas políticos y económicos.
Por ahora, el relato busca enfocar la seguridad con una visión múltiple y ofrecer a los chilenos una alternativa de gobierno que dé esperanza.
“Venimos de muchos años de crisis, pero queremos transmitir que se puede salir, si es que retomamos el sentido de urgencia y si están los mejores, que no necesariamente son los de siempre”, afirma el historiador.
Otra de las máximas de Ossa transmitidas desde el inicio del trabajo programático es la unidad de Chile Vamos, y ojalá de toda la oposición al gobierno de Boric. La misma idea que ha enarbolado Matthei durante las negociaciones para la elección municipal.
La tesis del historiador, que ha intentado imponer a los equipos, es que las diferencias con republicanos hoy no es tema para ellos y en esta etapa cada bloque tiene que hacer lo suyo. Ello, pensando que, en algún momento del 2025, las oposiciones se tienen que poner de acuerdo.
“Una cosa es ganar una elección y otra cosa es gobernar después, partiendo con los gobiernos locales y municipios”, ha reiterado. (La Tercera)