La Siderúrgica Huachipato no da más. Este miércoles sorprendió anunciando, nuevamente, la suspensión indefinida de sus operaciones ante una situación financiera «insostenible» pese a las sobretasas aplicadas hace algunos meses al acero importado desde China con lo cual, se esperaba, la empresa pudiese sobrevivir.
Sin embargo, la acerera expuso que estas sobretasas no lograron traspasarse a precios debido a un sobre stock de acero barato preveniente del gigante asiático en el país y otros factores que «no se podrán revertir en el corto y mediano plazo».
Una noticia que generó duras críticas por parte del Gobierno y un remezón a la Región del Biobío, considerando que hay unos 20 mil puestos directos e indirectos de trabajo en juego.
Esta vez, a diferencia de la crisis desatada en marzo, la decisión de CAP -controlador de Huachipato- parece irreversible, al menos durante los próximos años cuando se complete la transición de industrias como la minería y la construcción a «materiales mejor hechos y más sostenibles«, según comentó esta tarde el presidente del directorio de Huachipato, Julio Bertrand.
Pero, por ahora, precisó en un punto de prensa en la sede de la compañía en Talcahuano, el cierre de la planta se producirá a mediados de septiembre o, a más tardar, a fines de ese mismo mes. «Vamos a cumplir a cabalidad con todos nuestros compromisos con nuestros clientes, tenemos compromisos de entrega que nos obligan a seguir operando hasta al menos mediados de septiembre o finales de septiembre«, dijo.
También subrayó que «vamos a cumplir con todos nuestros contratistas en el término de sus contratos y fundamentalmente vamos a cumplir a cabalidad con todos nuestros trabajadores, que es lo más importante que tenemos. Vamos a tener planes muy robustos de salida de la gente, de capacitación y de reinserción laboral. Tenemos mucho respeto por la gente que está aquí detrás».
Consultado por las críticas del Gobierno y el Parlamento a la decisión, considerando que se concretaron los aranceles al acero chino que la compañía solicitaba, Bertrand sostuvo que «cuando solicitamos esta investigación de oficio por el ‘dumping’ lo hicimos porque sí veíamos una distorsión de mercado. Nosotros nunca fuimos a pedir un subsidio. Veíamos una distorsión de mercado porque la sentíamos en la venta de nuestros productos. La Comisión Antidistorsiones de Chile dirimió provisionalmente la existencia de una distorsión de mercado y por eso impuso estas medidas antidistorsivas».
«A partir de eso, nosotros corroboramos que nuestro negocio sí era sustentable desde lo operacional y financiero, y eso es lo que hicimos. Jugamos esa ficha hacia lo sustentable y no nos fue posible traspasar toda esa tasa, por diferentes razones de mercado. Una de las razones es que el mercado estaba repleto de inventarios que se trajeron durante los fines del año anterior y comienzos de este año, por ende los precios que teóricamente debían operar a partir de la aplicación de estas tasas no eran tales. Eso nos llevó por supuesto a que no pudimos traspasar esos precios y entraron los déficit de caja y financieros bastante grandes», explicó.
Al final del día, cerró, «llegamos a un escenario de iliquidez que no es sostenible, lo que sería irresponsable incluso con nuestros accionistas«. Por último, Bertrand indicó que hasta hace dos semanas el cierre de la planta no estaba dentro de los planes, sin embargo, «hace dos días que empezamos a ver que había un riesgo financiero tal que el accionista, CAP, dijo que no puede abordar ese riesgo financiero».
VALLEJO: «EMPRESAS HAN DEJADO MUCHO QUE DESEAR»
Una fuerte crítica realizó este miércoles la ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo, contra las empresas Enel y Huachipato, a las que acusó de «irresponsables» y de ser negligentes con la ciudadanía.
Sobre la distribuidora, cuestionó que a casi una semana del sistema frontal que provocó caídas de árboles y postes del tendido eléctrico, aún hay miles de familias que siguen sin suministro de luz.
«Lo que hemos tenido esta semana es que Chile ha podido presenciar lamentablemente la irresponsabilidad y la desidia de algunas empresas de nuestro país para con las personas y sus familias. El caso de Enel está a la vuelta de la esquina y ha sido muy claro: la inoperancia y la desidia está afectando a miles de hogares que no están todavía con el suministro de luz, muchos miles de hogares no están con luz desde el día jueves pasado», subrayó la ministra.
Mientras que en el caso de Huachipato, criticó el anuncio de cierre de su planta de Talcahuano, situación que afectaría a miles de trabajadores de la Región del Biobío.
Según Vallejo, «todo Chile ha sabido los sendos esfuerzos que hemos hecho como Gobierno para viabilizar y mejorar las condiciones de las empresas involucradas en este tema. Les hemos entregado prácticamente todas las soluciones que han pedido para poder continuar con su giro y poder mantener una industria y una actividad económica que es relevante para la región del Biobío, pero sobre todo para 20 mil trabajadores que son 20 mil familias de la región».
«Lamentablemente lo único que tenían que hacer dos empresas involucradas, que es Molycop y Huachipato, era ponerse de acuerdo, y no lograron ponerse de acuerdo. Y eso es de una irresponsabilidad tremenda, porque esa falta de acuerdos, a pesar de tener todo sobre la mesa, finalmente afecta a personas, afecta a trabajadores y a sus familias», sostuvo.
A juicio de la secretaria de Estado, «evidentemente que cuando se agotan todas las posibilidades, esto termina siendo una tragedia y una muy mala noticia para las familias trabajadoras, y que sepan de todas maneras que nuestro Gobierno, el Presidente Gabriel Boric y los ministros de Estado que lo acompañan, vamos a seguir trabajando intensamente para responder ante las urgencias y prioridades de las personas».
«Pero no podemos dejar de decir y señalar que lamentablemente hay algunas empresas que en estas semanas han dejado mucho que desear», acotó la titular de la Segegob. (Emol)