La aparición del Presidente Gabriel Boric junto a su par de Cuba, Miguel Díaz-Canel, en el marco de las actividades del cambio de mando presidencial de México, reavivó las críticas sobre la postura del Mandatario chileno hacia el régimen cubano.
Estas mismas aparecieron cuando Boric exhortó a condenar a los gobernantes de Nicaragua, Venezuela, Israel y Rusia en su discurso vertido en la Asamblea General de Naciones Unidas, sin mencionar al Presidente de Cuba, quien también ha sido cuestionado por las vulneraciones de derechos humanos perpetrados en la isla caribeña.
Este martes, la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara zanjó oficiar a Cancillería para manifestar su aprensión sobre la omisión del Presidente Boric respecto a Díaz-Canel en la ONU, lo que a juicio de la instancia «resulta inconsistente con el enfoque del Gobierno en materia de derechos humanos».
En este contexto, en el Gobierno explicaron que ambos Mandatarios coincidieron en un almuerzo con otros Presidentes durante las actividades de despedida del Presidente saliente de México, Andrés Manuel López Obrador, pero que «no hubo mayor conversación» entre los dos.
Además, se comenta que la visión del Ejecutivo sobre Díaz-Canel apunta al perfil de Cuba en la región. Vale decir, mayor prestigio que Venezuela y una diplomacia más experimentada y diferente a la que imparte Nicolás Maduro.
Ahora bien, se releva que el Presidente ha sido crítico del sistema cubano en materia de derechos humanos y que estas preocupaciones se mantienen. Ejemplo de ello fue la mención que hizo Boric sobre Cuba en la visita del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, a Chile, en mayo de este año.
En la declaración conjunta al líder de la ONU, el Mandatario abordó la «grave» situación de Cuba, «en donde se está pasando hambre y es necesario levantar el bloqueo unilateral y avanzar en la democratización del mismo país».
Así las cosas, en el Ejecutivo se afirma que en el contexto actual, se otorga más relevancia que se levanten las sanciones a Cuba, como la designación que hizo Estados Unidos de la isla como Estado promotor del terrorismo.
En Nueva York, tras el discurso del Presidente en la ONU, el Canciller Alberto Van Klaveren destacó que «el Presidente en otras ocasiones también ha tenido expresiones críticas respecto de la situación de derechos humanos en Cuba», pero acotó que «nos parece que desde el punto de vista de Cuba en este momento, el tema que hay que plantear también es realmente las terribles consecuencias que ha tenido la calificación de Cuba, que nos parece absolutamente injusta como un país patrocinador del terrorismo y en eso no estamos solos«.
«Hay una posición de muchos otros países latinoamericanos que hemos reclamado por eso y nos parece que ese era el punto que había que hacer en esta ocasión, sin perjuicio de las opiniones que anteriormente se han expresado sobre situaciones de derechos humanos en Cuba», sostuvo. (Emol)