Con un «plan para la victoria» viajó el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, a Estados Unidos, pero en Washington no recibió las esperadas promesas de un apoyo militar más efectivo de Occidente. Dichas promesas deben ser ahora acordadas en una cumbre de los Estados de la OTAN, el 12 de octubre, en la ciudad de Ramstein, en el estado alemán de Renania-Palatinado.
Desde hace meses, Ucrania urge a sus socios occidentales a levantar las limitaciones para el uso de armamento occidental en Rusia. Pero, hasta ahora, los principales Estados de la OTAN no quieren liberar el uso de armas de largo alcance contra objetivos en el interior de territorio ruso. El canciller alemán, Olaf Scholz, justifica el rechazo con un «alto riesgo de escalada”. Sin embargo, algunos socios de la OTAN lo ven de modo distinto.
NUEVA DOCTRINA MILITAR
En este contexto, expertos analizan también la ampliación de la doctrina nuclear rusa anunciada por el presidente ruso. Vladimir Putin había amenazado en los últimos meses con el uso de armas nucleares, y subrayó que las normas existentes deben ser adecuadas a las «nuevas circunstancias”. A finales de septiembre, la televisión estatal rusa emitió tomas de una sesión de la Comisión Permanente del Consejo de Seguridad para la Disuasión Nuclear, cuyas reuniones, por lo general, son secretas.
La lista de amenazas militares contra las que podrían emplearse armas nucleares ha sido ampliada, dijo Putin durante la sesión. En caso de un ataque masivo desde el aire, es decir, con misiles de crucero, aviones, cohetes o enjambres de drones, Moscú podría ahora responder con armas nucleares. Las normas recientemente definidas también se aplican a la vecina Bielorrusia, que forma una Unión de Estados con Rusia.
OCCIDENTE: ¿OBJETIVO DE CONTRAATAQUES RUSOS?
La doctrina nuclear de Putin contiene una señal directa para Occidente. «En la versión actualizada del documento se propone que una agresión contra Rusia por parte de un Estado sin armas nucleares, pero con la participación o el apoyo de un Estado con armas nucleares, debería considerarse un ataque conjunto contra la Federación Rusa», dijo Putin en la reunión. Para las potencias nucleares occidentales, esta nueva formulación podría aumentar el riesgo de convertirse en blanco de una represalia rusa.
Con esa modificación de la doctrina, Moscú reduce formalmente el umbral para el uso de armamento nuclear y amplía su margen de acción. Incluso un gran ataque de Ucrania con drones contra Rusia, como los que ya ha llevado a cabo Ucrania varias veces, podría recibir próximamente una respuesta nuclear.
Sin embargo, aún no está claro en qué punto exactamente Rusia recurriría a las armas nucleares, y si el Kremlin está siquiera tomando esto en consideración. Los ataques con misiles ucranianos contra Crimea fueron alguna vez descritos por Moscú como una «línea roja» y luego aceptados, empero, sin una escalada nuclear.
SEÑAL PARA OCCIDENTE
Los políticos y expertos en seguridad no ven actualmente ningún «cambio revolucionario» en la doctrina modificada, y aluden, entre otras cosas, a que no prevé ataques nucleares preventivos. Sin embargo, los propagandistas y políticos rusos han pedido repetidamente en los últimos meses que se rompa este tabú.
En este momento, las nuevas formulaciones en la doctrina son «una señal para Occidente”, dice el ministro lituano de Defensa, Laurynas Kasciunas. Putin teme que Occidente le dé a Ucrania la oportunidad de atacar profundamente en territorio ruso. «Putin básicamente admite que esto empeoraría en forma seria la situación para él. Para nosotros, esto significa entregar a Ucrania armas de largo alcance, eliminar las restricciones geográficas [a los ataques], proporcionar a Ucrania equipos usados, o invertir en la industria militar ucraniana para que pueda producir estos equipos por sí misma», explica Kasciunas a DW.
Entretanto, también el Kremlin reaccionó a las críticas de Occidente a la doctrina nuclear ampliada de Putin. Es necesario adecuar la disuasión nuclear porque la infraestructura de la OTAN se está acercando cada vez más a las fronteras de Rusia, y las potencias occidentales quieren lograr una victoria sobre Moscú con sus entregas de armamento a Ucrania, dijo Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin.
REALINEAMIENTO NUCLEAR RUSO
El realineamiento de la política nuclear rusa comenzó en la década de 2000, cuando las relaciones de Rusia con la OTAN se deterioraron cada vez más. Moscú respondió modernizando sus armas nucleares estratégicas y tácticas y ajustando su estrategia operativa. El presidente Putin ordenó actualizar la doctrina nuclear ampliamente en 2020. La estrategia se volvió claramente más flexible y agresiva. Rusia se reserva el derecho de usar armamento nuclear cuando su país o sus aliados se vean amenazados por ataques convencionales o nucleares.
El rol de las armas nucleares estratégicas, que podrían destruir a países enteros, sigue siendo un elemento central de la política de disuasión nuclear. Pero, al mismo tiempo, se subraya allí también la importancia de las armas nucleares tácticas, que pueden ser usadas en el campo de batalla. Moscú emplearía armas nucleares tácticas si una derrota militar «impidiera al Ejército ruso de manera irrevocable frenar una gran agresión enemiga”, informó el diario Financial Times a comienzos de este año, aclarando que tuvo acceso a documentos secretos de Rusia desde 2008 hasta 2014. (DW)