La ministra de la Mujer, Antonia Orellana, se presentó anoche ante la Cámara de Diputados y recibió severas críticas de la oposición. Los parlamentarios la cuestionaron por un supuesto «doble estándar» en relación con la denuncia de violación contra el exsubsecretario del Interior, Manuel Monsalve, ante lo cual respondió en un tono que fue ampliamente reprochado por los legisladores.
«No van a ser quienes históricamente han estado en contra de los derechos de las mujeres quienes nos digan cuándo se acaba nuestro impulso feminista», afirmó la secretaria de Estado.
Además, acusó a los parlamentarios de mantener ellos un «doble estándar», al permanecer en silencio frente a denuncias de abuso y acoso sexual contra diputados, haciendo referencia directa a los legisladores independientes Francisco Pulgar y Enrique Lee.
«No se dijo nada en esta Sala, que me acusa de tener doble estándar, cuando un diputado, vulnerando el secreto de sumario, se defendió de una acusación de acoso sexual vulnerando también entregando la identidad de la denunciante ¿Dónde estuvo ahí la protección?», dijo Orellana aludiendo a Lee (Ind.).
En una Cámara polarizada donde ni el oficialismo ni la oposición cuentan con una mayoría, el voto de Lee y otros parlamentarios independientes se ha vuelto crucial para avanzar en acuerdos y proyectos legislativos para el Gobierno. Lo anterior fue advertido por importantes diputados oficialistas que han liderado negociaciones con otros sectores del arco político.
Tras las declaraciones de Orellana, Lee -miembro del comité Social Cristiano e Independientes- expresó dudas sobre su apoyo a iniciativas del Ejecutivo. El legislador no se encontraba ayer en el hemiciclo debido a una licencia médica y, este miércoles, declaró a Emol que las palabras de Orellana estaban marcadas de «frivolidad y superficialidad». »
«Me llama la atención que una ministra de Estado, en un cargo de esa envergadura, deba recurrir a la mentira para defenderse. Claramente, lo que ella hace es mentir; quien filtró el nombre de una denunciante de acoso sexual fue su correligionaria, Maite Orsini (FA), que era presidenta de la Comisión de Mujer», comentó.
Además, afirmó que solicitará al Presidente de la República, Gabriel Boric, la remoción de Orellana del cargo. De lo contrario, no aprobará ningún proyecto relacionado con el Ministerio, ya que considera que se trata de «una persona que ha demostrado no tener las competencias mínimas para liderar esta cartera».
SU TONO «NO AYUDA A RESOLVER PROBLEMAS»
Otra persona mencionada en el discurso de Orellana fue la diputada Gloria Naveillán (Ind.), quien actualmente preside la comisión de seguridad de la Cámara y se ha convertido en un nexo clave con el Ejecutivo.
Orellana, al respaldar su trabajo y señalar que algunas parlamentarias que hoy critican la habían buscado en momentos de necesidad, comentó: «Cuando las víctimas han decidido tener representación particular, las hemos atendido en el proceso de reparación. La diputada Naveillán lo sabe, porque cuando algunos intentaron sacar ventajas políticas de una situación que afectaba a una mujer de su familia, yo le reiteré que, para las mayores de 18 años, respetamos sus tiempos y decisiones. Su denuncia era únicamente suya, y jamás la utilizaríamos como un argumento político».
Naveillán (Ind.) reconoció la ayuda de Orellana, pero acusó que «evadió responder las preguntas que hicieron los diputados en sus diversas intervenciones respecto a su papel en la defensa de la víctima del delito de violación«.
La legisladora afirmó: «La ministra me mencionó en su discurso por una razón muy simple: en el caso del alcalde de Victoria, reelecto, a pesar de tener dos acusaciones de violación en su contra, la ministra de la Mujer fue un gran apoyo para las mujeres víctimas de esa violación, de la cual yo soy testigo. Me contacté con ella y, a través de la Seremi de la Mujer y de la misma ministra, las víctimas fueron escuchadas, atendidas y apoyadas. Ella ha sido un tremendo respaldo en este proceso, y lo reconozco».
Sin embargo, agregó que «en el caso de Monsalve, en respuesta a las preguntas planteadas ayer por los distintos diputados en el hemiciclo, la ministra fue muy evasiva. Se centró en mencionar lo que corresponde al Ministerio de la Mujer y las acciones que ha realizado en general, pero no abordó específicamente el caso Monsalve, que era lo que se le pedía».
El vicepresidente de la Cámara de Diputados, Eric Aedo (DC), aliado estratégico del Gobierno, donde los votos de la Democracia Cristiana han sido clave, acusó que la intervención de Orellana estuvo marcada por una «sensación de ironía» y un intento de «empatar con la situación», lo cual, a su juicio, «no ayuda a resolver el problema».
Aedo añadió que «si las explicaciones que ofrecen las ministras y el Gobierno fueran claras, no seguiríamos discutiendo este tema. Sin embargo, como no son claras, persiste cierta ironía; por lo tanto, este asunto sigue siendo relevante. Las explicaciones que se han proporcionado hasta ahora no han sido del todo satisfactorias, no solo para este Congreso, sino también para la opinión pública».(Emol)