El decepcionante Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) de septiembre, que registró un nulo crecimiento en el noveno mes del año en comparación al mismo mes de 2023, fue percibido con desánimo y preocupación desde el mundo privado.
Con el fin de año a la vista, estos últimos reaccionaron y enfatizaron en la necesidad de cambios estructurales y medidas urgentes para impulsar la inversión y el crecimiento económico.
Desde el Gobierno, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, calificó el dato como «muy decepcionante», advirtiendo que la meta de crecimiento del 2,6% para este año «ya se ve muy lejana».
El titular de la cartera explicó que el impacto de los feriados y días puente pudo haber sido mayor a lo estimado, pero subrayó que su cartera actualizará las proyecciones cuando disponga de los resultados trimestrales. «Las diferencias no van a ser gigantescas, pero sí queremos tener una actualización mejor informada», comentó.
Por su parte, respecto a si no fue apresurado destacar cifras económicas anteriores, sosteniendo que eran un «tapabocas» para los agoreros, la ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo sostuvo que «en lo absoluto (…) Sí ha sido un tapabocas, porque hemos tenido personas y personeros, líderes de opinión política y económica supuestamente que han señalado que el país decrecería, y ellos se equivocaron rotundamente y siguen estando equivocados».
«El reconocer que Chile crece y al mismo tiempo señalar que tenemos desafíos por crecer más, no es ser irreal, es ser sumamente realista frente a discursos o relatos que se imponen en el plano simplemente discursivo, que buscan crear la sensación de que Chile está estancado, retrocediendo», sostuvo.
LLAMADO A LA REFLEXIÓN
Para Rodrigo Yáñez, secretario general de Sofofa, el dato confirma que «no será posible cumplir con la meta de crecimiento, ya acotada, de un 2,6% este año», y agregó que la situación debe «llamar a la reflexión y realmente a pensar en un cambio de condiciones estructurales para retomar el crecimiento en Chile«.
Yáñez planteó que «esto no solo depende de la competitividad tributaria, sino también del mercado laboral y la gestión en grandes proyectos de inversión», los cuales considera esenciales para generar empleo y dinamizar la economía.
Desde la Cámara Nacional de Comercio (CNC), Bernardita Silva, gerenta de Estudios, destacó que la caída mensual del Imacec en septiembre «evidencia una economía en desaceleración», proyectando que el crecimiento anual podría situarse en torno al 2%.
Además, subrayó la importancia de recuperar la inversión y mejorar el mercado laboral. «Los principales desafíos son recuperar la inversión y brindar seguridad y certezas para volver a ser un país atractivo. Además, es fundamental recuperar el mercado laboral, generando empleos formales y de calidad. Asimismo, una mayor inversión traerá consigo más y mejores oportunidades laborales. Finalmente, necesitamos restaurar la confianza, que lleva demasiado tiempo en un terreno pesimista, tanto para empresarios como para consumidores, debido a factores económicos, políticos y sociales», manifestó.
En tanto, George Lever, gerente de Estudios de la Cámara Comercio de Santiago (CCS) sostuvo que «entre los factores que explican este panorama, más allá de los eventos puntuales de septiembre, destacan las altas tasas de interés que persisten pese al proceso de recortes que lleva a cabo el Banco Central, la debilidad del mercado laboral, presionado por un entorno regulatorio cada vez más complejo, la debilidad de la inversión, las caídas en la productividad, y un contexto externo con señales mixtas«.
Dado este escenario, desde la CCS estiman que el Banco Central deberá revisar la trayectoria de la política monetaria en su reunión de diciembre, considerando que en noviembre no habrá sesión, lo que deja un espacio de riesgo en un momento en que las cifras recientes invitan a reevaluar la marcha de la economía.
Lever agregó que, en materia laboral, las amenazas continúan proviniendo desde el frente legislativo y regulatorio, con más de 15 iniciativas en discusión que se suman a los cambios recientes y de los cuales la mayoría implica incrementar aún más los altos costos de contratación.
«Insistimos en la necesidad de evaluar responsablemente dichos impactos y su acumulación, debido a que representan el principal factor tras el deterioro que ha sufrido la capacidad de creación de empleo en la economía», señaló.
El sector minero también manifestó su frustración ante el estancamiento económico. Cristián Argandoña, vicepresidente de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), calificó el resultado del Imacec como «muy decepcionante» y llamó a «una decisión concreta de adecuar esta normativa entrabadora» para facilitar las inversiones en el sector.
Argandoña afirmó que la minería chilena podría liderar el crecimiento económico, proyectando un aumento de ingresos fiscales en hasta US$1.200 millones anuales si se incrementa la producción en un 20%. «Solo se requiere decisión y confianza en el mundo privado», puntualizó.
La Cámara Chilena de la Construcción (CChC), en tanto, señaló que la caída del 0,8% en el Imacec desestacionalizado «genera preocupación entre empresarios y consumidores», resaltando que el estancamiento económico afecta de manera transversal a todos los sectores, especialmente al de la construcción, que depende del desempeño del resto de la economía.
Desde la CChC enfatizan que es urgente reactivar la economía para recuperar la estabilidad del sector. «Este panorama afecta las expectativas de los empresarios en el sector de la construcción, en particular en el ámbito de la edificación privada, debido a que su actividad es transversal al desempeño del resto de los sectores económicos», manifestaron.
Por su parte, Mónica Zalaquett, presidenta ejecutiva de Fedetur, puso el foco en el turismo como sector clave para la recuperación. «La economía chilena continúa mostrando falta de dinamismo, como se observa en el Imacec de septiembre. El país requiere volver a crecer a un mayor ritmo y con ello revertir el bajo desempeño del mercado laboral», manifestó.
Zalaquett subrayó que el turismo tiene el potencial de ser un motor de desarrollo económico si el Estado le asigna «un rol estratégico y central», lo que considera fundamental para aumentar la demanda y la inversión turística. (Emol)