Él no solo tiene el derecho de advertir sobre el personal disponible y de la falta de financiamiento, sino que tiene el deber, como comandante en jefe, de informar a la comisión de la realidad de su institución porque, de no hacerlo, incumpliría con su mando y podría generar un grave daño al país. Esto cobra mayor importancia porque cada día se les están pidiendo nuevos roles a las FF.AA.
En materia militar nada puede diseñarse al azar, lo que debería no solo saberlo, sino que también apoyarlo el Gobierno.
Ahora, no es raro que las actuales autoridades se nieguen a financiar el personal que requieren las FF.AA. para cumplir sus obligaciones, porque cuando fueron oposición siempre votaron en contra sistemáticamente de sus presupuestos y ahora utilizan esos mismos recursos para contratar a 100 mil nuevos funcionarios, lo que refleja claramente cuáles son sus verdaderas prioridades. (El Mercurio Cartas Red NP)
Baldo Prokurica
Exministro de Defensa