“No estamos de acuerdo con los daños y tenemos la plena disposición de acudir a declarar” si así lo requieren, señala Marta Matamala, presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Santiago (Feusach), cuando se refiere a la investigación que se cursa en el plantel para establecer responsabilidades en los graves daños y robos que afectaron a la casa central tras la toma de cinco semanas que mantuvieron los estudiantes por demandas internas.
El domingo 20, a las 10:30, la Feusach entregó formalmente el edificio luego que se firmara un protocolo de acuerdo entre la mesa negociadora estudiantil y la rectoría en torno a las demandas de infraestructura y democratización. Los estudiantes se encontraban en paro desde junio.
Tras la entrega del recinto, el rector Juan Manuel Zolezzi denunció que se detectaron destrozos y robos en su interior. Entre las pérdidas fioguran cerca de 30 notebooks, 10 tablets, además de puertas rotas y vidrios quebrados. La autoridad académica interpuso una demanda ante fiscalía y sostuvo que se aplicarán sumarios.
Este martes se apersonó en el lugar el fiscal de la Fiscalía Metropolitana Centro Norte, Alejandro Sánchez, y ordenó al Laboratorio de Carabineros tomar huellas digitales. Abrió además una investigación por daños y robo.
TOMA VALIDADA
La Feusach repudió lo ocurrido en una declaración. “Como representantes del estamento estudiantil hoy somos enérgicos en repudiar los destrozos ocurridos en la rectoría, los cuales no afectan únicamente el patrimonio universitario, sino a nuestros propios compañeros con sus títulos, y más grave aún, violentaron a funcionarios y trabajadores con los cuales establecimos lazos de confianza y apoyo a la demanda estudiantil”.
“Repudiamos hoy y siempre, cualquier acción que implique el daño a cualquier trabajador y miembro de esta comunidad. Por tanto, lejos estamos de justificar este accionar que aunque no creemos pueda relacionarse con el golpe de Estado, sí rescata los peores antivalores instalados por la dictadura cívico-militar”, indicaron.
Marta Matamala señala a La Nación que desconoce quiénes podrían estar tras los daños y hace hincapié en que “la toma se votó por ampliado”. Participaron en ella “centros de estudiantes, la Federación y alumnos de base; fue una toma validada. Sería irresponsable atribuir la autoría”, remarca.
La dirigente añade que le han pedido a la autoridad académica una cuantificación de los daños para tener una relación acerca de las pérdidas, “pero todavía no nos entregan esa información”.
Según señala, durante los días que duró la toma la rectoría funcionó en el Planetario. “Este martes empezó a ser ocupada nuevamente una parte de la casa central”, agrega.