La fiscalía de Estados Unidos confirmó que el ex presidente de la Asociación Nacional del Fútbol Profesional (ANFP), Sergio Jadue, se declaró culpable de haber cometido conductas criminales en el marco de la investigación que realiza el Departamento de Justicia norteamericano sobre los escándalos de corrupción que sacuden a la FIFA.
Loretta Lynch, fiscal general, explicó que con el afán de «terminar con la corrupción, y someterlos a la justicia», la investigación del departamento de justicia presentó a 16 nuevos acusados bajo los cargos de «crimen organizado y ganancia financiera, sobornos y comisiones ilegales por US $200 millones».
Se trata de altos cargos directivos y ex directivos pertenecientes a la dirigencia de la Conmebol y la Concacaf. Entre ellos, los dirigentes Alfredo Hawaitt-presidente Conacaf-y Juan Ángel Napout-presidente Conmebol-quienes confirmó serán extraditados a Estados Unidos luego de haber sido arrestados en Suiza.
Sin embargo, en la nómina no figura el nombre de Jadue, por haber aceptado su culpabilidad.
Según expuso la fiscal, ocho de los acusados aceptaron su responsabilidad en los hechos. Entre ellos, Jaime Bedoya y Sergio Jadue.
En la lista de inculpados aparecen nombres como los del paraguayo Juan Ángel Napout (presidente de la Conmebol), el hondureño Alfredo Hawit (presidente interino de Concacaf), el titular de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) Marco Polo del Nero y su ex presidente Ricardo Teixeira, y el titular de la federación ecuatoriana Luis Chiriboga.
OTROS DIRIGENTES DETENIDOS
Dos altos dirigentes de la FIFA, que asistían a una reunión del Comité Ejecutivo de esta organización, fueron detenidos hoy en un hotel de Zúrich, donde en mayo pasado otros siete altos representantes de la misma entidad fueron arrestados a petición de la Justicia de Estados Unidos por cargos de corrupción.
Los nuevos detenidos serán mantenidos en custodia a la espera de que se decida en relación a sendas peticiones de extradición de EEUU en su contra.
El Ministerio helvético no comunicó el nombre de los dos detenidos hoy, pero según medios de prensa de Estados Unidos uno de ellos es Alfredo Hawit, presidente de la Confederación Centroamericana de Fútbol (Concacaf) y vicepresidente de la FIFA.
El otro detenido sería Juan Ángel Napout, igualmente vicepresidente de la FIFA y presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol).
La Justicia estadounidense les acusa de haber recibido sobornos que se elevan «a millones de dólares» a cambio de la venta de los derechos de retransmisión de torneos futbolísticos disputados en América Latina y partidos de calificación para Mundiales de Fútbol.
Según la información aportada por las autoridades de Estados Unidos a sus homólogos suizos, algunos de esos delitos fueron acordados y preparados en territorio estadounidense y los pagos se habrían realizado a través de bancos de ese país.
Los altos cargos de la FIFA se encuentran en Zúrich con motivo de la reunión del Comité Ejecutivo que concluye hoy, y tras la cual se había convocado a una rueda de prensa para comunicar sus resultados.
Estas circunstancias se asemejan a las que, el 27 de mayo pasado, dieron lugar a la detención de otros siete altos responsables de la organización deportiva, quienes se encontraban en la ciudad suiza para participar en el congreso de la FIFA y la elección de su presidente.
En ambos casos las detenciones tuvieron lugar en los hoteles donde se hospedaban y alrededor de las 06.00 hora local.
Joseph Blatter, reelegido en mayo como presidente de la FIFA, se encuentra suspendido por un periodo de noventa días por otra investigación, iniciada por la Justicia suiza, por el presunto pago irregular de dos millones de dólares al también suspendido, por esta misma causa, presidente de la UEFA, Michel Platini.
La FIFA, por su parte, ha asegurado hoy que seguirá cooperando plenamente con las investigaciones y adelantó que no hará más comentarios sobre estos casos.
Por su parte, un portavoz del Ministerio de Justicia de Suiza indicó que los detenidos serán escuchados hoy por la Policía Cantonal de Zúrich en relación a su extradición a EEUU. En caso de aceptarla, Suiza autorizará de inmediato su traslado.
De rechazar su extradición, EEUU deberá solicitar un expediente formal de extradición en un plazo de cuarenta días y serán las autoridades helvéticas las que decidan sobre los fundamentos de la misma.
De los siete detenidos en mayo, dos aceptaron voluntariamente su extradición: el estadounidense Jeffrey Webb y el brasileño José María Marín.
El costarricense Eduardo Li, el nicaragüense Julio Rocha, el británico Costas Takkas, el venezolano Rafael Esquivel y el uruguayo Eugenio Figueredo se opusieron a ser extraditados y apelaron a la decisión en su contra del Ministerio suizo.
Actualmente, sus casos son examinados por el Tribunal Federal de Justicia de lo Penal de Suiza.
Además, Suiza mantiene congeladas varias cuentas bancarias supuestamente utilizadas para el cobro de los sobornos y tiene incautada la documentación relativa a esas cuentas, que ha decidido entregar a EEUU.
Si los titulares de las cuentas se oponen a ello pueden apelar a esa decisión ante el mismo Tribunal Federal que está evaluando las extradiciones.