El nombre del presidente de la Juventud UDI, Felipe Cuevas, nuevamente es Trending Topic. Esta vez, a raíz de una carta de su autoría publicada hoy en La Tercera.
En la misiva, el dirigente gremialista toca el tema de la colusión empresarial de la siguiente manera:
«Un padre y sus hijos de 12 y 9 años estaban dispuestos a pagar para hacer ingreso a un parque de diversiones. Cuando en boletería le dan el valor a pagar, el padre extrañado le dice al auxiliar que estaba equivocado, que el valor por sus hijos era mayor porque uno excedía los 10 años de tope.
En ese momento el auxiliar dice: “Tiene razón, pero para que vamos a hacer ese cambio si en este minuto no hay nadie mirando”. El padre responde: “Se equivoca, mis hijos me están mirando.”
Si cada padre o madre, o cualquier persona, obrara como el de esta historia, puedo asegurar que Chile sería un país mucho mejor.
Imagino que a todos nos indigna la colusión de farmacias, pollos y supermercados. El uso de información privilegiada, la corrupción, el financiamiento irregular, las licitaciones hechas para familiares, el uso del copy paste por parte de parlamentarios en la presentación de proyectos y la forma de pago de la Asociación Nacional de Fútbol al entrenador, etc.
Lamentablemente, la indignación es producida por el monto y/o la connotación más que por el hecho. ¿Acaso nadie en el colegio usó el término “sapo” para llamar al que denunció la copia? ¿Nadie se ha colado en una fila o ha hecho un trámite con un “amigo” que tiene en la repartición pública o empresa? ¿Quién no ha hecho lo imposible para “sacarse un parte” en vez de pagar la sanción por una infracción?
Recuerdo tarjetas Bip que tenían cupo ilimitado por $20.000, o las personas que no pagan su pasaje, como también las que se cuelgan del Internet y tantas cosas más. ¿Y después nos preguntamos el porqué de estos escándalos? En Chile se instauró el concepto de “pillo”, como de viveza y astucia a quien simplemente es un aprovechador; al que roba, al que solo le importa sacar ventaja sin que le importe el resto.
Entonces preguntémonos qué hicimos o estamos haciendo con nuestros hijos para que esto no siga ocurriendo».