Perfeccionar el sistema de pensiones es complejo y requiere tiempo. Pero aumentar sustancialmente la PBS es posible y debe hacerse hoy.
Muchos adultos mayores deben decidir entre comprar comida o parafina para calentarse o adquirir un remedio para sentirse mejor. Porque no alcanza. Con estas pensiones, el abandono cultural y social, y la ausencia de una política pública para los adultos mayores, Chile se ha convertido en un país cruel e inhumano.
Advirtiendo esta realidad, ningún político, ningún gobierno, ningún chileno puede quedarse de brazos cruzados.
El desafío para todos es «vivir y morir con un abuelo en el corazón». Los cristianos debemos «honrar padre y madre», como dice el Cuarto Mandamiento, y saber que el Señor Jesús nos recuerda «a mí me lo hiciste», y nos preguntará en el día último. Sin los adultos mayores no hay civilización, y al parecer, tampoco salvación.
En esta urgencia, Fundación Las Rosas seguirá construyendo esperanza, acogiendo, sirviendo en dignidad y llevando al encuentro con el Señor. En estos días desde el nuevo Hogar Santa María, en Osorno.
Necesitamos un cambio, lo necesitamos hoy. Mañana será demasiado tarde.
Padre Andrés Ariztía
Capellán de Fundación Las Rosas