La candidata demócrata Hillary Clinton es ambiciosa. Aprovechando el mal momento que vive su rival republicano, Donald Trump, la ex secretaria de Estado está ampliando su campaña hacia estados en donde los demócratas no han ganado hace décadas. Luego de duras semanas para el empresario, salpicadas por los escándalos de presunto acoso sexual a mujeres, Clinton está preparando una nueva ofensiva: arrebatarle la mayor cantidad de bastiones a los republicanos para lograr una victoria electoral arrolladora en los comicios del 8 de noviembre. Esto, sin descuidar los estados que acostumbran votar demócrata.
La ex secretaria de Estado está “expandiendo dramáticamente” sus esfuerzos en Arizona, de acuerdo a su director de campaña, Robby Mook. Allí está inyectando US$ 2 millones en anuncios publicitarios. Además, una de las mejores armas de Clinton, la Primera Dama Michelle Obama, que tiene un 79% de aprobación, hará campaña por ella el jueves en Phoenix.
Arizona tiene una población hispana que va en aumento y que, de acuerdo a The New York Times, no le ha caído bien el discurso antiinmigrante de Trump. Pero, el estado del Gran Cañón sólo se ha tornado azul (demócrata) una vez desde 1948: cuando el Presidente Bill Clinton ganó en 1996. En 2008 Barack Obama fue derrotado por casi nueve puntos, y en 2012 la distancia se agrandó. Sin embargo, de acuerdo a una encuesta publicada ayer por The Washington Post, en Arizona ambos aspirantes están prácticamente empatados: el empresario cuenta con un 47% de respaldo frente a un 46% de Clinton.
En Indiana y Missouri la campaña de la ex primera dama gastará un total de US$ 1 millón para impulsar la participación electoral y otorgará US$ 6 millones más a las operaciones ya existentes en otros siete estados clave con campañas para el Senado y la Cámara Baja. Además también invertirá en Nebraska y Maine para aumentar su caudal electoral y apoyar las carreras demócratas al Congreso.
El equipo de Clinton sabe que ganar en esos lugares es difícil. En Indiana Trump tiene un 44% de respaldo versus un 39% de la ex jefa de la diplomacia norteamericana, mientras que en Missouri el republicano tiene un 46% y Hillary un 38%, de acuerdo al sitio de estadísticas RealClearPolitics. La ex primera dama también está enfocada en Georgia, donde se encuentra en la delantera, según el sondeo del Post: 48% frente 45%.
Las encuestas a nivel nacional se inclinan a favor de Clinton ad portas del tercer y último debate. Según un sondeo de la cadena CBS revelado ayer, la demócrata llega hoy al último encuentro en Las Vegas con nueve puntos arriba: 47% versus 38%. Hillary está confiada. Pero ambos candidatos deberán decidir qué postura tomarán hoy.
El debate podría ser, quizás, la última ocasión de que se produzca un episodio dramático que pueda cambiar el curso de la carrera a la Casa Blanca a menos de tres semanas de los comicios. Por eso ambos candidatos evalúan cuidadosamente sus estrategias. De acuerdo a The Wall Street Journal, para Trump la pregunta es si el tipo de táctica que ha empleado durante la última semana, catalogar a las elecciones de fraude y atacar a Hillary Clinton, lo beneficiará en un debate. Mientras para Clinton el tema es si responderá con dureza al empresario como lo hizo en el último debate o tratará de buscar apoyo más allá de los ataques para intentar aumentar su terreno en la recta final de la campaña.
Agencias/Agencias
