En las poco más de dos semanas que lleva a cargo de las riendas de la campaña de Ricardo Lagos Escobar para regresar a La Moneda el 2017, el despliegue de Máximo Pacheco ha estado lejos de pasar inadvertido, al punto de sacar más de una roncha en el seno del laguismo histórico. Es que, junto con atraer todos los focos públicos con su salida del gabinete, los intensos rumores que circularon por semanas en la centroizquierda sobre la posibilidad de que el ex ministro fuera realmente una suerte de candidato “tapado”, el plan B del ex Mandatario, despertó los recelos y desconfianzas internas.
En la Nueva Mayoría, entre los laguistas y en el equipo del ex Presidente, todos han escuchado el rumor de que “Pacheco es el tapado”, que su desembarco en la campaña era solo el primer paso de un plan mayor, que apuntaba a que él tomara el testimonio de la candidatura si en los siguientes meses Lagos Escobar no despegaba efectivamente en las encuestas o no lograba amarrar el apoyo indispensable del PS y PPD.
La tesis estaba en el ambiente, fue parte de diversas conversaciones políticas informales, ninguna estructural, pero que adquirió vuelo al punto que –confesaron– se instaló incluso en el seno familiar de Pacheco, donde es causa de diversas bromas hasta hoy.
El único que hasta ahora públicamente ha lanzado la idea fue el analista de derecha Sergio Melnick, en Canal 13, la noche del 23 de octubre, durante un programa sobre el resultado de las elecciones municipales de esa jornada. En el estacionamiento y en el camarín, antes de salir al aire y frente al resto de los panelistas, el economista le manifestó a Pacheco que diría que era el “candidato tapado”, a lo que el ex ministro respondió con humor.
En el socialismo –partido al que pertenece Pacheco– reconocen que la idea fue conversada en su momento entre algunos próceres, previo al 19 de octubre cuando renunció al Ministerio de Energía. Veían en él una buena alternativa, un liderazgo empático, con una excelente gestión a su haber en el Gobierno, reconocido por sus múltiples redes políticas, con buena llegada en distintos mundos, desde los empresarios, pasando por la DC hasta el resto de la Nueva Mayoría. Sin embargo, los mismos que barajaron la opción hoy ya la desecharon, precisamente por el rol que ha asumido en la campaña, que hace imposible pensarlo como un plan B o el as bajo la manga.
“Los tapados siempre son eso, nunca asumen un rol visible, además es imposible en marzo levantar una alternativa con Alejandro Guillier ya desplegado. Lagos tendrá que morir con las botas puestas”, sentenciaron en el seno del PS.
En la Nueva Mayoría no pocos creen que Pacheco quiere ser Presidente de la República y no descartan que trabaje para ello los siguientes años, pensando en el 2021. “Tiene las ganas, la plata, la inteligencia y la libertad para hacerlo”, dijo un ex dirigente DC.
Pero hoy, aseguraron en su entorno, está abocado 15 horas diarias a ser “el arquitecto de la campaña de Lagos” y, durante una reunión el miércoles, el ex ministro pidió expresamente a varios de sus colaboradores comenzar a desmentir la versión de que es el tapado, debido a que considera que son versiones que inventan para perjudicarlo a él y al ex Presidente, como a la relación entre ambos que data desde 1984, un vínculo de amistad que involucra a las respectivas familias. No hay que olvidar que Lagos Escobar alojaba en su casa en Brasil y que nombró embajador en el Vaticano a Máximo Pacheco Gómez, el padre del ex ministro, precisamente como la carta que se jugó en la Santa Sede para generar un vínculo con la Iglesia y lograr sacar adelante la Ley de Divorcio.
En el PS –partido al que pertenece Pacheco– reconocen que la idea fue conversada en su momento entre algunos próceres, previo al 19 de octubre, cuando renunció al Ministerio de Energía. Veían en él una buena alternativa, un liderazgo empático, con una excelente gestión a su haber en el Gobierno, reconocido por sus múltiples redes políticas, con buena llegada en distintos mundos, desde los empresarios, pasando por la DC hasta el resto de la Nueva Mayoría.
El recelo
Pacheco busca evitar tensiones, suspicacias y problemas con el círculo político histórico de Lagos Escobar, donde –señalan en el propio laguismo– radicaría el recelo con el poder que tiene Pacheco en la campaña. No por nada se puso el parche antes de la herida, considerando que desde la semana pasada algunos laguistas han propagado la versión de que el ex Mandatario está molesto con el protagonismo de su estrecho colaborador, que así se explica que en una entrevista en el diario Austral, el 25 de octubre, Lagos Escobar lo “echó al agua” y aseguró que él no lo reclutó sino que fue su hoy generalísimo quien se ofreció a trabajar con él: “Pensaba desde el 90 que habría sido un gran jefe de gabinete, pero (en dos oportunidades) no se atrevió a decirlo. Y se dedicó a su carrera profesional. Y ahora un día fue a verme a la oficina y me dice, aquí estoy, ahora sí puedo ser jefe de gabinete, lo que me hizo reír mucho (…). Luego él me dijo, no, lo que yo quiero es ayudar en la campaña. Yo le dije, qué bueno, si tu cargo de ministro te lo permite en cosas privadas, en fin… No, no, no, me dijo, si para ayudar en la campaña yo dejo el ministerio. ¿Estás seguro?, le pregunté, si totalmente, me dijo, y le dije bienvenido, me parece espectacular”.
La verdadera historia es que por años Pacheco y Lagos han conversado el tema de trabajar juntos, instancia en que el ex ministro varias veces le preguntó la razón por la cual nunca lo había considerado en sus equipos. Durante el año repitieron el diálogo, donde el hoy generalísimo le dejo claro que, si se lanzaba a la piscina para el 2017, varios, incluyéndolo, se sumarían a trabajar para él y luego coincidieron en el funeral del pintor José Balmes, el 29 de agosto, instancia en que el ex Mandatario le pidió retomar la conversación. Tres días después vino el anuncio oficial.
El recelo entre algunos laguistas históricos se alimentó con la portada del vespertino La Segunda del jueves 20 de octubre, en la que a todo color se veía a un sonriente Pacheco trasladándose en metro a su primer día como generalísimo; con las entrevistas que dio a El Mercurio y La Tercera ese mismo fin de semana, donde habló extensamente de política, un despliegue que fue visto más como el de un candidato que de un generalísimo. Como el de un “tapado”.
Pero lo cierto es que el propio Lagos Escobar ha insistido, en el seno de sus equipos, que “no está para niñerías” y entre sus colaboradores insisten en que no han escuchado de boca del candidato “ninguna molestia con Pacheco”, que fueron los medios de comunicación los que centraron el foco en el nuevo generalísimo y que el “ruido interno viene de los asesores históricos” del ex Mandatario, que miran con recelo al ex ministro porque “no viene del segundo piso” que dirigía con plenos poderes Ernesto Ottone en su primer Gobierno
Entre quienes defienden a Pacheco en el laguismo, explicaron que cuando mucho “ha pecado de excesivo entusiasmo”, que “es un tanque político”, que nadie puede sorprenderse de ello, que su presencia es una apuesta para aunar apoyos en la centroizquierda, que si Lagos instaló a alguien de la talla del ex ministro de Energía como su generalísimo fue precisamente para despejar toda duda de que no se baja de la carrera y que ese malestar de sus históricos pasa más por el hecho de que “no están entendiendo” realmente a su candidato, ese que llegó junto a Pacheco a Bajos de Mena en Puente Alto manejando el mismo el auto y que quiere salirse de esa aura casi monárquica que lo rodea, como su cartel de ser el abanderado de la elite económica.
Pacheco dejó de dar entrevistas, porque está abocado 100% al trabajo que le encomendó Lagos: ampliar sus círculos y redes, no ser su vocero. Por eso todo el fin de semana largo estuvo en Santiago protagonizando diversas reuniones políticas, al punto que afirman que “de todos los sectores han pasado por Presidente Errázuriz”, calle donde se ubica la casa del ex ministro PS y que ahora, ya instalado en su oficina en Providencia, donde tiene tres televisores para monitorear lo que sucede, todas las mañana mira detenida y concentradamente la sede del Centro de Estudios Públicos (CEP), consciente –agregaron– de que debe mostrar resultados en la mítica encuesta de diciembre.
“Este es el desafío político de mayor complejidad de la vida de Pacheco, sabe que tiene que entregar resultados”, sentenció un colaborador laguista.
La tarea no es menor. La Adimark de octubre, dada a conocer ayer, no mostró un buen escenario para el ex Presidente. El senador Guillier subió 10 puntos –llegando al 15%– en la pregunta respecto a quién prefieren como próximo Presidente de la República, mientras que Lagos obtuvo un 5%, empatado con Marco Enríquez-Ominami, con un Sebastián Piñera que se mantiene en el primer lugar con 20%.
El escenario cambia cuando se pregunta quién cree que será el próximo Mandatario. Piñera obtiene un 37% –seis puntos menos que el mes anterior– y Lagos llega al 14%, registrando un alza de seis puntos, mientras que el senador por Antofagasta marcó un 8%.
En el laguismo reconocen que las cifras no son buenas, pero insisten en que hay tiempo y espacio para remontarlas, que la carrera presidencial sigue abierta, que Pacheco está convencido de que la gente va a valorar su estilo de conducción mientras más se demore Guillier en asumir públicamente definiciones programáticas, que su tarea es precisamente esa, mejorar la apreciación ciudadana que hay del ex Mandatario y que esta semana se comenzó a transitar por el rumbo acertado, apuntar a la derecha y a Piñera, para recordar que el adversario no está entre las huestes de la Nueva Mayoría, sino en la vereda de enfrente.
El Mostrador/Emol