Cómo capitalizar el descontento ciudadano con las coaliciones políticas tradicionales y cómo mantener la cohesión de una alianza de movimientos de izquierda, que históricamente han tendido a la atomización y división, son algunos de los cuestionamientos que desde ya debe hacer frente el Frente Amplio, coalición que aspira a erigirse como una alternativa a la Nueva Mayoría y Chile Vamos.
Revolución Democrática, Movimiento Autónomo, Izquierda Libertaria, Nueva Democracia, Partido Humanista y Convergencia de Izquierdas son los partidos y movimientos que integran este nuevo referente y que plantean aquí los elementos que los unen, y los cuales pretenden destacar por sobre las diferencias eventuales que pudieran minar la cohesión del nuevo referente.
Carla Amtmann integrante de la mesa ejecutiva de Nueva Democracia señaló que son tres los criterios a través de los cuales pretenden capitalizar el descontento y apatía que casi dos tercios de los chilenos manifiestan hacia la política: unidad, propuestas efectivamente transformadoras “que haga carne los intereses que la ciudadanía ha expresado y ha luchado”, y una metodología seria y convincente “con pasos y transformaciones reales y posibles para este período”.
La dirigenta hizo hincapié en que la pretendida unidad no implica homogeneidad, sino que respetar las diferencias de cada uno de los movimientos, “objetivos comunes, principios y formas de construcción comunes en la diferencia”, elementos que, a su juicio, están marcando de manera transversal a las fuerzas que deben confluir en este nuevo referente.
“Uno de los lineamientos centrales están marcados por los principales movimientos sociales de este último tiempo. Sin duda un proceso de asamblea constituyente para una nueva Constitución es uno de ellos, pero en general yo los englobaría como un eje de recuperación de los derechos sociales con un criterio de Estado garante y, por tanto, con la validación del criterio de derechos universales. Por otra parte, la recuperación de nuestra soberanía, todas las demandas que impliquen un fortalecimiento de la soberanía popular sobre nuestra tierra, nuestro mar, nuestros recursos naturales, y un tercer eje sobre todo vinculado a la democratización: proceso constituyente y mayores mecanismos de participación ciudadana”.
Felipe Ramírez, secretario general de Izquierda Libertaria, sostuvo que el principal objetivo del Frente Amplio es “desmarcarse completamente de las dinámicas que hoy han alejado a la gente de la discusión política”, como el financiamiento del gran empresariado de campañas, las designaciones a dedo, etc. y generar prácticas políticas que estén enraizadas en el movimiento social, en los problemas más sentidos por la población, “y el debate amplio de cara a las personas”, elementos que Ramírez juzga “fundamentales para re-entusiasmar a la gente y para también acercarlas al debate político, nuevamente”.
El secretario general de Izquierda Libertaria expresó que una de las características que tendrá el Frente Amplio es que, además de agrupar organizaciones políticas, “también tiene que tener un espacio de reflexión en las comunas”. La idea es generar espacios de discusión con los vecinos, aseguró, “con la misma gente que constituye el diario vivir en los territorios en los que estamos comenzando a trabajar”.
“Esto no se trata solamente de una elaboración política elevada, que se desarrolla en términos políticos e ideológicos, sino que también tiene que ver con hacer carne estos principios generales que enmarcan o engloban a este Frente Amplio, en donde los protagonistas no tienen que ser solamente los militantes, sino que fundamentalmente la ciudadanía”.
Ramírez hizo énfasis en la necesidad de generar espacios de confianza, tanto con la ciudadanía como entre los mismos movimientos que conforman el Frente Amplio, como una manera de proyectar la alianza y evitar así la atomización de las fuerzas de izquierda: “La manera de cómo poder superar estas dificultades y diferencias tiene que ver, en mi opinión, con hacer la política lo más de cara a la gente posible”.
“Otra cosa tiene que ver con cómo somos capaces de poder generar un programa que nos unifique en torno a los elementos centrales en los que estamos de acuerdo: en la orientación anti neoliberal, la orientación respecto al aseguramiento de los derechos sociales, la necesidad de contar con espacios de participación masiva, la definición de independencia frente al empresariado en términos de financiamiento de la política, por ejemplo, el rechazo terminante a la corrupción en los partidos, y a las dinámicas que fomentan el rapto del Estado y de la maquinaria estatal por parte de grupos dirigentes”, agregó.
Frente Amplio descarta apoyo a candidatura de Lagos o Guillier
Desde el Frente Amplio descartaron de plano adherir a cualquier candidatura presidencial que surja de la Nueva Mayoría, ya sea Ricardo Lagos o Alejandro Guillier, a pesar que este último ha manifestado que la suya es una candidatura surgida desde la ciudadanía y no de las fuerzas políticas.
De hecho desde el PPD manifestaron su aspiración a incluir a fuerzas como Revolución Democrática en las primarias presidenciales del conglomerado, situación que fue descartada de plano por su presidente, Sebastián Depolo.
“Nuestra política de alianza lo que busca es construir algo nuevo, lo que llamamos Frente Amplio, junto a quienes de verdad quieran transformaciones profundas en el país y no solamente administrar lo existente. Nosotros hoy descartamos ser parte de la Nueva Mayoría, descartamos algún tipo de acuerdo con un conglomerado que en realidad no fue capaz de empujar con profundidad y convicción, los cambios que creemos que el país necesita”.
Asimismo, desde el Frente Amplio reiteraron que mientras el Partido Progresista insista en alzar la candidatura presidencial de Marco Enríquez-Ominami, tampoco entablarán negociaciones con dicha colectividad en orden a integrarla a este nuevo referente, tal como lo expresó Carla Amtmann.
“Hay un límite ético y de forma de construir política en el cual nosotros somos tajantes: si queremos levantar un nuevo proyecto nacional para un Chile distinto, requiere de articularse y conformarse con quienes están construyendo también de una forma distinta, y por lo tanto nosotros no vamos a trabajar con personas que estén siendo procesadas e investigadas en casos de corrupción. Si, eventualmente, no salieran culpables y se demostrara que fue un montaje o cualquier malentendido como han dicho algunos desde el PRO, podríamos volver a conversar”.
En tanto, Felipe Ramírez señaló que si bien buscarán un acercamiento formal con la Coordinadora No+AFP, son cautos a la hora de concretarlo ya que no quieren que se planteen críticas que apunten a una posible cooptación del movimiento por parte de referentes políticos.
Por su parte, el vocero de No+AFP Luis Mesina señaló que si bien tiene buenas relaciones con los partidos y movimientos que conforman el Frente Amplio, “la Coordinadora no ha debatido una política de unidad en un plano diferente al que como movimiento social tenemos”.
“Nosotros recién nos vamos a juntar en una primera conferencia el 14 de enero, quizás ahí discutamos y debatamos cuáles son las políticas de alianzas nuestra y cuáles van a ser los desafíos para 2017, y en ese contexto por supuesto que vamos a tener que tener postura o posición respecto de lo que es el surgimiento de nuevos referentes políticos”, concluyó Mesina. (Radio U. de Chile)