El número de agresores que participaron en los ataques cerca de la frontera con Bangladesh también ha subido de 150 a un millar, según el Gobierno. El Ejército de Salvación Rohinyá de Arakan (ARSA) ha reivindicado la acción armada.
El asalto tuvo lugar un día después de que una comisión liderada por el ex secretario general de la ONU Kofi Annan presentara a la prensa un informe con recomendaciones para poner fin a la violencia sectaria en Rakhine y promover el desarrollo de la región.
El ARSA justificó la acción de este viernes (25.08.2017) con la necesidad de defenderse de los abusos que padece la minoría musulmana rohinyá a manos del Ejército.
Más de un millón de rohinyás viven en Rakhine, donde sufren una creciente discriminación desde el brote de violencia sectaria de 2012 que causó al menos 160 muertos y dejó a unos 120.000 de ellos confinados en 67 campos de desplazados.
Las autoridades birmanas no reconocen la ciudadanía a los rohinyás, sino que los consideran inmigrantes bengalíes y les imponen múltiples restricciones, incluida la privación de movimientos. (DW, efe, dpa)