Para revertir esta situación, por un lado, se ha mencionado que debe ampliarse la matrícula pública, pero ¿de qué manera se realizará esta ampliación si ya hemos llegado a un «tope social» en la cantidad de estudiantes que ingresan al sistema?
Por otro lado, no hay solución evidente y todo indica que con la Universidad Iberoamericana se volverá a repetir la situación dramática de las universidades del Mar y la Arcis. La Iberoamericana fue acreditada por el mínimo de años para poder acceder a los fondos del CAE, pero no duró ni tres meses y demostró su incapacidad económica para desarrollar su función académica. Hemos visto el cierre de campus clínicos y la renuncia de profesores.
Estos problemas que parecen separados tienen una solución común: el fortalecimiento de la educación estatal. Así como se generó un aumento de la matrícula de la U. de Chile y la UTE (hoy Usach) en 1970 a través de planes de acceso alternativo y programas nocturnos, hoy se deben buscar los mecanismos para recibir a los estudiantes de las universidades en crisis. La solución es única, porque el problema es común.
El Mineduc y los rectores del CUECh deben elaborar planes de validación para estudiantes de estas instituciones. Los y las estudiantes estamos dispuestos a trabajar en mecanismos para el caso de la Universidad Iberoamericana. De funcionar bien, se sentará un precedente que puede ser incorporado en la Ley de Ues Estatales.
Daniel Andrade
Presidente FECh
Paz Gajardo
Vocera Consejo de Presidentes U. Iberoamericana