La importación de mercancías que ingresan como envíos expreso a Chile es cada vez mayor, llegando a enero del 2024 a 1.846.625 kilos, correspondientes a 2.314.178 guías aéreas, equivalentes a $US 161.249.137. A la fecha, la otra cara de la moneda es que el abandono de los paquetes, por distintas circunstancias, tiene saturado el sistema, según advierten desde Atrex (Asociación Gremial de Transporte Expreso de Chile).
Ropas, repuestos motores, televisores, etc., de todo puede haber en las encomiendas aéreas abandonadas, que tienen inhabilitados 10 estacionamientos del principal terminal aéreo del país, en una superficie de 5 mil m2 aproximadamente.
En los últimos 3 años se han destruido más de 300 toneladas de encomiendas olvidadas o abandonadas en el aeropuerto. El 2022 se lograron destruir 100 toneladas, pero el 2023 solo se logró destruir 56 toneladas. “Falta por destruir 300 toneladas” asegura Peter Gibson, gerente general de Atrex.
Las encomiendas abandonadas se denominan “basura” y está causando un gran problema en los centros de distribución. ¿Quién es el responsable? Hay varios en la cadena, pero lo cierto es que después de 30 días se denominan “mercancía en presunción de abandono” y pasa a manos de Aduanas. ¿cuál es su destino?
- Donación
- Subasta aduanera
- Destrucción: es el Servicio Nacional de Aduanas el que determina esta última alternativa, conforme a ciertas reglas dadas por la ley. Sin embargo, en el último tiempo, ha habido una gran ralentización en las destrucciones.
Según Peter Gibson, “Aduanas se enfrenta a deficiencias o carencias en el sistema de destrucción de mercancías, con escasez de fiscalizadores para hacer los procesos de loteo, y la posibilidad de actualizar la normativa vigente, que, entre otras cosas, no permite el reciclaje de la mercancía en lugar de convertirla en basura”.
Mientras tanto, el peligro de incendios está latente, y la delincuencia mira con ojos amenazantes los cientos de toneladas acumuladas sobre la losa del aeropuerto cuyo fin es el tránsito de aviones. Y aquí las culpas van y vienen. En la construcción del moderno terminal aéreo, el MOP no contempló planes de expansión de secciones de cargas, pero dice que el problema le corresponde a la Dirección de Aeropuertos, la que a su vez no se hace cargo.
¿Cómo mitigar el problema? Por ahora el llamado de Atrex es a hacer más eficaz el sistema de destrucción de la mercancía abandonada y, por cierto, a los consumidores a asumir también su responsabilidad al comprar. (VDS Comunicaciones)