El “filosofazo 2016” pudo más, fue más fuerte. El Ministerio de Educación finalmente echa pie atrás a la irracionalidad de eliminar filosofía del currículum nacional, escucha la crítica transversal por una muy mala idea suya, y lanza una nueva propuesta –ahora– reconociendo que también los jóvenes de los liceos Técnico Profesionales tienen el derecho a estudiar filosofía en la Enseñanza Media.
Así se ve en la Propuesta Curricular para 3° y 4º Medio que publicó este miércoles 8 de marzo la Unidad de Currículum y Evaluación (la “Estrella de la Muerte”, como he escuchado que le dicen) del Mineduc.
Ahora sí, filosofía para todos… para todos los estudiantes de todos los liceos, sin ninguna distinción odiosa entre los que sí tendrían las facultades para pensar y los que no. Pasamos de casi no tener nada, a ampliar significativamente la presencia de la filosofía en la Educación Media. El filosofazo tuvo, pues, su efecto, y no menor.
De no ser por este movimiento transversal que desacreditó la sinrazón del Mineduc, que incluyó a un no despreciable abanico de actores de la sociedad civil, no estaríamos hoy satisfechos –al menos– por este inicial pero muy notable logro.
La discusión ahora es por los objetivos y contenidos de aquello que los jóvenes debiesen aprender en filosofía. El debate está ahora en pensar los conocimientos, habilidades y desempeños que esperamos de nuestros jóvenes en el área filosófica del razonar, fundamentar, argumentar, dialogar y consensuar. Es decir, no solo qué es lo que queremos que sepan hacer con lo que piensan, ni menos qué es lo que queremos que piensen concretamente, sino cómo logramos que sean ellos quienes piensen por sí mismos a esta sociedad chilena, a esta cultura chilena y a esta democracia chilena, que cada vez parece más bien una cleptocracia de elites y corporaciones económico-financieras.
Agrego a la buena noticia de la filosofía para todas y todos los jóvenes liceanos, lo siguiente: esto ya lo he preguntado, ¿no es posible pensar que la filosofía ocupe un rol central en todo el currículum de una buena vez y como Dios y la Razón mandan, desde 1º Básico hasta 4º Medio? Mi respuesta la vuelvo a repetir: la filosofía desde la escuela primaria debiese ser pensada muy seriamente. Es lo que conocemos como “Filosofía para niños”. La afirmación de que los niños también pueden filosofar es, sin duda, maravillosa y cambia por completo la perspectiva que tenemos de ellos.
No es malo. El Palacio de la Moneda debiese sacar lecciones de esto que ha ocurrido. Los burócratas kafkianos del Estado, con una buena terapia de movimientos sociales, sentido común y racionalidad, se pueden curar de sus cegueras de tecnócrata advenedizo: su conjuntivitis de planilla Excel o su hipoacusia de Ph.D., no es una fatalidad; esos señoritos y señoritas del aparato estatal deben aprender, a partir de lo que ha sucedido, que su pose de tecnócratas es tan solo un producto cultural más o, mejor dicho, una mascarada patética que esconde la necesidad de un serio psicoanálisis. En buena hora que lo aprendan de su experiencia con la filosofía y el filosofazo.
Sin embargo, agrego a la buena noticia de la filosofía para todas y todos los jóvenes liceanos, lo siguiente: esto ya lo he preguntado, ¿no es posible pensar que la filosofía ocupe un rol central en todo el currículum de una buena vez y como Dios y la Razón mandan, desde 1º Básico hasta 4º Medio? Mi respuesta la vuelvo a repetir: la filosofía desde la escuela primaria debiese ser pensada muy seriamente. Es lo que conocemos como “Filosofía para niños”. La afirmación de que los niños también pueden filosofar es, sin duda, maravillosa y cambia por completo la perspectiva que tenemos de ellos, a veces demasiado cercana a lo que afirmaba Platón en Las Leyes, cuando los denominó “bestias salvajes”. Pues bien, hoy en el siglo XXI sabemos que hasta estas “bestias salvajes” pueden filosofar.
Filosofía sí, para todos, pero en serio. La filosofía no es solo para estudiantes de 3º o 4º Medio.
El Mostrador