La señal del gobierno ha sido que es necesario apretarse el cinturón para lograr alcanzar los compromisos de gasto que sean compatibles con mantener el escenario de déficit fiscal estimado. Sin embargo, las cifras de ejecución fiscal muestran que la pista está cada vez más complicada, al quedar menos tiempo para el cierre del año.
De acuerdo al informe de Ejecución del Presupuesto 2024 al tercer trimestre de la Dirección de Presupuestos (Dipres), el gasto total mostró un crecimiento de 5,5% real anual, totalizando $56.257.606 millones (18,3% del PIB estimado para el año). Por su parte, el gasto del Gobierno Central Presupuestario también presentó un incremento real de 5,5% anual, registrando una ejecución de $56.253.191 millones, con una tasa de avance de 73,1% respecto de la Ley de Presupuestos aprobada.
Esto, a pesar de que en el mes de septiembre hubo una moderación en el crecimiento del gasto, el que fue de 2,5%. Y respecto a lo que estaba acumulado al segundo trimestre, también se vio una expansión menor. A junio, según los datos de la Dipres, el alza del gasto llegaba a 6,5%.
Sin embargo, considerando incluso este menor ritmo, se ve muy lejana la posibilidad de que el gasto total alcance en el acumulado del año un aumento de 3,5% que estaba comprometido y, más aún, que se cumpla con la meta de déficit estructural de 1,9% del PIB.
Esto además, en un escenario en el que los ingresos totales del Gobierno Central acumulados a septiembre alcanzaron a $48.412.059 millones, equivalentes a un 15,7% del PIB estimado para el año, lo que equivale a una caída real anual de 2,9%. Esta baja estuvo incidida, principalmente, por menores rentas de la propiedad (-68,7%), debido a las menores rentas del litio de Corfo frente a una baja en el precio del mineral, lo que contrasta con una alta base de comparación del año anterior. En este contexto, falta aún cerca de 45% de los ingresos estimados para el año, cuando restan solo tres meses para finalizar 2024.
Con esto, el déficit efectivo para 2024 subió de 1,4% del PIB en el segundo trimestre a 2,5% en el tercero.
Así, hay dos escenarios. El primero, y menos probable, es que efectivamente se logre alcanzar la proyección de ingresos de Hacienda, la que está en $70.135.754 millones, según el último Informe de Finanzas Públicas (IFP) que acompañó a la presentación del proyecto de ley de Presupuestos 2025, y que en ese momento ya tuvo un ajuste a la baja de cerca de $450 mil millones. “Si se cumple la proyección de ingresos de Hacienda, los gastos deberán ajustarse en US$ 1.300 millones de aquí al fin de año. Eso significa una contracción del gasto en 7,7% el último trimestre para cumplir la meta de balance estructural” señala el exdirector de Presupuestos, Matías Acevedo. Esa meta es de 1,9% del PIB, pero el mismo Ministerio de Hacienda reconoció en el último IFP que su cálculo para 2024 es de un déficit estructural de 2,3% del PIB.
De hecho, solo para lograr el compromiso de un alza del gasto de 3,5%, sin considerar cómo quede el balance fiscal, la caída en el gasto en el cuarto trimestre deberá ser de 2,5% respecto a igual período de 2023.
CUESTA ARRIBA EN LOS INGRESOS
Para alcanzar el nivel de ingresos proyectado por Teatinos 120, estos durante el último trimestre del año deben crecer un 30% respecto a igual trimestre del año anterior. Esto, añade Acevedo, “no ha ocurrido desde el 2010 a la fecha (sin crisis mediante)”.
“Con esta información es factible estimar menores ingresos entre US$3.200 millones a US$3.500 millones respecto de la proyección de Hacienda para el 2024″, puntualiza el experto. En este segundo escenario, para cumplir la meta de balance fiscal con esta proyección de ingresos se requiere que los gastos durante el último trimestre del año se reduzcan entre un 12% y 14% respecto al último trimestre del año anterior.
Bajo este contexto de menores ingresos, el monto anunciado por el gobierno para el Presupuesto 2025 significaría un alza cercana a 14% respecto a la proyección ajustada, afirma Acevedo.
Esto suma dudas sobre esas perspectivas de ingresos 2025, las cuales ya fueron cuestionadas esta semana por el propio Consejo Fiscal Autónomo (CFA), el que, en una presentación ante la Comisión Mixta Especial de Presupuestos subrayó la necesidad de mejorar la precisión y prudencia en las proyecciones de ingresos de los presupuestos, así como la capacidad de la autoridad fiscal para ajustar el gasto ante situaciones de menores ingresos estructurales, para así cumplir con la regla fiscal.
En particular, para el presente año, el CFA advirtió que, para alcanzar las proyecciones de ingresos de la Dipres, entre septiembre y diciembre estos deberían aumentar un 26,0%, y 22,9% interanual, con y sin considerar la repatriación de capitales incluida en la Ley de Cumplimiento Tributario, respectivamente. “Lograr esto, resaltó, requeriría un fuerte cambio de tendencia respecto de la contracción interanual de 4,4% de los ingresos acumulada al octavo mes del año”, señalaron.
“Estas cifras a septiembre confirman lo que decíamos hace meses. La meta de balance estructural no se cumplirá. Y es probable que por un margen de 1 punto del PIB o más”, dice Acevedo. (La Tercera)