El primer ministro australiano y su ministra de Defensa descartaron que el país vaya a acoger alguna de las bases de misiles que Estados Unidos busca desplegar en el Pacífico en un plazo de «meses».
«No nos han preguntado, no ha sido considerado, no se ha puesto sobre la mesa. Asunto zanjado», dijo a los medios el primer ministro australiano, Scott Morrison, desde la ciudad de Brisbane.
En la misma línea se manifestó la ministra de Defensa, Linda Reynolds, quien confirmó a la radio ABC que el secretario estadounidense de Defensa, Mark Esper, «no lo solicitó y tampoco anticipó ninguna petición» durante su visita al país oceánico. «Le pregunté directamente, ‘¿Hay alguna expectativa de una solicitud?’, Y él dijo ‘No'», remarcó Reynolds en la emisora pública.
Esper expresó el sábado, mientras viajaba a Australia, el deseo de Washington de desplegar un sistema de misiles intermedios en el Pacífico, sin especificar su ubicación, para reafirmar el compromiso con sus aliados.
Ya en Sídney, donde participó en una reunión ministerial, el ministro estadounidense se mostró duro al recriminar a China su «conducta agresiva» que, en su opinión, «puede desestabilizar» la región.
Las palabras del jefe del Pentágono, quién hoy se encuentra en Nueva Zelanda, llegan luego del que EE. UU. ha abandonado formalmente el tratado para la eliminación de misiles nucleares de medio y corto alcance (INF), que firmó con Rusia durante la Guerra Fría.
El primer ministro australiano, sin embargo, sí dejó abierta la posibilidad de que Australia se una a una coalición internacional para asegurar el transporte marítimo en el golfo Pérsico, una iniciativa estadounidense que es mirada con desconfianza por ciertos países ante el temor a que desemboque en un conflicto con Irán.
«Es importante que hagamos que el estrecho de Ormuz sea seguro», precisó el mandatario australiano.
El primer ministro de Australia, aliado histórico de Washington desde hace más de un siglo y que tiene a China como principal socio comercial, tiene previsto cenar el próximo mes con el presidente estadounidense, Donald Trump, durante su visita a Estados Unidos.
Estados Unidos ha solicitado a unas 60 naciones su ayuda para asegurar el tránsito de los cargueros en el estrecho de Ormuz, considerado crucial para el desplazamiento de los petroleros. (DW, efe, reuters)