“El camino donde el Estado hace todo, ya no funcionó. Fracasó en todas partes”, expresó el analista Axel Kaiser, preocupado por el futuro del país y por las consecuencias de la discusión e implementación de la serie de reformas estructurales que lleva adelante el Gobierno, cumpliendo el programa presidencial de la Presidenta Michel Bachelet, las que no dudó en tildar de “simplemente ideológicas”.
“Son sólo temas ideológicos. Hay mucha gente que, probablemente de buena fe, cree esto, como una religión: en hacer crecer el tamaño del Estado, que ha probado su ineficiencia y despilfarro (…) Estamos entrando en una época que es lo más parecido a la década de los 60, donde impera la ideologización de la sociedad. El consenso al que habíamos llegado y que nos dio treinta años de bienestar, se rompió”, resumió.
Y si bien Axel Kaiser no desconoce que muchas de las medidas propuestas que llevaron al poder a la Nueva Mayoría eran en general muy sentidas por la población, sostuvo que, en general, especialmente en el tópico de la desigualdad y la distribución de la riqueza, responden a la estrategia de grupos interesados de “instalar ideas –falsas- que luego monopolizan el debate” y que forman parte de un proceso social mayor que es descrito por la bibliografía especializada como “el rol de las ideologías en el cambio institucional”.
“Si se demoniza a la gente que da empleo, que emprende, innova y sale adelante, vas a tener un peor país”, sentenció, defendiendo el modelo de libertad económica y emprendimiento que llevó a Chile a un sitial de privilegio en el concierto latinoamericano.
“Pero Chile hoy es terreno fértil para el populismo”, advirtió, ejemplificando con lo que ocurre en otros países de América Latina que abrazaron las ideas de izquierda durante los últimos años y que suman debacles económicas e inestabilidad, como Venezuela, Argentina, Brasil, Bolivia y Ecuador.
