«No he pensado en renunciar ni pienso hacerlo. De ninguna manera», aseguró hoy la Presidenta Michelle Bachelet, ante los rumores de que estaría pensando en abandonar el cargo debido a la situación creada por los escándalos políticos recientes, uno de los cuales involucra a su hijo, Sebastián Dávalos.
«Imagínense (…), eso sería un quiebre institucional», comentó la Mandataria en un encuentro con corresponsales extranjeros a los que manifestó su preocupación por la difusión de informaciones no contrastadas y sin fundamento por parte de algunos medios de comunicación. «Que quede claro que yo no estoy pidiendo en ningún momento terminar con la libertad de expresión. Nada de eso. Pero por favor, responsabilidad», pidió la Presidenta.
«Puede que haya corrupción en Chile, pero no es generalizada. No todo el mundo es corrupto en nuestro país», recalcó la jefa de Estado, quien lamentó que en Chile se esté instalando «una suerte de cultura de la desconfianza» que considera que no hay nadie que no sea corrupto. «Y eso no es cierto», puntualizó.
Respecto al caso Caval, aunque recalcó que no puede hablar de una investigación judicial en curso, la gobernante afirmó que jamás tuvo conocimiento de la reunión entre su hijo y el vicepresidente del Banco de Chile, Andrónico Luksic. «Nunca lo vi, ni hablé con él (Luksic) hasta noviembre de 2014», aseguró Bachelet, añadiendo que «aquí no hay ciudadanos de primera y de segunda clase».
«Más allá de la sensación de los chilenos de que aquí hay poderosos que se mueven y que hacen cosas, tanto en el mundo empresarial como en el mundo político, lo que ha pasado en nuestro país demuestra lo contrario», declaró.
«Cuando hay empresarios poderosos que están en la cárcel y que están siendo investigados; cuando hay familiares de la presidenta que están siendo investigados a ver si hay algún mérito de algo para pasar a otro proceso, eso demuestra que el Gobierno no está haciendo ningún esfuerzo para tapar ninguna cosa», enfatizó. (Emol)