El Segundo Juzgado de Garantía de Santiago acogió la querella presentada por la Presidenta Michelle Bachelet contra la revista Qué Pasa, esto luego de la publicación de la semana pasada de supuestas escuchas telefónicas al gestor inmobiliario de Caval, Juan Díaz, en donde apareció mencionada la Mandataria en uno de los diálogos.
La resolución fue dictada esta mañana por el tribunal dándole tramitación a la misma. Además, como manda el procedimiento, notificará a las partes, es decir, a los abogados de revista Qué Pasa. Posteriormente, el tribunal deberá citar a unaaudiencia, en este hecho que se conoce como “delito de acción privada”, esto es, no interviene el Ministerio Público.
El procedimiento que continúa ahora es que los abogados de la revista, que patrocinarán también a los periodistas a cargo de la publicación, sean notificados de la acción legal, presenten el patrocinio y poder, y de esa manera se inicie la tramitación formal.
Las querellas por injurias o calumnias, se conocen en la jerga de los abogados como “delitos de acción privada”. Es decir si el afectado no “mueve” la causa, se extingue cualquier efecto.
A diferencia de las investigaciones penales o delitos de “acción pública”, las partes pueden llegar a los acuerdos que estimen pertinentes, que van desde retirar la querella, aceptar disculpas, entre otras.
PERIODISMO RIGUROSO
La Presidenta Michelle Bachelet defendió este miércoles en París la presentación de la querella por injurias y calumnias contra la revista Qué Pasa por la publicación de supuestos audios que la vinculan al caso Caval.
«Creo en el derecho de buscar la verdad sin limitaciones. Con la presentación de la querella estoy ejerciendo el derecho que tengo a defenderme de mentiras e injurias que afectan lo más preciado que tiene una persona: mi honra», dijo a la prensa Bachelet al margen de la reunión de la OCDE.
«Yo he sido una mujer que he luchado toda mi vida por la democracia, he puesto a mi patria por delante de mis seguridades, de mis intereses personales, incluso sufrí persecución por mis convicciones», afirmó.
El jueves pasado, la Mandataria calificó de «infamia» y «canallada» una publicación que transcribió una supuesta conversación telefónica del gestor inmobiliario de Caval, Juan Díaz, donde se vinculaba a la jefa de Estado con el caso judicial.
La noche de este martes, la revista rechazó la medida interpuesta por la Presidenta y aseguró que coarta la libertad de expresión de los medios de comunicación.
En ese sentido, Bachelet aseguró que defiende la prensa libre, siempre que ésta sea realizada con ética.
«Yo he luchado por una prensa libre porque creo en la transparencia y en el derecho a buscar la verdad (…) una democracia fuerte y madura necesita de un periodismo serio y riguroso, y yo siempre apoyaré la libertad de expresión y siempre apoyaré que éste sea hecho de manera seria, rigurosa,y verificando la información que efectivamente se coloca», sentenció.
COPESA DESPLIEGA SU PODER
Polémica ha desatado la decisión, por parte de la Presidenta Michelle Bachelet, de querellarse por «injurias y calumnias» en contra de revista Qué Pasa, perteneciente al Grupo Copesa.
Esto luego de que el referido semanario publicara una nota en la que se reproducía una escucha realizada por el OS9 de Carabineros al ex operador político de la UDI, Juan Díaz. En el audio, el hombre sindicado como clave en el caso Caval, involucraba directamente a la Mandataria con el caso.
Ante esto, la revista, parte del Grupo Copesa, controlado por Álvaro Saieh Bendeck y presidido por su hijo Jorge Andrés, sacó una declaración pública en donde señalan que han tomado conocimiento de la presentación de la querella y que respecto al «contenido de la referida acción criminal no podemos hacer comentarios hasta conocerla».
Según la publicación «las autoridades se encuentran sometidas al escrutinio y fiscalización de los ciudadanos, y los medios de comunicación tienen una especial misión en este sentido (…). La Presidenta de la República no está exenta de este control».
Desde la revista señalan, asimismo, que la presentación de la iniciativa legal es de gravedad y rechazan «la presentación de esta acción criminal que intenta coartar la libertad de expresión». Agregan que el hecho de que la querella sea presentada por la Presidenta en calidad de ciudadana «no disminuye esta presión, ya que ambas calidades son inseparables» y hacen notar, respecto de este punto, que la presentación de la querella fuera anunciada por el ministro secretario general de Gobierno, Marcelo Díaz.
El medio indicó que «la publicación en la revista de parte de la carpeta investigativa de la fiscalía en caso alguno constituye una falta, ni legal ni ética. Más aún, parte del contenido era de público conocimiento, ya que había aparecido en diversos medios de comunicación. Aquella parte de la transcripción publicada en nuestro sitio web que no era conocida, fue reeditada según nuestros estándares editoriales hasta tener la versión de las personas aludidas, y se pidieron las disculpas correspondientes».
Finalmente, el medio perteneciente al Grupo Copesa enfatizó en que «para defender la libertad de expresión amenazada recurriremos a todas las instancias, nacionales e internacionales, tanto jurisdiccionales como gremiales, pues consideramos que los peligros relacionados con esta acción gubernamental, merece reaccionar con la mayor fuerza».
CARLOS PEÑA: «LE HARÁ MÁS MAL QUE BIEN»
“La cuestión ética se convierte en un buen pretexto para controlar a los medios: un lobo con piel de oveja”, advirtió el rector Universidad Diego Portales, Carlos Peña, al referirse a la querella presentada por la Presidenta Michelle Bachelet contra revista Qué Pasa.
En entrevista con El Mercurio, el profesor de Derecho Civil de la Universidad de Chile aseguró que “desde el punto de vista jurídico, cualquier persona es capaz de distinguir entre el acto de proferir las declaraciones respecto de la Presidenta (ejecutado por J. Díaz) y el acto, distinto, de publicarlas (ejecutado por la revista Qué Pasa). Es evidente que el acto de publicar una declaración no es equivalente a adherir a su contenido”.
“Por eso sorprende que la publicación de Qué Pasa sea materia de una querella. Algo así -un Presidente acusando a un medio de injuriarlo o calumniarlo- no se veía desde la época de la dictadura”, recalcó el columnista.
“¿Acaso los medios deberán ahora cerciorarse de la verdad de todas las declaraciones antes de publicarlas para evitar ser objeto de querellas?, ¿acaso cometieron también delito los medios que publicaron o editaron las declaraciones relativas a Longueira o a Ominami? Evidentemente no. Ni en el caso de la Presidenta, ni en los otros casos, ha habido delito, salvo que se pruebe que hubo dolo, una intención directa y maliciosa de mentir. Pero atendido el contexto, es obvio que en este caso hubo intención (bien o mal ejecutada, ese es otro problema) de dar a conocer información que se juzgó de interés público. ¿O de verdad alguien piensa que los medios no debieron publicar las filtraciones de casos, como Caval o SQM, que han mantenido en vilo a la opinión pública en los últimos meses?”, prosiguió Peña.
A juicio de la autoridad académica, “la querella presentada por la Presidenta, desde el punto de vista político ahora, le hará más mal que bien y contribuirá a estropear más todavía su popularidad. La gente sabe espontáneamente que el daño que le ha causado el caso Caval no es culpa de las insidias de la prensa, ni de los excesos de los periodistas, ni de una conspiración. ¿Será necesario repetir quiénes son los involucrados en ese caso y la razón de por qué ha terminado salpicando a la Presidenta? La querella aparece como una medida efectista que no le hará bien ni a ella ni al periodismo. La Presidenta debe comprender que su alto cargo, en vez de conferirle inmunidades frente a la opinión pública, le impone servidumbres y confiar en que el juicio de los hechos pondrá las cosas en su lugar, en vez de agitar todo esto ante los tribunales pretendiendo dar lecciones a la prensa”.
Consultado por el hecho de que la Presidenta presentó la querella en su calidad de ciudadana, Peña arremetió: “Es absurdo, posee un valor puramente retórico y carece de relevancia jurídica, decir que la querella se presenta como ciudadana: las declaraciones que publicó la revista fueron en carácter de presidenta, si no no habrían provocado el revuelo que provocan o la irritación que causaron y en ese carácter deben ser analizadas. La pregunta es: ¿una sociedad democrática debe tolerar o no que la prensa divulgue información, aunque finalmente resulte errónea, acerca de quien ejerce el máximo poder del estado? El derecho de las sociedades democráticas responde que sí, salvo que esa información haya sido dolosamente falsa, algo que no puede decirse que haya hecho la revista puesto que una cosa es proferir una expresión y otra publicarla siguiendo las reglas habituales y la urgencia del oficio”.
“Es probable que esta reacción desmesurada de la Presidenta dañe el entorno en que se desenvuelve el oficio. Los editores y periodistas se verán tentados -pero estoy seguro de que no lo harán- de pensarlo dos o tres veces antes de publicar información relativa a autoridades públicas. De ocurrir eso se habrá dañado la libertad de prensa que, como todas las libertades, está para ejecutar actos que incomodan al poder. Una sociedad abierta cuida la libertad de prensa, incluso para cometer errores, como hueso santo, porque esa es la única forma de hacer el escrutinio y controlar los actos de la autoridad pública”, concluyó.
UDI: DOBLE ESTÁNDAR INACEPTABLE
El senador de la UDI Víctor Pérez afirmó que la decisión de la Presidenta Michelle Bachelet de querellarse contra la revista Qué Pasa grafica un «doble estándar inaceptable» del Gobierno frente a las filtraciones de información judicial.
«Llevamos más de un año de filtraciones, de imputaciones a distintas personas, de acusaciones graves no probadas a muchas personas de distintas partes del espectro político, y todos aceptan, menos ella. Si vamos a estar (en un escenario en) que las filtraciones que no le gustan al Gobierno van a ser perseguidas y se va a querellar contra los medios, a mi juicio estamos en un doble estándar inaceptable», dijo Pérez según consignó Radio Cooperativa.
Su colega, la senadora y presidenta de la DC, Carolina Goic, respaldó la decisión de la Mandataria: «Yo llamaría a la UDI a no confundir esto. Claramente no fue sólo un error (de la revista). Además, en esto hay responsabilidad respecto del efecto que tiene la información», argumentó.
La legisladora invitó además a «una reflexión más general» respecto de «el daño que significa (la publicación de) información que no es chequeada, que es muy distinto a algo que siempre vamos a defender, que es el derecho a informar, a la libertad de prensa». (El Mostrador-Emol-El Mercurio-Cambio21)