Durante los primeros años de gobierno del presidente Sebastián Piñera, Gonzalo Blumel se desempeñó como jefe de la División de Estudios de la Secretaría General de la Presidencia, luego fue jefe de asesores del segundo piso, y tras el fin de la administración del empresario, asumió la dirección ejecutiva de la Fundación Avanza Chile. Hoy, junto a la economista Susana Jimenez, son los macrocoordinadores del consejo programático de la campaña del exgobernante.
Un trabajo que progresa y que le da bases al ingeniero civil para negar que el espíritu reformista de esta campaña sea una nueva retroexcavadora. “No todo lo que ha hecho la Nueva Mayoría es negativo, malo”, dice al tiempo que destaca los esfuerzos de probidad y la concretización del Acuerdo de Unión Civil.
A 20 días de las primarias de Chile Vamos, entiende que es un desafío del sector llegar al millón de votos que esperan distintos rostros de la coalición, entre ellos el mismo expresidente. Pero, aclara, es más una aspiración que una meta.
– Algunos consideran que el discurso de Piñera se ha derechizado. ¿Es así?
– Ese es un prejuicio que forma parte de la campaña del terror que tienen los adversarios al Presidente. Es el mismo presidente Piñera del Acuerdo de Vida en Pareja, el mismo que impulsó la Ley Zamudio, y el mismo que tenía en su campaña una estrella multicolor.
Lo que pasa es que el país se ha polarizado gracias a la Nueva Mayoría. El debate político se fue a un extremo, y el Frente Amplio también lo está tironeando más al extremo. Por lo tanto, en el fondo se lo intenta etiquetar o caricaturizar de algo que no es.
– Desde el inicio de la campaña se habló de “reformar las reformas”, ¿siente que pueden quedar un poco entrampados en esta dinámica?
– Lo que hemos planteado respecto a las principales reformas de la presidenta Bachelet es que lo que se haya hecho bien y signifique un beneficio para el país, se va mantener; y lo que en el fondo esté causando un daño, se va a corregir. Eso no significa que el objetivo sea únicamente dedicarse a revisar todas y cada una de las reformas de este gobierno, lo que significa es que hay que localizar y orientar aquellas cosas que causan más perjuicio.
– En materia educacional el candidato ha dicho que quienes tienen gratuidad la van a mantener. ¿Cómo?
– Lo que se va a mantener son los criterios que hoy rigen para regular la gratuidad, quienes cumplen con los criterios van a mantener sus beneficios y quienes en el futuro ingresen y cumplan los criterios van a acceder también.
– ¿Y en materia laboral?
– Lo que estamos planteando es cambiar el foco de la discusión que ha planteado este gobierno. A lo que estamos apuntando es a fortalecer a los trabajadores y sus capacidades para poder acceder a mejores trabajos y remuneraciones.
Adicionalmente, planteamos una ley de familia y trabajo, que permita a los empleados pactar jornadas que sean más flexibles, y que se adapten mejor a la realidad de los distintos trabajos.
– Pero también tenemos una jornada laboral más extensa en comparación a otros países de la OCDE.
– Nosotros todavía no lo incorporamos en el programa, pero es algo a lo que no hay que cerrarse a priori. La pregunta es cómo lo hacemos de manera responsable, porque eso -al final- va a tener una repercusión en el acceso al empleo de los más pobres.
Hay que tener una actitud de reformismo, pero reformismo responsable, a diferencia de la Nueva Mayoría que fue una actitud de reformismo utópico, donde pusieron los objetivos totalmente utópicos, no financiables, muy ajeno a la realidad de Chile. Y lo que se ha demostrado es que muchos de esos compromisos fueron un engaño para la ciudadanía y no se van a cumplir.
– ¿Y qué se puede rescatar de este gobierno?
– No todo lo que ha hecho la NM es negativo o es malo, hay cosas que han sido positivas. Por ejemplo, en materia de probidad o de legislación de la política con la nueva ley de partidos, la nueva ley de financiamiento electoral. En mi visión la legislación del Acuerdo de Unión Civil es un avance tremendo que surge de una legislación del gobierno del presidente Piñera, que es el Acuerdo de Vida en Pareja. En el fondo, no todo es blanco o negro, hay cosas que son positivas, pero cuando uno hace raya para la suma lo que obtiene es una visión muy negativa de lo que ha pasado en Chile.
– ¿Es inescapable el tema constitucional para el próximo gobierno?
– Si fuera tan inescapable, este gobierno no se estaría escapando del tema constitucional. Hasta ahora, no se conoce cuál es la reforma constitucional de este gobierno y da la impresión que se van a escapar.
– ¿Cómo se recuperan las confianzas? Cada cierto tiempo surgen polémicas a raíz de los conflictos de interés del expresidente.
– Hay tres elementos fundamentales para superar la desconfianza: el próximo gobierno tiene que apelar al diálogo y los consensos. Mientras tengamos sobre la mesa una retroexcavadora y una actitud de vernos como enemigos, la desconfianza es muy difícil que se vaya. Segundo, hacer un conjunto de reformas importantes y hay algunas cosas que este gobierno ha hecho y hay que perseverar. Tercero, la modernización del Estado, la gente tiene que sentir que las instituciones y, en particular el Estado, están para ayudar, para proteger, para colaborar y no para causar molestia.
– ¿Ponerse la meta del millón de votos para la primaria puede terminar jugando en contra?
– Lo planteado es una aspiración, no una meta. Es distinto, porque en el fondo lo que estamos planteando es que sea un proceso muy participativo donde la ciudadanía se exprese de forma masiva. En la primaria de Chile Vamos, lo que la gente está votando es muy probablemente el próximo Presidente de la República.
– En ese escenario, ¿cómo ve los dichos de la senadora Van Rysselberghe, quien cree difícil llegar a este número?
– Es verdad que es difícil. Hoy el triunfalismo es la principal dificultad que tenemos, mucha gente se puede confiar y pensar que la elección está ganada y no lo está.
La elección va a ser muy estrecha, la Nueva Mayoría es un adversario político formidable. En el fondo él que crea que esto es una carrera corrida está profundamente equivocado. La primaria es el primer paso para cambiar el rumbo. El cambio de Chile parte en las elecciones primarias. (DF)