El ministro Secretario General de la Presidencia, Gonzalo Blumel, defendió esta mañana el proyecto del gobierno de adaptabilidad laboral y la indicación que propone una jornada de 41 horas promedio a la semana, luego que ciertos sectores empresariales plantearan un mayor análisis a los cambios por los efectos que podría generar en la economía y en el mercado laboral.
«La responsabilidad nuestra, como Gobierno, es hacer buenas políticas públicas más allá del debate comunicacional. Lo relevante es hacer bien las cosas, hacer buenas reformas y hacerlas de buena manera. La gradualidad en esto también es importante, si hacemos una reforma sin flexibilidad, rígida y de golpe, podemos producir un efecto en el empleo extremadamente complicado», dijo en entrevista con Radio Universo.
Ante los dichos de la diputada comunista Camila Vallejo -autora del proyecto de las «40 horas»- de que el Gobierno está dando vueltas en círculo, el ministro dijo: «todo lo contrario. La idea de bajar de golpe la jornada sin flexibilidad en forma rígida es una idea muy antigua que se aplicó en algunos países en Europa y que tuvo un efecto en el desempleo muy elevado por mucho tiempo. Los países que lo han hecho bien (…) lo han hecho con flexibilidad horaria (…) La rigidez es la obsolescencia». Agregó que «el proyecto del Presidente logra de mucho mejor manera, y eso lo han dicho todos los expertos incluso economistas de oposición, logra compatibilizar de mucho mejor manera este objetivo deseable de reducir la jornada de la mano de una mayor flexibilidad».
«Es algo que los últimos tres, cuatro gobiernos han venido persiguiendo de distinta manera. Yo creo que con el proyecto que tenemos sobre la mesa en el Senado que le vamos aponer suma urgencia tenemos la oportunidad de generar un acuerdo muy amplio de reducir la jornada pero con flexibilidad», agregó.
Ante las palabras de Alfonso Swett, presidente de la CPC, que anoche en Mega criticó la «burbuja de los likes» y pidió dejar las batallas comunicacionales y volver a los contenidos, Blumel dijo «no sé a quién se refiere, tendrá que hacerse cargo de sus palabras». De todas formas, el secretario de Estado afirmó que «el Gobierno está discutiendo proyectos de fondo y muy seriamente. No me gustan cuando se hacen esas caricaturas y se pontifica porque se desconoce todo el trabajo legislativo que se hace, de horas de lograr construir acuerdos. Los acuerdos no siempre le van a dar el gusto a todos. Cuando hay un buen acuerdo la mayor parte se suma, y los extremos no quedan muy felices, es la regla de oro de la democracia».
Emol/Agencias