Una tarde frente al Parlamento británico, me acerqué a conversar con un joven de unos 25 años que promovía a su partido, el Brexit, y la salida de la Unión Europea. Las razones que dio para eso fueron similares a las de una importante mayoría de británicos: están cansados de que la burocracia de Bruselas determine lo que pueden y no pueden hacer en su país y lo que quieren es volver a tener el control soberano de sus actos y decisiones. Otra razón fue la inmigración, pues no están dispuestos a que la UE les imponga una cuota que por ser estado miembro tendrían que aceptar. Y finalmente, está el tema de la identidad. Ellos son británicos y su país no es Europa. Así las cosas, tanto Boris Johnson como Jeremy Hunt le han prometido al pueblo que habrá Brexit y que el 31 de octubre van a salir de la Unión Europea. Ambos dicen tener claro cómo llevarían a cabo la negociación para llegar a un acuerdo de salida, y también lo que harían en el caso de que no lo haya.
Llama la atención, sin embargo, lo optimistas que se presentan ante el electorado, considerando que hasta ahora hay más preguntas que respuestas en temas tan complejos como el backstop con Irlanda, los tratados de libre comercio y los montos de dinero que Gran Bretaña tendría que pagarle a la UE al salir. Y es sorprendente su optimismo, porque ninguno de los dos candidatos sabe cómo va a reaccionar Bruselas frente a sus propuestas. No obstante, la UE tendrá que pensar muy bien lo que hará porque Europa sufriría variadas consecuencias si no flexibiliza su postura. Si Gran Bretaña sale con un Brexit duro y su economía prospera, la burocracia de Bruselas enfrentaría profundas críticas dado que el crecimiento europeo sigue siendo débil. Además, con una economía floreciente, sería Inglaterra la que atraería inversión. Por último, no olvidemos que no solo UK exporta a la UE, sino que también la UE exporta a UK, por lo que es interés de ambos el lograr un acuerdo.
Estando en Inglaterra, uno logra entender por qué triunfó el Brexit. Cuando ingresaron a la UE, lo hicieron pensando que era un gran tratado de libre comercio, pero no una unión política como lo es hoy. Ellos no quieren pertenecer a una Europa convertida en un supra gobierno que toma decisiones por todos los estados miembros. Y Ursula von der Leyen, nominada para ser la próxima Presidenta de la Comisión Europea, les da la razón, pues declaró en una entrevista a Der Spiegel, que su objetivo es que la UE se convierta en los Estados Unidos de Europa y llamó a la creación de un Ejército Europeo.
La historia de Inglaterra avala el Brexit. Sin espacio para profundizar en el tema, basta solo recordar que fue Inglaterra el único país de Europa que, gracias a la visión, genialidad, determinación y audacia del gran Sir Winston Churchill, se enfrentó a Hitler, salvando al mundo del yugo nazi.
Y así como derrotó al nazismo, creo yo que Inglaterra va a lograr un Brexit exitoso, recordando con ello lo que Churchill decía: “Nunca te rindas, nunca, nunca, en nada grande o pequeño, grande o mezquino; nunca te rindas excepto por convicciones de honor y buen sentido. Nunca cedas a la fuerza; nunca cedas ante el poder aparentemente abrumador del enemigo”.
Jaime Jankelevich/El Líbero