La ex presidenta argentina Cristina Fernández (2007-2015) acudió este lunes a declarar como testigo en la causa que busca esclarecer el presunto desvío intencional de la investigación del atentado de 1994 contra la mutua judía AMIA en Buenos Aires, que dejó 85 muertos y que sigue impune tras 21 años.
Fernández había sido citada a declarar esta mañana por su participación en la comisión parlamentaria bicameral que colaboró con la investigación del atentado, desde donde criticó la gestión del ex juez Juan José Galeano, quien llevó adelante la primera década de la instrucción de la causa por el atentado.
Galeano, apartado en 2005 por «mal desempeño», está acusado, junto con el ex presidente Carlos Menem (1989-1999) y otras 11 personas, de irregularidades en el primer juicio abierto para investigar el ataque a la mutual, un pleito que fue declarado nulo y que concluyó con la absolución de los policías imputados.
Uno de los principales ejes de la investigación es el presunto soborno de 400.000 dólares al abogado Carlos Telleldín con el fin de que incriminara a policías bonaerenses en el ataque.
Por otro lado, los jueces del Tribunal Oral Federal 2, donde se celebra la audiencia pública, analizan los porqués de la interrupción de la investigación de la llamada «pista Siria», que involucraba a empresarios de ese país cercanos a la entonces familia presidencial Menem.
El juicio oral, que arrancó el 6 de agosto de 2015, avanza en paralelo a las pesquisas sobre el diseño y la ejecución del ataque terrorista, que dieron un vuelco en enero de ese año con la muerte, en circunstancias aún sin esclarecer, del fiscal Alberto Nisman, que lideró la investigación en la última década.
La tesis de Nisman atribuía a Irán la autoría intelectual del atentado y a la agrupación chií Hizbulá la comisión material.
Ante la negativa de la autoridades iraníes a extraditar a los acusados por el fiscal, entre ellos ex ministros y otros altos cargos, el Ejecutivo argentino firmó en 2013 un polémico memorándum de entendimiento con Irán, rechazado por la comunidad judía local, para interrogar a los sospechosos en suelo iraní.
El atentado contra la AMIA fue el segundo contra sedes judías en Argentina. En 1992, la embajada de Israel en Buenos Aires quedó destruida por un atentado, también atribuido a Hizbulá, en el que perdieron la vida 29 personas. (Cooperativa EFE)