El Partido de los Trabajadores (PT) del ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) y la depuesta presidenta Dilma Rousseff, cosechó a penas 256 alcaldías contra las 630 de cuatro años atrás, un retroceso de 59,4%, según los resultados del Tribunal Superior Electoral (TSE).
De las cuatro capitales estatales que había obtenido en 2012, sólo mantuvo Rio Branco en el estado amazónico de Acre. Sao Paulo, corazón económico de Brasil, fue su baja más notable, con el triunfo en primera vuelta de Joao Doria, del socialdemócrata PSDB, sobre el alcalde saliente Fernando Haddad.
Los analistas ya preveían un “desastre” del PT, golpeado por el escándalo de corrupción en Petrobras, el descontento de la población por la crisis económica y la reciente destitución de la ahora ex gobernante, que puso punto final a los 13 años del partido en el poder.
En primer lugar en número de alcaldías, tal como en 2012, figura el PMDB del presidente conservador Michel Temer, un partido de centroderecha que siempre ha sido un aliado del poder desde el fin de la dictadura militar (1964-1985), que también es el que tiene más fuerza en el Legislativo.
El PMDB aumentó en 1,3% su número de alcaldías, a 1.028, en la primera vuelta del domingo. El partido además está en balotaje el 30 de octubre en seis capitales de Estados, entre ellas Porto Alegre, Cuiabá y Goiania, aunque perdió en municipios importantes como Rio de Janeiro, donde ni siquiera irá a segunda vuelta.
En 18 de las 26 capitales habrá segunda vuelta, ya que ninguno de los candidatos obtuvo 50%+1 de los votos. Sólo en una de ellas – Recife – el PT disputará la segunda vuelta, aunque la misión de ganar parece casi imposible dado que el vencedor Geraldo Julio, del PSB, conquistó un 49,34% de los votos, más del doble que Joao Paulo del PT (23,76%).
En Rio, de los votos) y Marcelo Freixo (18,26%), del Partido Socialismo y Libertad (PSOL), formado por disidentes del PT.
El PSDB fue el segundo ubicado por el número de alcaldías a nivel nacional, con 793 municipios, un avance de 15,6%.
La abstención fue la convidada de piedra en estas elecciones. De acuerdo a la autoridad electoral,25,33 millones de electores no acudieron a votar, sobre un universo de 144 millones de votantes, una ausencia superior a la de las últimas municipales.
“Es una decepción con la clase política en general”, reaccionó este lunes en Buenos Aires el presidente Temer, consultado sobre la alta abstención.
“Es un mensaje que se da a la clase política brasilera para que reformule eventuales costumbres. ¿Recibí el mensaje? Sin duda. Concuerdo con la formulación, fue un mensaje en las urnas. Uno del tipo de ‘cuídense los que están en la clase política’”, añadió el mandatario, quien viajó a Argentina para reunirse con su par Mauricio Macri. (La Nación AFP)