El 23 de marzo pasado, Natalia Compagnon Soto suscribió dos pagarés a la vista por $10.582.992 y $1.924.938 (en total $12.507.930) con el Banco Santander por un plan de servicios financieros contratado.
Pero como la nuera de la Presidenta Michelle Bachelet no pagó en el plazo acordado, el banco presentó ante el 21 Juzgado Civil de Santiago una demanda ejecutiva en su contra que derivó en una solicitud de embargo de bienes.
“Ruego a US. se sirva de tener presente que señalo para la traba del embargo todos los bienes muebles e inmuebles que sean de propiedad del deudor y aquellos que guarnezcan su morada o domicilio, para lo cual, designo depositario provisional de los mismos al propio ejecutado, bajo su responsabilidad civil y criminal”, dice la demanda de dos páginas presentada contra Compagnon en el primer otrosi.
CINCO INTENTOS FALLIDOS
La justicia, entonces, encomendó la ejecución del embargo al receptor judicial de la Corte de Apelaciones Marcelo Cristián Bascuñan Barosso, miembro de la Asociación Nacional de Receptores Judiciales de Chile A.G y quien fue nombrado en dicho cargo en octubre de 2010, tras desempeñarse como oficial segundo del 27 Juzgado Civil de Santiago.
El 25 de abril comenzó el vía crucis de Bascuñán por notificar el embargo a la cónyuge de Sebastián Dávalos. Ese día fue hasta las oficinas de Eliodoro Yañez 2979, Providencia, donde supuestamente trabajaba Compagnon, pero el conserje le dijo que ya no laboraba allí.
Horas después se dirigió entonces a la residencia particular de la nuera de la Mandataria, ubicada en La Reina, a cumplir la notificación, casa que según informó le “consta que es el domicilio y morada de la demandada y que se encuentra a diario en el lugar del juicio, por haberlo así manifestado una persona adulta de ese domicilio, la cual no se identificó y quien no quiso firmar, por estimarlo innecesario”, según consignó el receptor judicial en la causa Rol 6307-2017 del Poder Judicial.
Una nueva visita al domicilio de Compagnon efectuó Bascuñan Barosso al siguiente día, el 26 de abril, obteniendo la misma respuesta.
Un mes después, el 25 de mayo, volvió al domicilio de La Reina para dejarle a Natalia Compagnon una citación para que compareciera al día siguiente a la oficina del receptor “a fin de requerirla personalmente de pago bajo apercibimiento de darla por requerida de pago en rebeldía si no compareciere”, documento que dejó “con una persona adulta de ese domicilio, sexo masculino, que dijo ser el cabo 2do de Carabineros y llamarse Vernon González, quien no quiso firmar por estimarlo innecesario”.
El receptor dejó constancia que Compagnon no concurrió a su oficina, por lo que la dejó “requerida de pago en rebeldía”.
Cuatro días después, el 30 de mayo, el receptor judicial volvió al domicilio de La Reina para “trabar embargo sobre los bienes de la demandada Natalia Carolina Compagnon Soto, diligencia que no pude efectuar por haberse opuesto una persona adulta de ese domicilio, sexo masculino, que dijo ser el Cabo 2do Lepe, perteneciente a Carabineros de Chile”.
Dicho embargo no se ha podido realizar, y el pago de la deuda tampoco se ha efectuado.
EL CASO CAVAL
El fiscal regional de Rancagua, Sergio Moya, solicitó una audiencia al tribunal de garantía de Rancagua para pedir el cierre de la investigación por la compra de terrenos en Machalí del caso Caval.
Dicha audiencia se realizará el viernes (hoy) y es el paso previo al inicio de la presentación de pruebas de parte del Ministerio Público. Con ello se abrirá una nueva etapa, que es la presentación de las pruebas para concretar la acusación por los delitos que le imputa por presunta revelación de secretos, negociación incompatible, enriquecimiento ilícito y tráfico de influencias.
El caso que enfrenta Compagnon tiene otra arista, la querella por estafa del empresario Gonzalo Vial Concha, que sigue su curso por un carril distinto. En ésta, el Servicio de Impuestos Internos también emprendió acciones legales por delitos tributarios contra los representantes legales de Caval, entre ellas, la esposa de Dávalos, Valero, el síndico Hermán Chadwick y otras tres personas. (El Líbero/La Tercera)