Carlos Eugenio Lavín, uno de los controladores del Grupo Penta, reconoció una especie de “lobby directo” sobre el timonel de la UDI, Ernesto Silva, en materia de isapres y lo tilda como alguien “extremadamente cercano a nosotros”.
Así lo deja establecido Lavín en su declaración que hizo el 6 de enero ante el fiscal jefe de la Unidad de Delitos de Alta Complejidad de la Fiscalía Metropolitana Oriente, Carlos Gajardo, quien lleva adelante el llamado Pentagate y sus aristas, y que da a conocer este sábado La Tercera.
El controlador de Penta sostiene ante el fiscal que “respecto del correo de fecha 10 de enero de 2013 que me envío con Ernesto Silva señalo que se refiere a una discusión en el Congreso sobre el plan garantizado de salud que lleva mucho tiempo en el Congreso”.
Y agrega que “Ernesto Silva es una persona extremadamente cercana a nosotros, es sobrino de Carlos Alberto”.
Lavín explica más adelante que “es obvio que si hay un proyecto que nosotros consideramos que no es bueno para el sistema privado de salud vamos a hacer los esfuerzos para convencerlo a él y a cualquier otro parlamentario del error que se está cometiendo”.
Sin embargo, precisa que “eso no es nada indebido. Este tipo de comunicación es común y es una especie de lobby directo”.
El controlador de Penta añade que a Silva se le hicieron aportes de dinero para su campaña política, ignorando el monto entregado, pero afirmando que “seguramente fue por el máximo permitido”.
Silva mantenía una pequeña participación en la propiedad de isapre Banmédica, la cual forma parte de Penta, por medio de una sociedad familiar que fue bautizada como Sydarta, situación hecha pública el pasado 9 de enero.
No obstante, esta situación fue desmentida por el propio Silva, quien mostró una factura que comprobaba la venta del paquete accionario, el que correspondía a poco más de $11 millones que tenía a título personal y no a través de Sydarta, a lo cual se suma que el documento exhibido dice que las acciones fueron vendidas en septiembre de 2013.
Otro punto relevante de este hecho es que el 10 de enero de 2013, el legislador gremialista, quien presidía la Comisión de Hacienda de la Cámara, recibió un correo de Carlos Eugenio Lavín, donde le preguntaba por una indicación contenida en el proyecto de ley de Isapres, que afectaba directamente a Banmédica.
A pesar de las explicaciones dadas por Silva en torno a que el intercambio de mails es habitual entre los parlamentarios en el marco de la tramitación de un proyecto, se conoció que no se inhabilitó para votar el referido a la ley de isapres, a pesar de mantener en su poder acciones de Banmédica.
Hay que señalar que el 6 de diciembre del 2012, desde la Comisión de Hacienda ingresó una indicación que eliminaba la tarifa única para todos los usuarios, lo que contradecía el espíritu del proyecto y a cambio establecía una tarifa diferenciada por tramos etarios, que fue rechazada en el Congreso.
En tal sentido, Silva aseguró en esa oportunidad que fue “parte del grupo de diputados que solicitó al Gobierno presentar esta indicación y creo que es una buena medida, importante y que mejoraba el proyecto”.
Carlos Alberto Lavín fue citado a declarar ante el fiscal Gajardo un día después de que lo hiciera su socio Carlos Alberto Délano, quien comenzó su testimonio a eso de las 10:05 horas, para finalizar a las 15:06 horas.
Lavín precisó ante el persecutor que “nosotros somos criados en la cuna de los Chicago boys, lo que implica cierta manera de pensar en el aspecto económico y para lo que nosotros pensábamos el pensamiento más cercano era el de la UDI, que son los más ortodoxos en materia económica”.
Agregó que a lo anterior se sumó la cercanía que generó con el gremialismo el proyecto de la Universidad del Desarrollo (UDD) en el que trabajaron con Joaquín Lavín, el propio Silva, Cristián Larroulet y Federico Valdés entre otros.
Argumentó que a medida que el grupo fue creciendo los dineros destinados a campañas políticas también lo hicieron, ya que “si bien los aportes políticos pueden ser importantes, en términos globales no son significativos para Penta. A Carlos Alberto le gustaba el tema del marketing de las campañas y yo apoyaba a los candidatos sin preocuparme demasiado de ellos”.
Carlos Eugenio Lavín coincide con la declaración hecha por su socio en el sentido que a través del Servel se entregaron 750 millones de pesos a políticos y que “existen otros aportes que no se hicieron vía Servel porque para las primarias no hay financiamiento del Servel y la campaña de hecho parte allí. Además, el voto está decidido 90 días antes de la elección”.
Delano y Lavín serán formalizados el próximo 4 de enero por delitos tributarios, los cuales están previstos y sancionados en el artículo 97 N° 4, inciso primero, del Código Tributario, así como por el delito de soborno.(La Tercera-El Mostrador)
