Carolina Goic, presidenta DC: "No vamos a aceptar candidatos cuestionados"

Carolina Goic, presidenta DC: "No vamos a aceptar candidatos cuestionados"

Compartir

La senadora Carolina Goic (43) aún está impactada por el diálogo telefónico que filtró la Revista Qué Pasa donde el ex operador inmobiliariode Caval, Juan Díaz, aseguró que la Presidenta Michelle Bachelet recibió una parte de los millones que recaudó la empresa de la que su nuera Natalia Compagnon es socia, transcripción que fue retirada por el mismo medio porque su veracidad «no estaba en ningún caso acreditada».

A dos meses de haber asumido de forma interina la testera de la Democracia Cristiana, en reemplazo del renunciado Jorge Pizarro, la representante de la región de Magallanes dice que esta situación «pasó todos los límites».

«Al discutir sobre los estándares éticos, eso es válido para todos, no solamente para los políticos. Cuando se toma una información sin tener certeza de las fuentes y aparece como que fuera real, se trata de una actuación que es cuestionable. Se trata de la Mandataria y de una mujer, lo que tiene que llamarnos a una reflexión más allá del derecho a interponer acciones legales. Y eso consiste en cómo cuidamos este país y nos hacemos responsables de poner prudencia y no en extremas las cosas», comentó.

En diálogo con Cambio21, la dirigenta además puso paños fríos respecto a una posible postulación presidencial suya. «Primero están las propuestas programáticas», se adelanta a decir, lo que incluye también la base para cuatro años más de Nueva Mayoría, conglomerado que vivió un duro momento luego de la fallida inscripción de los candidatos para la primaria municipal ante el Servel.

En su opinión, nadie debe correr con colores propios porque el futuro está en juego… como si alguien lo entendiera.

PRUDENCIA Y ÉTICA

– En sus dos meses de ejercicio al mando de la DC le tocó una rara dualidad: participar del funeral del ex presidente Patricio Aylwin y simultáneamente enfrentar la tensa negociación municipal del oficialismo. ¿Qué lectura hace de ambos hechos?

– Lo más complicado que me ha tocado tratar es la negociación municipal. De todas maneras, pero agradezco también haber estado en el funeral de don Patricio, con lo triste que fue. A mí me hubiera gustado que no sucediera nunca te fijas, más aún por ser una persona tan querida como él. Lo mejor, eso sí, fue ver lo que se generó en la valoración de su figura, su legado de la buena política y algo que nos transmite la gente con mucha fuerza, que es la molestia y el enojo con los políticos. Lo que no quiere decir no creer en la política, que es una diferencia muy importante, sobre todo porque hay una necesidad de creer. La gente nos pide líderes en los que podamos creer. Y en eso estaba el ejemplo de Aylwin para recuperar el camino de la confianza y responder efectivamente a los intereses y prioridades de las personas. Eso te marca y fue un momento intenso en lo emocional.

– Pero en el otro lado de la moneda estaban los líos internos

– Claro, la mala inscripción de las primarias fue delicado. Ahora vemos que se resolvió bien, pero atrás hubo una incapacidad para ponernos de acuerdo antes. Debemos tener una cuota de autocrítica, lo que no quita que ejercimos nuestro uso del derecho a reclamo, que fue lo que determinó el Tricel. Cuando te piden más de lo que la ley establece, uno tiene derechos como cualquier persona. Por otro lado, espero que podamos cerrar la negociación municipal para enfrentar las primarias legales y las consultas ciudadanas de cara a las próximas elecciones, que es la prioridad.

– ¿Cómo calza la petición de perdón que usted hizo el día del entierro de Aylwin con la situación del bloque de Gobierno?

– Pedir perdón era tremendamente necesario. Fue un acto muy profundo, porque se reconocen errores. Y no tiene que ver con un tema personal, sino que desde la clase política. Acá hay situaciones que son inaceptables, como por ejemplo, lo que se ha conocido respecto a de dónde venían los recursos y las formas de financiar la política. No porque se hayan hecho significa que eran buenas. Jugar a que no me van a pillar o pensar que se le va a pasar a la gente es no entender y no saber leer la realidad de la democracia actual que requiere otro estándar de transparencia. El ciudadano es mucho más inteligente de lo que muchos creen.

– La pregunta del millón es cómo se supera el mal momento.

– Esto pasa por un cambio de actitud respecto a cómo hacemos las cosas. Y eso parte por el reconocimiento y decir que esto no debió haber sido así. Tenemos una oportunidad de establecer un lazo distinto con la gente y de concentrar las energías en lo que está pasando en lo cotidiano en materia de inseguridad, protección a la mujer que sufren la violencia intrafamiliar, el desempleo, el crecimiento y productividad, pero con rostro humano. Es decir, cómo pasamos del país de las cifras al de los rostros concretos y cómo transmitimos esa seguridad a la gente.

– ¿Una clave es lograr que ningún dirigente con líos legales o reproches éticos pueda sea candidato?

– Nosotros tenemos un código de ética aprobado hace varios meses, donde militantes formalizados deben suspender su militancia y si es condenado la pierde. También dijimos que no vamos a aceptar candidatos que estén cuestionados, lo que hemos hecho en más de un caso de personas con mucha votación. En esto no solo debe haber un discurso, sino que también una acción que sea coherente. Distinto es cuando se trata de solo una acusación. Los últimos sucesos demuestran que también se requiere de prudencia y una ética incluso de parte de los medios de comunicación, porque a veces toman por ciertas cosas que no siempre son verdades. Debe existir un derecho a investigar y una legítima defensa.

– ¿En qué consiste el convenio que la DC firmó con el Consejo de la Transparencia?

– Somos el primer partido que lo hace. Nos comprometemos a que nuestros candidatos van a utilizar el portal del «candidato transparente». Eso tiene que ver tener información accesible que antes no se conocía de la propuesta programática, no solo del financiamiento, el patrimonio, la declaración de intereses y los gastos de campaña. La persona que vota sabe por qué es lo que vota y pueda cobrar cuentas por eso. Me alegro mucho del último ranking en el que pasamos del penúltimo lugar al segundo.

DISCUSIÓN AJENA

– En marzo de 2018 se acaba el actual Gobierno y existen teorías que señalan que hasta esa fecha dura la Nueva Mayoría. ¿Hay espacio para intentar proyectar la coalición? ¿No será que estamos en presencia del fin de una era y el inicio de otra con bloque más pequeños y posiciones más claras?

– Lo que nos une a nosotros es una propuesta programática y es súper bueno volver a eso. Porque como país necesitamos enfrentar decididamente enfrentar la desigualdad. Hemos crecido y tuvimos gestiones exitosas, pero cuando vemos la distribución del ingreso estamos al debe absolutamente. Eso requiere reformas estructurales y apuestas en educación y cambios tributarios y laborales con mayor diálogo social al interior de las empresas. Hacia allá apuntamos, pero ese objetivo no se logra cumplir en cuatro años. Más que la coalición o cómo nos mantenemos juntos, el punto es cómo somos capaces de proyectar un objetivo común. Buena parte de la molestia ciudadana tiene que ver  con el trabajo extenuante y empresarios que se hacen más ricos y que se despreocupan de la salud de sus empleados. Hay situaciones como Gobierno hemos generado, pero que no han permitido que la gente perciba toda la bondad de ciertos proyectos. Y en eso es sano el mea culpa.

– ¿Cómo unimos al grupo? Se percibe a un partido con un pie en la calle y el otro en La Moneda y a otro que lo critican por instalar demasiados matices. ¿Cuál sería el hilo conductor?

– Hay que asumir que no es buena la evolución del Gobierno. Por eso que importa tanto la actuación colectiva y enfrentar esto juntos con un espíritu de cuerpo unitario sin perder el norte. Acá nadie se salva solo y el riesgo de retroceder es importante pensando en un proyecto país. Son momentos de marcar disciplina y de respaldo a la Presidenta con metas muy realistas y con discusiones previas a los proyectos para llegar con acuerdos. Estamos en un escenario distinto al que hubiéramos querido.

– Pase lo que pase, el próximo año hay elecciones y un candidato presidencial al que habrá que apoyar. ¿Es tan descabellado que cada partido llegue con el suyo a la primera vuelta?

– Hoy no es el momento de discutir sobre lo más operativo, que es lo electoral. Salió una encuesta Cadem hace algunos días donde no aparecía ninguna figura escapada como candidato presidencial. Incluso el que lideraba no tenía mucho puntaje. ¿No hay entonces? No es eso. La gente no está preocupada del tema presidencial y es absolutamente razonable y de sentido común que así sea. Existen muchas urgencias que atender desde la gestión presidencial. Como partido hemos definido un itinerario, que parte con la propuesta programática, sumando el tema previsional, la forma de la salud que está pendiente, descentralización, etc. Eso es previo a las candidaturas de la DC. En la Junta Nacional decidimos llevar uno propio, que es imprescindible, pero después del programa.

– Pero los medios son ansiosos y ya enumeran nombres, como el suyo. ¿Se mira dentro de una nómina que suma a Lagos Escobar, Guillier, Boric y Jackson?

– Yo tengo claro cuál es mi desafío y mi prioridad hoy día. Estoy muy contenta de estar al frente de la dirección de la DC y de sentir que una puede ayudar a generar un ánimo distinto. Veo a un partido que se mueve y se activa y en el que cada fin de semana capacita en regiones a monitores para el proceso constituyente y en distintas comisiones, como la indígena y la juventud, más allá de lo que pasa con la campaña, el refichaje y la nueva ley de partidos. Es harta tarea en poco tiempo y en eso están concentrados mis esfuerzos.

– Se lo piden seguido eso sí.

– Me han dado bastantes muestras de afecto y cariño, pero también de respaldo y de encontrarnos, que era algo muy necesario. Mirarnos las caras no porque hay que definir una candidatura y estamos armando algo para la mesa, sino porque somos de un mismo partido y tenemos una tarea que hacer. Siento que aporto con eso del «aire nuevo» que dicen los medios, y voy a cuidar que solo ese sea mi aporte. Otra cosa es decir que soy candidata, lo que es parte de una discusión que no es mía hoy día. (Cambio21)

Dejar una respuesta