El saldo de los dineros incautados a Augusto Pinochet Ugarte en agosto de 2004, en el marco de la investigación por su patrimonio -que se conoció como el caso Riggs-, quedó recientemente en manos del Poder Judicial. Casi 20 años después, se liquidaron tres depósitos a plazo que estaban en una institución bancaria.
Así, más de $3 mil millones aproximadamente US$ 3,3 millones- fueron depositados en la cuenta corriente de la Corporación Administrativa del Poder Judicial (CAPJ) debido a que los herederos de Pinochet no reclamaron, en el plazo de seis meses que indica la ley, los fondos que no fueron parte del comiso -o traspaso al fisco – ordenado por la Corte Suprema en 2018.
Ese año, la Sala Penal del máximo tribunal dispuso que la familia Pinochet traspasara al fisco US$ 1,6 millones, equivalentes en la época a poco más de mil millones de pesos.
El fallo determinó, entre otras cosas, que los herederos del general (r) eran «terceros responsables» y, a su vez, que este «incurrió en conductas que importaron sustracción de caudales públicos».
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