El temor al proteccionismo, siempre presente, ha tomado fuerza recientemente. Chile y Perú están en una esquina del mundo lejana de los grandes mercados. Por consiguiente, debemos trabajar juntos, utilizando toda la persuasión y altura moral que esté a nuestro alcance, para marcar una tendencia claramente contraria al proteccionismo. El comercio internacional ha sido un motor esencial del crecimiento en las últimas décadas, pero ya en los últimos dos años ese dinamismo se frenó. La amenaza de nuevas políticas proteccionistas generaría, sin duda, un gravísimo problema económico para muchos países en el mundo, y sobre todo para países como los nuestros que dependen tanto de los mercados externos.
La reunión de APEC nos confirmó que debemos intensificar nuestro trabajo y cooperación con los países de Asia, en particular con China y también Japón. Es fundamental que China se convierta en un aliado económico, pues es potencialmente el mercado más grande del mundo, pese a los problemas estructurales que enfrenta una economía emergente como ella. Para intensificar este diálogo con China debemos trabajar en fortalecer la Alianza del Pacífico. Los países de la Alianza, pese a sus estructuras económicas diversas, comparten una misma filosofía política y económica de democracia combinada con una economía de mercado con prioridad para la justicia social. La Alianza es una de las pocas organizaciones internacionales que no tienen una secretaría llena de altos funcionarios bien pagados: quizás por eso es eficiente. Debemos mantenerla así.
Considero que Perú y Chile estamos listos para caminar hacia una nueva fase de integración, una que permita que, en un diálogo fluido y transparente, avancemos hacia un futuro compartido de prosperidad. La coincidencia de intereses y valores, tales como la defensa y promoción del sistema democrático, los Derechos Humanos, el crecimiento inclusivo de nuestras economías, por nombrar solo algunos, son una base fundamental para trabajar en un ambiente de confianza mutua que permita ampliar y profundizar nuestra relación.
Hoy tendré la oportunidad de sostener un diálogo con la Presidenta Michelle Bachelet sobre diversos temas para fortalecer la colaboración entre ambos países. Estos temas incluyen, entre otros, proyectos relativamente pequeños, pero importantes, como la repotenciación del Ferrocarril entre Tacna y Arica, la integración eléctrica a través de una conexión entre las dos mismas ciudades, el fortalecimiento del intercambio de beneficios pensionales entre los trabajadores de ambos países, la posibilidad de reuniones periódicas de los gabinetes de los dos países, la defensa contra las depredaciones de pesqueros con buques factoría que vienen desde países lejanos, y nuestra posición conjunta en los organismos internacionales para defender la apertura de los mercados mundiales a nuestras exportaciones.
A lo largo de los últimos 25 años, el Perú ha aprendido mucho de la experiencia chilena, el país de América Latina de mayor ingreso por habitante. Chile ha sabido combinar la democracia con una economía de mercado saludable combinada con un esfuerzo de integración social importante. El Perú creó en 1991 el sistema privado de pensiones basado en un modelo iniciado en Chile: ahora ambos países estamos viendo cómo podemos mejorar nuestros sistemas pensionales, que han sido un ancla para nuestros mercados de capitales internos, para que al mismo tiempo mejoren el nivel de jubilaciones para la gran masa de trabajadores que hoy tienen escasos beneficios. Este es en particular un reto muy grande en el Perú, en el cual todavía hay una proporción muy alta de la fuerza laboral que es informal y por consiguiente no tiene beneficios.
También podemos colaborar en áreas nuevas, como por ejemplo atraer los turistas de China y otros países asiáticos, hoy impedidos por la distancia de llegar a nuestras costas y nuestros Andes. Combinando esfuerzos podríamos crear un nuevo mercado importante: no solo Machu Picchu y San Pedro de Atacama, también la Amazonía, las grandes ruinas de las civilizaciones precolombinas, combinadas con la belleza y vistas extraordinarias de los lagos y glaciares del sur de Chile. Trabajemos juntos.
Quiero finalmente saludar fraternalmente a los peruanos que laboran en Chile, y reconocer su valiosa contribución a la integración entre ambos pueblos. Agradecemos que Chile los acoja y que les permita ganarse la vida de manera digna. Me siento bienvenido en Chile y lo mismo les digo a todos los chilenos que quieren visitar el Perú.
Pedro Pablo Kuczynski
Presidente de la República del Perú