El ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, y su homólogo estadounidense, Antony Blinken, mantuvieron este jueves una conversación telefónica en la que Beijing advirtió a Washington de que «expandir» su «bloque militar» no garantizará «la seguridad regional» a cuenta de la crisis en Ucrania.
«La seguridad de un país no puede tener como costo dañar a otro. Pedimos calma a todas las partes. Además, no se puede garantizar la seguridad regional a base de expandir un bloque militar. Deben dejar a un lado la mentalidad de Guerra Fría y atender las legítimas preocupaciones de Rusia», dijo Wang, citado por la Cancillería china, durante la llamada.
El diplomático consideró necesario volver a los Acuerdos de Minsk para resolver la crisis. «Ese acuerdo fue aprobado por el Consejo de Seguridad de la ONU. Es un documento político fundamental, reconocido por todas las partes y se debe poner en marcha. China apoyará todos los esfuerzos que se hagan en esa dirección«, apuntó.
El canciller chino enfatizó igualmente que en el siglo XXI «ya no hay lugar» para las «política de bloques», y que «es necesario establecer un mecanismo de seguridad europeo equilibrado, eficaz y sostenible mediante negociaciones. Las preocupaciones de seguridad de Rusia deben tenerse en cuenta».
Al margen de la crisis ucraniana, Wang criticó a EE.UU. por «no cambiar sus políticas respecto a China» desde que sus respectivos presidentes, Joe Biden y Xi Jinping, se reunieran de forma telemática el pasado noviembre.
«Estados Unidos debe dejar de formar grupitos anti-China. Las relaciones afrontan nuevas perturbaciones dos meses después de aquel encuentro», aseveró.
En concreto, Wang afirmó que la prioridad para China es que Estados Unidos «deje de interferir» en los Juegos Olímpicos de Invierno que comenzarán en Beijing el 4 de febrero, a los que EEUU impuso un boicot diplomático al que se sumaron otros países como Australia o Canadá.
Asimismo, el canciller urgió a Estados Unidos a «dejar de jugar con fuego» con respecto a Taiwán, isla que Beijing reclama, y a evitar crear «camarillas» anti-China en la comunidad internacional.
«Biden nos aseguró que EE.UU. no busca una nueva guerra fría, que no busca cambiar el sistema de China, que no busca formar alianzas para oponerse a China y que no apoya la ‘independencia’ de Taiwán. Un mensaje diferente y positivo respecto a la administración anterior. Pero lo que el mundo ve ahora es que el tono no se ha correspondido con hechos«, argumentó.
FRANCIA INSISTE EN NEGOCIACIÓN
Aún hay margen para la diplomacia en la crisis de Ucrania. Al menos, es lo que opina el Presidente de Francia, Emmanuel Macron, que sigue buscando un diálogo con Rusia, pese a los indicios que apuntan a una posible guerra.
Su postura refleja la tradición francesa tras la II Guerra Mundial de trazar su propio rumbo geopolítico y negarse a seguir ciegamente a Estados Unidos. También forma parte de la estrategia nacional de Macron, inmerso en una campaña para las elecciones presidenciales de abril, donde los nacionalistas están marcando la agenda y una guerra en Ucrania podría ser una incómoda distracción.
Macron tiene previsto hablar hoy con Vladimir Putin, y el miércoles se celebraron en el palacio presidencial largas conversaciones entre asesores rusos y ucranianos, las primeras negociaciones directas de esa clase desde que Rusia movilizó tropas junto a la frontera de Ucrania hace unas semanas.
Las reuniones del miércoles entre asesores rusos, ucranianos, franceses y alemanes parecieron dar algo más de tiempo a todos los bandos, que acordaron reunirse de nuevo en dos semanas. Pero la estrategia diplomática francesa complicó los esfuerzos de Estados Unidos y la OTAN de mostrar un frente unido contra Rusia. Y los expertos cuestionan si bastará para impedir una invasión rusa en Ucrania.
La llamada de Macron con Putin hoy por la mañana tiene dos objetivos, según el vocero del gobierno francés Gabriel Attal: “Continuar el diálogo” y “presionar a Rusia para que aclare su posición y el objetivo de las maniobras (militares)”.
Moscú ha negado estar planeando un ataque, pero ha desplazado a unos 100.000 soldados cerca de Ucrania en las últimas semanas y realiza maniobras militares en varios puntos de Rusia. Eso ha llevado a que Estados Unidos y la OTAN se preparen para lo peor.
Macron está “en el corazón de los esfuerzos de desescalada” y también hablará en los próximos días con el Presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, dijo Attal.
El experto francés en geopolítica Dominique Moïsi dijo a The Associated Press que Macron ha intentado desde que llegó al poder “restablecer la relación entre Francia y Rusia, y hacerlo sobre la base de una combinación de apertura y firmeza… Esto es muy loable, pero ¿funcionó? ¿Funcionará esta vez? Ese es el desafío”.
La diplomacia europea ha ayudado a rebajar tensiones en el pasado. Las conversaciones del miércoles emplearon el llamado “formato de Normandía”, que ayudó a rebajar tensiones en 2015, al año siguiente de que Putin ordenara la anexión de la península ucraniana de Crimea y apoyara una insurgencia separatista en el este de Ucrania.
Poco después de su elección en 2017, Macron invitó a Putin a una reunión en el suntuoso Palacio de Versalles, dejándolo “muy impresionado por la grandeza de Francia”, según palabras del propio presidente ruso.
Macron también invitó a Putin a su residencia de verano en el Fuerte de Bregancon, en la Riviera Francesa, en un raro honor destinado a impulsar las conversaciones de paz con Ucrania durante el verano de 2019.
“Macron ha mostrado una confianza extrema en su capacidad para seducir, cautivar a los líderes mundiales e iniciar un diálogo con ellos”, dijo Moïsi.
No siempre ha funcionado. Su vínculo improbable con Donald Trump a principios de sus presidencias se agrió rápidamente. Y a pesar de visiones del mundo similares, las relaciones entre Macron y el Presidente Joe Biden se vieron profundamente dañadas por un acuerdo secreto de submarinos entre Estados Unidos, Australia y Reino Unido el año pasado, que expulsó a Francia del mercado y socavó la alianza de 250 años entre Estados Unidos y Francia.
Macron dijo que era “algo bueno” que Estados Unidos y Rusia hayan reanudado las conversaciones en las últimas semanas, pero señaló que no vio ningún resultado concreto. “Es porque una discusión con Rusia siempre es difícil”, agregó, citando sus propios esfuerzos por establecer una relación personal con Putin.
La posición francesa tiene dos signos de interrogación, dijo Moïsi: “¿Tendrá Macron tal poder de seducción hacia Putin?” y “¿puede Francia reunir el apoyo de un gran número de países europeos?”
Los países que solían estar bajo la órbita soviética están especialmente preocupados por las intenciones rusas en Ucrania y quieren una estrategia más dura.
En junio pasado, Macron y la excanciller alemana Angela Merkel intentaron presionar a los líderes de la UE para que celebraran una cumbre con Putin. El plan fue rechazado, en particular por los países bálticos y Polonia, entre preocupaciones sobre una reunión con el líder ruso en un momento en que las relaciones de Europa con Moscú eran tan tensas.
Pero Macron ha dado en los últimos días un nuevo impulso para una reunión de tan alto nivel. Insistió en que no perturbaría los esfuerzos de negociación en curso de Estados Unidos y la OTAN.
“Cada uno de estos canales debe ser explotado hasta el final para que Rusia vuelva a entrar en un proceso de desescalada, para obtener garantías y permitirnos construir un nuevo orden (europeo) de seguridad y estabilidad”, dijo esta semana.
También presionó la semana pasada por un nuevo plan de seguridad de la UE para aliviar las tensiones con Rusia. Algunos socios de la UE expresaron su preocupación de que esto complicaría aún más las cosas y socavaría la cooperación con EE.UU.
La presidencia francesa subrayó que París está trabajando en estrecha coordinación con Washington y los socios de la UE para estar preparados para una respuesta conjunta en caso de que haya una ofensiva rusa en Ucrania. En tal caso, “habrá represalias y el costo (para Rusia) será muy alto”, reafirmó esta semana Macron.
Francia también ha expresado su disposición a desplegar tropas en Rumania como parte de una fuerza de la OTAN. El ministro de Defensa de Francia visitaba ayer Rumania, que tiene frontera con Ucrania, para conversar sobre la “profundización” de los lazos de defensa, incluida la “cooperación de armamento”.
“Nada que se refiera a la seguridad europea puede discutirse o decidirse sin la plena participación de los europeos”, dijo esta semana el ministro de Asuntos Exteriores francés, Jean-Yves Le Drian, a los legisladores de la UE. “Estamos en la mesa. No estamos simplemente en el menú”. (Emol-EFE-La Tercera AP)