China no adoptará democracia occidental, pero mantendrá apertura económica

China no adoptará democracia occidental, pero mantendrá apertura económica

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En todas las estaciones de cada una de las catorce líneas del metro de Beijing hay decenas de policías y detectores de metales. Todo bolso debe pasar por un escáner. Todo esto es rutinario, pero el gobierno tomó medidas adicionales para garantizar la seguridad del XIX Congreso del Partido Comunista Chino (PCC), instancia en la que el presidente Xi Jinping espera consolidar su poder.

Miles de agentes de la policía se han desplegado por las principales calles de la ciudad desde el lunes. Todo el entorno de la plaza de Tiananmen fue cerrado al público. A un costado está el Gran Palacio del Pueblo, el edificio oficial más importante, ubicado en el corazón de la capital y donde hoy miércoles se inicia el congreso.

Las restricciones para acceder a aplicaciones como Whatsapp se intensificaron. El gobierno chino -al margen del evento- ha dictado nuevas normas sobre el uso de redes sociales, que estipulan límites a los comentarios en la red bajo el argumento de que los internautas no deben “derribar el sistema del socialismo” o “inventar o proliferar informaciones falsas para alterar el orden económico y social” con sus mensajes.

En este escenario, Tuo Zhen, vocero y vicedirector del Departamento de Propaganda del PCC, aseguró que el país no adoptará un sistema político al estilo de las democracias occidentales, pero precisó que va a continuar la apertura de su economía.

“China simplemente no copiará ni replicará modelos de otros países”, dijo Tuo Zhen, portavoz del XIX Congreso en una conferencia de prensa ayer, antes del mayor evento político en el país en los últimos cinco años.

“La reforma y la apertura de China están en un nuevo punto de partida”, dijo. “El acceso al mercado se ampliará y se promoverá una nueva ronda de apertura de alta calidad (…). Nuestro objetivo es lograr un beneficio mutuo y el desarrollo común”, agregó.

Uno de los aspectos políticos más importantes del congreso será la elección de los nuevos órganos de dirección: el Comité Central, el Politburó y, sobre todo, el Comité Permanente del Politburó, formado por las siete personas más poderosas del país.

Los analistas coinciden en que el secretario general del PCC y presidente de China, Xi Jinping, tendrá en este congreso la oportunidad de reforzar su poder para colocar a más elementos leales en puestos clave.

SIN APARENTE SUCESOR

A tanto llega la importancia de Xi, que Tuo Zhen dijo que el PCC enmendará la Constitución del partido en el congreso con el objetivo de reflejar los “nuevos conceptos, pensamiento y estrategia para gobernar” del presidente.

En los últimos cinco años, Xi ha logrado acumular poder y es visto por muchos como el líder más fuerte desde Mao Zedong y Deng Xiaoping.

La Constitución del PCC sólo menciona a Mao y Deng por su nombre, y una inclusión del nombre de Xi indicaría que ha superado a sus predecesores, Jiang Zemin y Hu Jintao. Sus respectivas “contribuciones ideológicas” fueron consagradas en la Constitución sólo después de que renunciaron y sin mencionar sus nombres.

Por otro lado, para los expertos, el hecho de que no se incluya el nombre de Xi en el próximo congreso sugiere que enfrentó una resistencia mayor a la esperada de su acumulación de poder. Las enmiendas se anunciarían después de que el congreso concluya el 24 de octubre.

Basándose en la revisión sistemática de los logros y la experiencia de la reforma en el pasado, el congreso se esforzará por abordar cuestiones pendientes que han surgido en la práctica y resolver las medidas de reforma general, afirmó Tuo.

Con un mandato tan firme, y sin aparente sucesor, es posible que Xi se salte las normas que no están escritas respecto a la duración del mandato presidencial. La fórmula que se ha usado señala que el secretario general del partido es nombrado para dos mandatos de cinco años. Al comienzo del segundo —el presidente designa a un sucesor, su delfín, que pasa a ocupar la vicepresidencia.

Sin embargo, Xi no ha dado indicios de haber elegido a un sucesor. Expertos dan por seguro que el presidente prorrogaría su mandato cinco años más, hasta 2027. (por José Troncoso Ostornol, desde Beijing-DF)

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