La delegación estadounidense, encabezada por el secretario del Tesoro Steven Mnuchin, llegó a China para realizar en Pekín una nueva ronda de negociaciones para tratar de poner fin a la guerra comercial que mantienen ambos países.
El encuentro ultimó los detalles de un posible acuerdo difinitivo que termine con la tensión y la incertidumbre financiera. Mnuchin aseguró que durante estos días se esperan «avances sustanciales» en las conversaciones que se continuarán durante la próxima semana en Washington.
Por parte de China, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Geng Shuang, reiteró esta semana que se ha avanzado de manera sustancial y que se seguirá trabajando «para alcanzar un acuerdo beneficioso para ambas partes». Mientras que desde la Casa Blanca han señalado que las negociaciones de las próximas semanas abarcarán cuestiones comerciales como la propiedad intelectual, las transferencias forzosas de tecnología, las barreras no arancelarias, la agricultura, los servicios, las compras y la metodología del cumplimiento del acuerdo.
Al término de los diálogos, ni el jefe de los negociadores chinos, el vice primer ministro Liu He, ni el secretario estadounidense del Tesoro, ni el representante estadounidense para el Comercio, Robert Lightizer, desearon hacer declaraciones al respecto. No obstante, Steven Mnuchin indicó en Twitter que las reuniones habían sido «fructíferas, continuaremos con nuestros diálogos en Washington la semana próxima», concluyó en la red social.
Las delegaciones se verán así por cuarta vez la próxima semana. Esto después que el pasado 1 de diciembre, en el marco de la cumbre del G-20 en Buenos Aires, el presidente de China, Xi Jinping, y su homólogo estadounidense acordaron una tregua comercial para tratar de solucionar la guerra arancelaria que comenzó hace ya un año. (DW, efe, Reuters)