ChV evalúa invitación a Sichel como independiente a primaria presidencial

ChV evalúa invitación a Sichel como independiente a primaria presidencial

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Fines de enero, principios de marzo. Dentro de ese margen -aproximado- podría dejar su cargo el presidente de BancoEstado, Sebastián Sichel, para lanzarse de una vez a la espesa presidencial 2021. La idea lo entusiasma cada vez más y ha movido fichas. La decisión no la ha terminado de tomar y más que nada depende de que pueda participar en la primaria presidencial de Chile Vamos, que tiene deadlines posteriores (inscripción, 5 de mayo; elección, 5 de julio), y cuyos ya cambiantes aprontes, con aún incierto desenlace, entrarán muy luego a una nueva fase: el 11 de enero, cuando se inscriban las candidaturas a municipales y constituyentes.

En el sector está asumido que las y los aspirantes a suceder a Sebastián Piñera tendrán que involucrarse en esa campaña (alcaldes y constituyentes se eligen el 11 de abril) para ganar puntos y así subir su precio para la primaria. Hasta ahora se sabe que en enero Joaquín Lavín tiene planificado hacer una gira nacional apoyando a postulantes de la UDI y de otros partidos, y que el RN Mario Desbordes, que estaría abandonando el Ministerio de Defensa -donde asumió hace algo más de cuatro meses- el próximo mes, tiene intenciones de hacer algo parecido.

Sebastián Sichel también tiene pensado jugar un papel en eso. Su gran aliado Juan José Santa Cruz, presidente de Convergencia Liberal e impulsor de Sumamos, movimiento instrumental a la intención de levantar la candidatura del exDC y exCiudadanos, tiene bajo la manga -dicen en ese grupo- un listado de posibles aspirantes a la Convención Constituyente que podría llegar hasta 20. Su idea es ponerlos disposición de Chile Vamos y que allá vean si los necesitan o no.

Santa Cruz y Sichel estuvieron el jueves de la semana pasada (26) en la casa del diputado RN Tomás Fuentes -discípulo del canciller Andrés Allamand, rival de Desbordes en la pugna interna de ese partido-, junto a cerca de 40 aspirantes a la Constituyente.

En cuanto a los tiempos, el protagonista de esta nota tiene la opción de salir a la cancha en enero por las razones ya expuestas. Pero podría dilatar eso hasta marzo si es que tiene razones para esperar. Por ejemplo, hitos mediáticos que pueda exprimir electoralmente, partiendo por la entrega del bono marzo. Pero sobre todo a que se aclare algo más esta antesala a la primaria derechista que está más líquida que nunca.

Gran parte de estas certezas no dependen de él. Primero, advierte su gente, ha de tener al menos alguna pista de que pueda competir. Para un independiente como él -y que quiere seguir así, sin militar, y tampoco quedar preso de una etiqueta partidaria-, la única forma de inscribirse en la primaria legal de Chile Vamos es que uno de sus partidos lo proclame, o que lo inviten. Eso ya ha pasado antes. El 2013 Andrés Velasco compitió y perdió como tal en la de la Nueva Mayoría. El 2017 Sebastián Piñera y Manuel José Ossandón se enfrentaron bajo esa misma condición en las de Chile Vamos, pero el primero tenía historia en RN y el segundo volvió a militar después.

¿Qué partido puede proclamarlo? ¿Evópoli va a llevar a Kast o no?

Una de sus opciones es que lo proclame el PRI, que ya declaró algún interés en agosto. Pero que para algunos en el bloque tiene la desventaja de ser el único partido que no tiene parlamentarios ni ministros, al punto que hasta el Presidente Piñera se ha mofado preguntándoles qué piensa su bancada (que no tiene) y que anteriores dirigentes han reclamado que no tienen “ni portero” en La Moneda.

La otra es RN, pero hasta ahora eso ha estado cuesta arriba y se cruza con la riña entre desbordistas y antidesbordistas, porque la misma facción que sigue a Allamand (Fuentes, Diego Paulsen, Karin Luck y Diego Schalper) impulsa a Sichel. Eso le entrecerró las puertas ahí cuando la Comisión Política (4 de noviembre) rechazó por amplia mayoría apoyar a un abanderado que no milite. Pero el que tiene la última palabra legal para proclamar candidatos es el Consejo General de ese colectivo.

Después está Evópoli. Eso tiene dos problemas. Uno, que se supone que tienen un candidato a la primaria que se llama Felipe Kast. Pero el senador ha mantenido un silencio tal en los últimos meses, sin asumir ni declarar intenciones de competir, que entre sus compañeros de partido cunden dudas -algunas severas- de que vaya a hacerlo. Allá creen que su potencial electoral se ha desdibujado y que todo lo que ha pasado en la Araucanía, por donde es parlamentario, le ha hecho impracticable localizarse políticamente como un liberal y alejado de la derecha dura. Y para un Kast de derecha dura ya está su tío José Antonio de Republicanos, coincidencia de apellidos que lo ha complicado desde el principio.

En ese partido unos piensan que debe sincerar esto antes de que se vaya el 2020, y cuentan que se lo han hecho ver. Otros creen que pese a eso, Felipe Kast todavía puede estirar más el calendario sin bajarse y decidirse más tarde, dado que todavía -insisten- quedan incógnitas sin despejar. Pero en lo toca a Sichel es bien poco probable que lo proclame Evópoli porque allá no olvidan las pugnas que tuvo en La Moneda, cuando era ministro de Desarrollo Social, con los militantes Ignacio Briones (Hacienda) y Gonzalo Blumel (entonces Interior). Este último ni se despidió de él cuando Piñera lo sacó pese a ser el jefe de cartera mejor rankeado, y la gente del jefe de BancoEstado insiste que sus rivales alentaron eso.

DUDAS SOBRE EVELYN Y LA CARTA DE «QUE LO INVITEN»

Finalmente queda la UDI. Y acá los aprontes lucen sabrosos e interesantes si se le presta atención al comidillo interno que corre paralelo a la elección de la nueva directiva, que es en ocho días más (sábado 12). Durante esta semana han circulado trascendidos, incluso en la mesa, de que Evelyn Matthei estaría dejando en duda postular a la primaria presidencial y en vez de eso repostular a la alcaldía de Providencia, pese a no tener malos números (una vez se supo de una encuesta Cadem contratada por privados en que figuraba mejor que Lavín en algunos gráficos).

Certezas no hay, insisten en el colectivo. Pero se hace ver que si quisiera competir en la primaria, tal vez no habría apoyado a la Evópoli Camila Merino en Vitacura en vez del UDI Pablo Zalaquett porque haber hecho lo que hizo podría restarle puntos en la interna. Pero lo que sí afirman fuera de micrófono parlamentarios UDI es que han sabido que ella preferiría cuadrarse detrás de otro nombre y no con Lavín, a quien ha criticado varias veces por haberse declarado socialdemócrata y enviar señales confusas al electorado gremialista.

Algunas de últimas versiones agregan que la alcaldesa, en tal caso, privilegiaría no competir y apoyar a un nombre como Desbordes, Sichel u otro, pero no al alcalde de Las Condes. Pero ella nada ha dicho en público de eso y habría que esperar a que se inscriba a las municipales para saberlo por descarte: sí ha manifestado que solo competiría en una de ambas.

Esto tiene que ver con Sichel porque en su cabeza la mejor alternativa que tiene es una primaria con no más de tres postulantes, quizás cuatro en último caso. En la UDI y Evópoli piensan que cuatro o más competidores arriesga diluir demasiado la votación y volver impredecible el resultado. Ese supuesto consideraría entonces un postulante UDI, otro RN y un tercer cupo que podría ser para él.

Y hacen ver que el aún presidente de BancoEstado tiene la opción de ser proclamado o “invitado” como independiente. Acá no hay, al parecer, una norma legal escrita en piedra, pero consultados en los partidos dicen que si es “invitado”, eso obliga a que ninguno de ellos se oponga ni lo vete. Desbordes dijo esta semana en Mentiras Verdaderas de La Red que “creo que RN tiene que tener candidato en la primaria” y que “debemos invitar a Sebastián Sichel. Si quiere ser candidato, la coalición debiera invitarlo si es que él no quiere ir por un partido”.

La gente de Sichel dice que han sondeado a los colectivos de Chile Vamos si estarían dispuestos a que participe sin vetarlo y una versión dice que eso estaría “razonablemente acordado”. En Evópoli hasta ahora se detectan voces que no pondrían problemas… pero en su directiva hay otras que dicen que no les gusta nada de nada la idea, que “no tenemos nada que ver con el señor Sichel” y sacan a relucir el pasado reciente con esa historia que ya recordamos con Blumel y Briones. (La Tercera)

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