La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) contabilizó este sábado cuatro fallecidos más en las manifestaciones en Bolivia respecto a su balance de la víspera, totalizando en “por lo menos 23” los muertos desde el estallido de la crisis en octubre en este país.
“CIDH actualiza las cifras de víctimas en #Bolivia: desde ayer (viernes) son 9 fallecidos y 122 heridos desde la represión combinada de la policía y fuerzas armadas”, publicó en Twitter el organismo, que en un balance previo había dado cuenta de cinco fallecidos solo en los enfrentamientos del viernes entre leales al expresidente Evo Morales y las fuerzas de seguridad.
Las cifras de los últimos fallecimientos aportadas por la CIDH coinciden con las de la Defensoría del Pueblo de Cochabamba (centro), que también cifró en nueve el número de muertos tras los enfrentamientos ocurridos el viernes en esa región.
Sin embargo, difieren de las del gobierno que sigue manteniendo en cinco el número de fallecidos ese día. Al respecto, el ministro de la Presidencia, Jerjes Justiniano, dijo en la noche del sábado a periodistas que pedirá “a los forenses acelerar su trabajo”, sin dar un nuevo balance.
También en Twitter, la CIDH denunció como “grave” un decreto del gobierno interino de Jeanine Áñez que autoriza la participación de las Fuerzas Armadas en la conservación del orden público a la vez que las exime de responsabilidades penales.
“El grave decreto de #Bolivia desconoce los estándares internacionales de DDHH y por su estilo estimula la represión violenta”, señaló el organismo un tuit.
El grave decreto de #Bolívia desconoce los estándares internacionales de DDHH y por su estilo estimula la represión violenta. Los alcances de este tipo de decretos contravienen la obligación de los Estados de investigar, procesar, juzgar y sancionar las violaciones de DDHH. (2/3)
Según el Decreto 4078, aprobado el jueves pasado y divulgado por canales no oficiales este sábado, el gobierno provisorio autoriza la participación militar en el restablecimiento del orden público y exime a las fuerzas militares de responsabilidad penal.
“El personal de las FF.AA. que participe en los operativos para el restablecimiento del orden interno y la estabilidad pública estará exento de responsabilidad penal cuando en cumplimiento de sus funciones constitucionales, actúen en legítima defensa o en estado de necesidad”, indica el artículo 3 de dicho Decreto.
La norma fue promulgada en medio de la convulsión social, que se ha exacerbado tras la renuncia de Morales a la presidencia.
El propio Morales criticó el mismo decreto en Twitter y aseguró que “es una carta blanca de impunidad para masacrar al pueblo”.
MORALES ADVIERTE QUE PUEDE VOLVER
Evo Morales, quien presentó hace una semana su renuncia a la Presidencia de Bolivia -luego de que la Policía y las FF.AA. le sugirieran dimitir para apaciguar la crisis que vive el país tras las cuestionadas elecciones de fines de octubre-, aseguró que sigue siendo mandatario hasta que la Asamblea Legislativa tome una decisión al respecto.
Según el dimitido mandatario, pese a que reconoció ya no sentirse la máxima autoridad del país, afirmó que juristas plantean que lo seguirá siendo hasta que no se acepte oficialmente su renuncia.
«Yo por supuesto no me siento presidente, porque ser presidente es hacer gestión (…) eso no lo estoy haciendo, por tanto personalmente no me siento presidente, aunque interpretaciones jurídicas digan que lo sigo siendo«, manifestó en una extensa entrevista con la BBC.
Consutado sobre si considera alguna fecha para regresar al país altiplánico, reconoció que no, pero advirtió a sus detractores: «Voy a volver allí en cualquier momento. Justamente para combatir a todos tus seguidores y a ti. Te voy a combatir desde Bolivia.
Morales, quien se encuentra en México tras recibir asilo por «razones humanitarias», acusó que la gesta del «golpe politico cívico policial» en su contra también contó con la presunta intervención de Estados Unidos.
«Estaba en campaña contra mí la embajada de EE. UU. totalmente. Si estaba en campaña contra mí, cómo no va a participar en un golpe, aunque visiblemente no se ha visto», sostuvo, además de asegurar que el mismo embajador norteamericano le señaló que ellos dejarían de intervenir si Morales no se metía más en asuntos estadounidenses.
En esa misma línea, agregó que también fue un golpe por parte de las Fuerzas Armadas, debido a que no corresponde que una institución solicite la dimisión de un gobernante.
«Nos ha sorprendido, que haya habido un comunicado de pedido de mi renuncia. Las Fuerzas Armadas no pueden hacer eso, un cuerpo armado no pueden pedir mi renuncia», cuestinó.
«El 7 de agosto, día del aniversario de las Fuerzas Armadas, gritando al antiimperialismo, apoyando el proceso, cuestionando la política de la derecha, y de la noche a la mañana se cambian«, reflexionó Morales. (La Tercera-Cooperativa-Agencias)